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Esta entrada esta escrita a primeros de agosto de este año , en Melides, Portugal en un cuaderno. |
Hay personas con un gusto musical innato y cultivado, dotadas de esa elegancia caracteristica del que sabe donde se compra la madera noble que ardiendo da calor y luego está, fuera de categoría, mi querido amigo Iñaki Hanky Panky, todo cariño, un heart of gold, de esos que tan poco abundan. Por su consejo sería capaz de comprarme la discografía completa de Lolita pero, no os preocupeis, eso nunca pasará.
Coincido con él en muchas cosas, somos practicamente vecinos (qué suerte tengo) y más en una esencial, compañeros de una profesión que nos pega menos que Tom Morello a Bruce.
Nacimos para algo relacionado con el rock&roll pero somos demasiado panchitos para dedicarnos a ese mundo, en el que si te ven un poco generoso con tu tiempo y esfuerzo, siempre te van a exprimir.
Hay días en el que hacer una incursión en su oficina, rebuscando entre los restos de las referencias de su mítico sello discográfico (Hanky Panky Records) se vuelve una aventura fascinante de largo recorrido y huella profunda. Una recarga de pilas por la buenísima música que siempre Iñaki te vas a agenciar (lo de Pete Dello, Colin Hare y la saga Honeybus no tiene adjetivos suficientes para piropearse)
Uno que se queda con las coplas ya sabía de su amor incondicional hacia esta banda de honky tonk angels de Camden y de sus escapadas a Londres para verles en su habitat natural y , en definitiva, de ese impulso irracional compartido que produce la pasión por las canciones y los que las tocan.
Pero todo tiene su momento y aunque reconozco he llegado tarde a los Rockingbirds, la dicha ha sido buenísima.
Se trataba de hablar en esa cita de Alvin Tyler y pillar alguno de los discos que no tenía y que ellos editaron. Alvin era el vocalista de los Rockingbirds y siguió con otro combo sus aventuras de country-rock de pub inglés, los The Lost Sons Of Littlefield pero, sin embargo, tiramos para atrás en el tiempo.
"Joserra pilla los tres de los Rockingbirds de un tirón , están en amazon.uk y el primero, la POM , en una reedición maravillosa"
Ipso facto y justo antes del verano, me hice con los tres (el dicho y hecho que te recomiendo con Iñaki) y me los reservé para esas curvas de las carreteras alentejanas y esos días de sol y playa en libertad y con los tuyos que este año eran para mi cruciales.
Y si Iñaki, los tres son alucinantes y los Rockingbirds tan esenciales como los Jayhawks por esa bonita cara de la moneda UK que representan y que siempre ha dado tanto juego en la historia del rock.
Y si Iñaki, los tres son alucinantes y los Rockingbirds tan esenciales como los Jayhawks por esa bonita cara de la moneda UK que representan y que siempre ha dado tanto juego en la historia del rock.
Y si me centro en su debut para esta reseña es porque es EXTRAORDINARIO.
Razones:
1. Es el hermano gemelo del Tomorrow The Green Grass de los de Minneapolis (y eso que es anterior)
2. Está plagado de gemas y más todavía en la edición doble especial.
3. Es absolutamente embriagador, de llorar.
4. La voz de Alan Tyler es como la de los legendarios outlaw-cowboys de Nashville, sublime.
5. Las segundas voces de la Karen de turno te ponen los pelos en punta en sus intrincado puentes y estribillos.
6. Tiene ese punto justo entre el country-rock canónico de Gram Parsons y sus diversas formaciones y el country post-punk de nuestro amado Nuevo Rock Americano vía Long Ryders, Green On Red incluso REM.
7. Su alto componente emocional de passion country-rock le convierten en eterno.
No te arrepentirás un gramo si al acabar de leer esto te lo compras de la misma. Obedece.
Admito devoluciones , no vaya a ser que el mio se raye.
8. Es un grupo ÚNICO y aunque domine la steel, roquean. Searching por ejemplo, camina desbocada.
9. Tiene un HIMNO: Gradually Learning (mencionada en una canción de nuestros queridos Danny & The Champs) aplicable a lo que viene todo este rollo: aprendiendo gradualmente de los sabios consejos. Mil gracias.
10. Pianos, hammonds, steels, guitarras, armonías celestiales (Restless), descaro rocker (Time Drives The Truck) como en el Ten Little Kids de los Jayhawks; Halfway To Comatose tiene el gusto del old time whiskey y te imaginas esas altas horas de madrugada en el pub del norte de Inglaterra con todos los losers reunidos en torno a sus Hillbillies favoritos.
En definitiva, diez razones y una sola: en la eterna tradición de los cantes de ida y vuelta, el country rock de los noventa tuvo también su POM y se llama The Rockingbirds-The Rockingbirds.
No hay estrellas en el firmamento alentejano para valorar semejante regalo del cielo.
He encontrado la paz honky-tonk como siempre al Oeste, esa paz que nos alucina desde los Byrds y Dylan, para atrás y para adelante.
Y mientras se escucha todo, Bobby Gentry nos susurra al oido eso de: somos y seremos hanky panky tonk angels forever my friend!