Vaya por delante mi más absoluta lealtad a esa medía naranja que queda de los dos compositores de mi banda favorita de los ochenta.
Sir Robert Forster siempre me ha parecido que tiene la elegancia de Caetano Veloso y una visión de la canción pop que por muy espartana que sea no deja de resultar absolutamente sofisticada en su misterio de perfección.
Sir Robert Forster siempre me ha parecido que tiene la elegancia de Caetano Veloso y una visión de la canción pop que por muy espartana que sea no deja de resultar absolutamente sofisticada en su misterio de perfección.
Aunque el réquiem a su amigo Grant parecía insuperable, su anterior y sublime The Evangelist (2008) , aquí , en esta vuelta bien gestada y nada precipitada, ha demostrado que el tiempo cura heridas y le vemos mucho más suelto, más Go-Betweenero, tejiendo melodías como si fuera todo coser y cantar.
Es una delicia escucharlo del tirón con sus arpegios matemáticos y su simpleza meridiana.
Engaña en la primera escucha porque parece demasiado bonito para ser cierto, lo mismo que pasa con el nuevo disco de Yo La Tengo pero la diferencia es que aquí hay canciones y muy buenas y en el otro, no.
Learn To Burn es de esos singles para su antología, con un groove mantenido en unas notas de guitarra y un violín majestuoso, con unos "blow" dylan total como si los mejores New Order hicieran una versión unplugged de una del Desire. Con esta carta de presentación, le das la mano y sigues el camino en volandas. Un disco de Robert siempre ha sido todo un acontecimiento.
Como si de un outtake del 16 Lovers Lane se tratara , tenemos Let Me Imagine You, o una clase magistral de corte y confección de canción con el adn de su legendaria banda y de esa forma de componer, está ahí, vivo, con otro nuevo eslabón para la cadena dorada.
Más acústica y con deja-vú al anterior está Songwriters On The Run donde los coros bossanovistas hacen por primera vez acto de presencia. Una auténtica delicia sofisticada.
Sigue el tono acústico con And I Knew con unas pizcas de piano y continua el festín del culto a la melodía. Parece un disco de un mago de la misma y se puede decir que en ese sentido, aunque no haya una canción bombástica , estas son minas escondidas que estallan en cualquier momento. Ahora mismo ésta es mi favorita.
A Poet Walks es más esquemática aunque luego, en su crecida se vaya a terrenos de su amado Arthur Lee, de sueños mariachis y folk-rock de cristales llenos de un precioso vaho. Con eso ya te digo lo buena que es.
I,m So Happy With You -qué títulos más simples y bonitos tienen todas las canciones-es la popera del todo, dentro de sus acordes de felicidad extrema.
Sin alharacas, directo a Brasil, en Love Is Where It Is,el Jobim de Australia nos lleva a la puesta de sol en Brisbane en algo que Josh Rouse también intenta pero...
Turn On The Rain, es muy joni mitchelliana y uno de los pilares del disco. Su Circle Game , si eso es, de sus mejores canciones desde la primera escucha. Y a uno se le cae la lágrima pensando que bonito hubiera sido un disco de los Go-Betweens en 2015 si como cosecha propia hubiera llevado Robert estas canciones y el difunto Grant otro buen puñado. ¿Su disco blanco? Sin duda. Turn On The Rain me hace llorar.
La narcisista I Love Myself ( I Always Have) -él es un viejo dandy- es tan velvetiana que ya uno empieza a creer que va a ser un clásico con el tiempo, éste discreto disco.Y más aún, con una despedida tan cálida y otoñal como es Disaster In Motion, muy marca de la casa, para certificar que estamos escuchando a uno de los arquitectos de nuestros sueños de juventud,ahora de madurez , hechos de tres minutos y medio de cielo.
Songs To Play de Robert Forster es otro abrazo entrañable de esa media naranja que queda de nuestro grupo favorito de los ochenta, manteniendo el vínculo y alimentando de nuevo nuestra admiración hacia él, recuperando afectos, haciéndonos la vida más fácil hasta el siguiente.
me ha gustado el disco pero creo que robert puede dar algo más o esa fue la sensaación fruto de una apresurasda escucha
ResponderEliminarEn este caso querido Bernardo, menos es más, veremos que pasa con el tiempo y las escuchas, me pinta en oros.
EliminarAdoro estas entradas relámpago, como siempre me pasa, o casi, tu entusiasmo me empuja a oir el disco. Así será, le haré un hueco, porque estoy muy Nina Simone y después del último programa quiero darle también escuchas a Greg Brown. Buenos días, Rodri!
ResponderEliminarRecuerdas que te dije que me gustaba mucho pero... Está creciendo en mí de forma gigantesca. No le voy a dedicar unas líneas porque quiero esperar a nuestro Jesus. Tienes razón en esa diferencia que haces con el de Yo La Tengo, yo también lo veo así. Aunque sigo pensando que el nivel de los cuatro o cinco primeros cortes pierde algo en los siguientes. Hoy lo vuelvo a catar, me apetece. Abrazo.
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