SEGÚN PAGUES ESO TIENES: TODO UN DESPROPÓSITO |
Antes de entrar en el timo de la estampita en el que caemos los incautos que queremos el original de la música editada, lo primero que llama la atención de este Bootleg Series nº 10 es su portada. Nadie entiende muy bien cuál es la razón de que el abuelo Bob se haya puesto a pintar otro de sus retratos (que no autorretrato, al menos no lo parece) exclusivo para la ocasión. Intuyo que la razón no es otra que para promocionar su propia exposición de retratos en la National Portrait Gallery de Londres, si la del lateral de Trafalgar Square frente a la preciosa iglesia de St. Martin of the Fields.
No tiene un pelo de tonto el tío.
No tiene un pelo de tonto el tío.
Recuerdo tener la suerte de ver allí una muestra antológica de las fotografías de Daniel Kramer clásicas de la gira 66 (carambola) y es que de Pirineos para arriba conocen de la dimensión cultural y renacentista de este señor y la saben contextualizar con el ritmo de los tiempos.
Sin embargo, todo sea dicho, ahora con Bob se está llegando a cosas insospechadas y una de ellas es ésta: Dylan is everywhere menos aquí que salvo en la Universidad de Sevilla y gracias a Mario, no hay forma de que se introduzca su figura en nada que no sea la blogoesfera y las revistas y eso si, algún comentario en prensa cuando llegan las fechas señaladas de Manrique o Ordovás.
Tiene su gracia el retrato pero prefiero el original de Selfportrait, mucho más picassiano , aunque de garrafón y con más encanto, sobre todo teniendo en cuenta la calidad de las estupendas fotos que han sido rescatadas de la época en los libretos y que cualquiera podría haber sido una portada excelente.
El despropósito máximo viene con la edición en tres formatos que ratifica la teoría marxista sobre las cosas y las clases: si pagas tienes el caramelo de flor de la pasión sino ahí te jodas con la básica; es decir, estafemos al personal con una edición ultra cara en cd incluyendo una grabación live cuando menos histórica con The Band ( Isla de Wight 1969) y el propio Selfportrait remasterizado ( de lujo por cierto, parece otro) y que piquen.
Y lo digo con conocimiento de causa , no porque haya pasado por taquilla con la edición Louis Vuitton del Bootleg, sino porque hoy te puedes bajar todo con sonido descomprimido y hacerte tus copias , esperando que algun día este bolso de piel prohibitivo vaya al cajón de saldos.
Después de dar más vueltas que un taxista de practicas en Méjico D.F. me decidí por la intermedia en precio: la edición vinilo, que al final por tamaño (lo que importa) es alucinante ( regala también a pelo los dos cds de la versión simple) si bien no tiene las dos recompensas sonoras referidas ni tampoco ese libro de fotos titulado Time Passes Slowly que aparte de ser precioso ( es más de fotos que el libreto común a todas ellas que es más de notas con fotos) representa como ninguna nota de portada puede hacerlo, el espíritu o como este Bootleg tenía que haberse llamado The Family Man Years: las gallinas, el perro, la granja, el paseo por el bosque, el coche abandonado eterno americano, esa pinta tan amish y judía que tiene...
Y luego queda la versión sencilla, a menos de 20 € que me temo que en Dylan no va a ser tan requerida como parece dado el grado de frikismo, coleccionismo y completismo que tenemos los Bob Heads.
La presentación y el detalle de la edición en general tienen para mi un sobresaliente con el pero de la portada que no corresponde al tiempo de las grabaciones y son muy interesantes las notas de portada, como siempre suelen serlo, fuente inagotable de rutas y descubrimientos en carreteras secundarias.
Llama la atención lo fotogénico que es His Bobness (es como un pozo sin fondo, siempre habrá muchas fotos que no habrás visto nunca) y todos los encartes y diseños country de finales de los sesenta, los estudios, los micrófonos y la ropa ( Dylan en mocasines de piel, de blanco impoluto, ¿dónde quedarón las camisas negras de lunares?)
Se agradece el detalle de que el cartón sea reforzado y un poco impermeable a los dedazos con la grasa de la madalena d ela Bella Easo de turno en comparación a las nueve ediciones anteriores y también que en los vinilos haya funda de la funda con reproducciones de ediciones internacionales de la Columbia y que cada sello interior sea de un color vivo tan bonito. Todo en tonos muy pastel, muy chulos porque Bob Dylan había decidido ver la vida en tecnicolor. Mención aparte las fotos con la caja de batería por el Village: una joya de sesión ( que la han dejado los muy cabrones para el librito de la edición Vuitton) y cómo se parece Bob al Juan Pardo del Tobazo.
Lo dicho: estamos hartos de las ediciones aspersor con Dylan, mejor que vayan por la puerta grande: saquen todo en vinilo o en cd ( pero todo lo mismo ojo, los vinileros no perdonamos no tener editado en el formato clásico el Isla de Wight o que saquen ya en 180 grm. una edición del Autorretrato.(sobre todo para el que no lo tenga) y que nos saqueen sin piedad ni posiblidad de elección.
Seguramente lo harán de nuevo y nos volverán a timar porque es él es el más grande.
Mi copia de vinilo del Autorretrato española, comprada de chaval en Vellido, suena de maravilla la verdad y como uno los cuidaba con su gamuza y esas cosas, está impecable y suena como un tiro.
Conclusión: si tienes plato, la de vinilo sin dudarlo ( en la Fnac se puede conseguir por debajo de los 50 € más ahora que en Septiembre hay un 20 % descuento en vinilos para socios) de lo contrario...vete ahorrando.
Y seguimos con el serial...The Family Man Years of B.D. o de cuando Bob quiso ser el Juan Pardo del Hotel Tobazo... siguiente capitulo: selección, edición y planteamiento del Another Self Portrait.
Tirón de orejas a Jeff Rosen: este blues aunque sea tan cortito , no lo has metido bribón.
Tiene su gracia el retrato pero prefiero el original de Selfportrait, mucho más picassiano , aunque de garrafón y con más encanto, sobre todo teniendo en cuenta la calidad de las estupendas fotos que han sido rescatadas de la época en los libretos y que cualquiera podría haber sido una portada excelente.
El despropósito máximo viene con la edición en tres formatos que ratifica la teoría marxista sobre las cosas y las clases: si pagas tienes el caramelo de flor de la pasión sino ahí te jodas con la básica; es decir, estafemos al personal con una edición ultra cara en cd incluyendo una grabación live cuando menos histórica con The Band ( Isla de Wight 1969) y el propio Selfportrait remasterizado ( de lujo por cierto, parece otro) y que piquen.
Y lo digo con conocimiento de causa , no porque haya pasado por taquilla con la edición Louis Vuitton del Bootleg, sino porque hoy te puedes bajar todo con sonido descomprimido y hacerte tus copias , esperando que algun día este bolso de piel prohibitivo vaya al cajón de saldos.
Después de dar más vueltas que un taxista de practicas en Méjico D.F. me decidí por la intermedia en precio: la edición vinilo, que al final por tamaño (lo que importa) es alucinante ( regala también a pelo los dos cds de la versión simple) si bien no tiene las dos recompensas sonoras referidas ni tampoco ese libro de fotos titulado Time Passes Slowly que aparte de ser precioso ( es más de fotos que el libreto común a todas ellas que es más de notas con fotos) representa como ninguna nota de portada puede hacerlo, el espíritu o como este Bootleg tenía que haberse llamado The Family Man Years: las gallinas, el perro, la granja, el paseo por el bosque, el coche abandonado eterno americano, esa pinta tan amish y judía que tiene...
Y luego queda la versión sencilla, a menos de 20 € que me temo que en Dylan no va a ser tan requerida como parece dado el grado de frikismo, coleccionismo y completismo que tenemos los Bob Heads.
La presentación y el detalle de la edición en general tienen para mi un sobresaliente con el pero de la portada que no corresponde al tiempo de las grabaciones y son muy interesantes las notas de portada, como siempre suelen serlo, fuente inagotable de rutas y descubrimientos en carreteras secundarias.
Llama la atención lo fotogénico que es His Bobness (es como un pozo sin fondo, siempre habrá muchas fotos que no habrás visto nunca) y todos los encartes y diseños country de finales de los sesenta, los estudios, los micrófonos y la ropa ( Dylan en mocasines de piel, de blanco impoluto, ¿dónde quedarón las camisas negras de lunares?)
Se agradece el detalle de que el cartón sea reforzado y un poco impermeable a los dedazos con la grasa de la madalena d ela Bella Easo de turno en comparación a las nueve ediciones anteriores y también que en los vinilos haya funda de la funda con reproducciones de ediciones internacionales de la Columbia y que cada sello interior sea de un color vivo tan bonito. Todo en tonos muy pastel, muy chulos porque Bob Dylan había decidido ver la vida en tecnicolor. Mención aparte las fotos con la caja de batería por el Village: una joya de sesión ( que la han dejado los muy cabrones para el librito de la edición Vuitton) y cómo se parece Bob al Juan Pardo del Tobazo.
Lo dicho: estamos hartos de las ediciones aspersor con Dylan, mejor que vayan por la puerta grande: saquen todo en vinilo o en cd ( pero todo lo mismo ojo, los vinileros no perdonamos no tener editado en el formato clásico el Isla de Wight o que saquen ya en 180 grm. una edición del Autorretrato.(sobre todo para el que no lo tenga) y que nos saqueen sin piedad ni posiblidad de elección.
Seguramente lo harán de nuevo y nos volverán a timar porque es él es el más grande.
Mi copia de vinilo del Autorretrato española, comprada de chaval en Vellido, suena de maravilla la verdad y como uno los cuidaba con su gamuza y esas cosas, está impecable y suena como un tiro.
Conclusión: si tienes plato, la de vinilo sin dudarlo ( en la Fnac se puede conseguir por debajo de los 50 € más ahora que en Septiembre hay un 20 % descuento en vinilos para socios) de lo contrario...vete ahorrando.
Y seguimos con el serial...The Family Man Years of B.D. o de cuando Bob quiso ser el Juan Pardo del Hotel Tobazo... siguiente capitulo: selección, edición y planteamiento del Another Self Portrait.
Tirón de orejas a Jeff Rosen: este blues aunque sea tan cortito , no lo has metido bribón.
Muy buena la entrada, Joserra. Con esto de las reediciones algo huele a podrido en Dinamarca y en todos los lados, aunque sean bellísimas y estén muy curradas. Menos mal que yo no soy un fanático ciego de nada y que me queda poco espacio en casa, que si no…
ResponderEliminarUn abrazo, majo.
Es muy interesante este bootleg, sobre todo para hacer experimentos subversivos Gonzalo y volver a contar la Historia como realmente fue. El serial no ha hecho más que empezar...Abrazos my mate!
EliminarPues sabes que me estoy pensando seriamente dejar pasar este bootleg??, el motivo, pues que estoy descubriendo ahora lo que tú descubriste a los dieciseis con tus vinilos españoles y tu gamuza antipolvo y todo eso por lo que me parece que no sé, puede que sea una tontería de las mias, pero ahondar más en esas sesiones sin tener asimilados los discos de estudio,,, luego están las copias autograbadas como tú dices. Además no sé si me leiste ayer, pero el 14 de octubre se edita un caramelo que debe de ser efectivamente el de fruta de la pasión como tú dices en el simil de forma bastante socarrona. Esa caja son las sesiones de Spidal del Fishermans Blues de los Waterboys. Me hace muchisima ilusión, aunque sea pirata, porque estamos en las mismas, creo, esto es, diferentes ediciones y eso. Entiendo tu pataleta, es lógico y natural, nos toman por tontos. En cualquier caso, y si se la pido a los Reyes Magos y me decido al fin, te haré caso y pediré la del triple vinilo con los dos cds. Que tengas buen día Rodri!
ResponderEliminarNo Ned no, no lo dejes pasar y pídelo a los reyes que seguro que te lo echan.Cuando siga este serial te darás cuenta por qué es tan necesario, incluso casi mejor para después ver de otra manera los álbumes oficiales de esa época.Pide el vinilo que tú eres vinilero. Lo de los Waterboys también va a ser una bomba porque al fin y al cabo fueron las Basement Tapes de los ochenta, aquellas sesiones en Spiddal, Connemara.Buen día Ned!
EliminarPues yo me he comprado la Vuitton, como ya hice con el Volumen 8, y he de decir que no me arrepiento. De hecho lo estoy disfrutando euro por euro. Caro sí y mucho pero joder como se disfruta ese libro de fotografías y esos cuatro discos... de llorar.
ResponderEliminarEstoy contigo que es una desfachatez por parte de quien sea eso de sacar dos ediciones: vinilo y Vuitton distintas. Una guarrada con todas las letras ya que al final algunos picamos como...
Eso sí, no deja de ser un Bootleg Series MARAVILLOSO.
No dudaba de que ibas a pillar el bolso de piel caro, jajaja, Ron Cornelius hermano, ahí en la cocina. Es MARAVILLOSO, si señor, aquí me refería a la edición como tal, tema distintos formatos que me pone enfermo. Hombre rico hombre pobre y en caso de Bob: Bob aficionado o Bob Head; ambos lo somos y aunque no seamos ricos caemos jajaja. Yo la de lujo la acabaré pillando, además no suele bajar la cotización con Dylan.
EliminarMillones de abrazos, no sabes la ilusión que me hace ver aparecer a johnphillips de nuevo en la Land. Vuitton Blues!