jueves, 22 de septiembre de 2016

THE JOHN SIMON ALBUM



Hace ya varios años que tengo en mis baldas este mágico cd ( una pasta oye, import Japan) pero he de confesar que hasta la lectura este verano del nuevo libro de Barney Hoskyns "Small Town Talk" no me había generado su escucha la epifanía que me hace querer escribir sobre un álbum y tratar de dar una oportunidad para que esta Land continúe,  tras un ya demasiado largo estado de barbecho.

John Simon pasará a la Historia por ser el productor de los dos primeros y legendarios elepés de The Band, eso no cabe duda y, también, como uno de los personajes en la sombra de ese mundo de creación y ensueño creado por un Rey llamado Albert Grossman, manager, entre muchos, primero de Bob Dylan y luego, tras su mosqueo, de los inquilinos de la Big Pink,  en las Catskill Mountains o Sierra de NYC, Woodstock para los amigos.

Aquello era una colonia de antiguos hipsters llena de cortesanos del singular judio, el business man who drinks my wine donde reinaba la bohemia, tener hijos a tutiplén, los buenos manjares y la creación de una música de vuelta a los bosques y al sonido de la madera a dos horas escasas en coche de la desembocadura del río Hudson.

Sin embargo, con ayuda de sus amigos, John se atrevió a publicar un disco con sus propias composiciones, incluso un outtake de la obra maestra, el brown album de The Band , ayudado en su escritura por Robbie Robertson, siendo a todas luces una edición que bien pudiera parecer caprichosa ya que en ese hábitat parece que todo el mundo podía ser un genio o aspirar a serlo.

Lo cierto es que es un disco en el que se atisban muchísimas influencias:  lo aprendido en arreglar y producir el fundamental Music From The Big Pink, piedra roseta de lo que vino después , contar con unos músicos impresionantes , el claro noqueo del debut de Randy Newman, ese genio que creó algo nuevo debajo del sol y el que por allí ya estuviera pululando el joven Todd Rundgren, tomándole el relevo en la producción sonora de la escena... todas ellas dan como resultado una isla desierta pequeña perteneciente a un archipiélago tan hermoso como los del Egeo.

Y es su voz tan alta y a punto de romper, más como el Neil Young del After the Gold Rush, la que le hace parecer al disco un cuento de hadas y nos lleve a ver su poso en obras maestras del fin de siglo XX de otros inquilinos de la zona los Mercury Rev del Deserter Songs.


John a la izquierda con los "Big Pinkers"


Arranca con un schimilsoniano vodevil donde asoman los Kinks más cabareteros y village greeneros,
The Elves´ Song , es decir la canción de los Elfos donde utiliza trucos del paso de la voz por efectos tipo Leslie, descolocando al personal como ya lo hizo en el debut de The Band donde más que americana hacían psicodelia de pueblo y raíz.

Con un cortito gospel  al piano llamado, apropiadamente,  Nobody Knows nos centramos en un estilo que a Richard Manuel le encantaba, lease Lonesome Suzie o jugar con imaginación renovada dentro del cavernoso arrastrar  vocal de Brother Ray.

Tannenbaud es ese pop muy Nilsson del que también gustaba el primer Ry Cooder, luminoso y siempre con esa voz tan peculiar de John que lo hace único. Hablamos de que aquí  toca gente como  Leon Rusell o Eddie Hinton brothers and sisters, la crema y buena parte de los Dominos de Clapton, aparte de parte de sus producidos The Band.

El clásico del disco es Davey is On the Road Again donde están esos cambios de batería y esa forma de componer de Robbie Robertson y  es que esa es el outtake del que hemos hablado. La imagino en el disco marrón de The Band y todavía, aunque parezca imposible, aumenta su carácter de milagro incunable y condensación de esa America bella que a tantos nos hechiza. Una pena que no la grabaran, la verdad.

Motorcycle Man vuelve a ese tono sepía de music hall  que la hace una versión americana del Muswell Hillbilies de los Kinks.

Con Rain Song te tienes que pellizcar para no pensar que es Randy en los primeros compases, todo hay que decirlo, pero volvemos al argumento del tono altísimo de su voz que le lleva a terrenos de los que bien chupó rueda Todd para ese precioso disco donde se colgó de la soga para una portada. Todo con unos sonidos a bosque encantado que también lo hacen primo hermano de clásicos posteriores como el debut de las Kate and Anna McGarrigle o del Heliotropo de nuestras Vainica. 
El tono de piano gospel sencillo marcó a la parte de la calle trasera del rock que al final , con el tiempo, ha resultado ser pavimentada con oro eterno.

El feeling continua con Don´t Forget What I Told You y uno recuerda también a Laura Nyro. The Fool Dressed In Velvet es una preciosidad, una debilidad y será por el título pero uno ve el impacto de los últimos Beatles que se tornaron más americanos aunque siempre manteniendo su flema inglesa. Y quizás aquí tengamos el famoso cordón que nunca supe encontrar entre la música de los de Liverpool con la de los inquilinos de la Big Pink, en The John Simon Album.

Annie Looks Down podría ser un tema del New Morning de His Bobness y es que notas el tibio calor de los rayos de una nueva  mañana con vistas a la Overlook Mountain.

Las dos últimas son una un poco más folky , Did You See con unos arreglos de cuerda que llegan tras un minuto para que parezca un cuento, en concreto el de Hansel y Grettel porque es un disco casita de chocolate total, no quieres salir de él en la vida.  Y para rematar la fábula, Railroad Train Runnin´Up My Back respira por todos sus poros los Beach Boys más contenidos y camperos del Friends.

Cuando acaba, John Simon te apaga la luz de la lamparita y te quedas relamiendo este chupete, colorín colorado porque tus dulces sueños están garantizados.

"...adoro este pequeño gran disco. Pequeño porque básicamente quedó como una nota a pié de página , una especie de entretenimiento del tipo que producía a The Band , y que fue recibido con bastante indiferencia ó incluso acritud cuando apareció. Sí parece que el bueno de John se lo tomo como una especie de pasatiempo , sin pretensión alguna salvo dar salida a unas canciones que tenia , ni rubor porque sonasen , como tú dices , a una mezcla casi imposible de Randy Newman (mucho mas, Simon tocaba el piano) con The Band (menos) con toques Nilsson-Kinks . Resultado , estupendas canciones , cero originalidad. Y a mí me encanta . Como me encantan otros igual de pequeños , pero que son un poco la salsa de esta historia del r&r. Discos como los "Link Wray" , "Bobby Charles", John Phillips , Emitt Rhodes , Bobby Whithlock ó Bergen White entre muchos. Caminos secundarios perfectos . Volviendo al bueno de John Simon, un tipo que produjo los primeros dos de The Band , el Songs of Leonard Cohen (producción perfecta donde las haya) y participó en esa otra maravilla que es el Bookends de S&G, debía saber lo que se hacía . Menudo curriculum. Da la impresión que era más de dejar hacer y retocar que de pretender apropiarse de los discos . Sabio tipo. La rentré de esta Land renovada no se podía hacer de cualquier manera , el "John Simon album" no es cualquier cosa , y tú Joserra le has sacado lustre a la plata y brilla como se merece" Anónimo e




File under: 
Deserter Songs Mercury Rev
Randy Newman Create Something New Under the Sun
Runt The Ballad of Todd Rundgren
Music From The Big Pink
The Point Harry Nilsson
Heliotropo Vainica Doble


3 comentarios:

  1. Joder, menciones a Vainica Doble y a Laura Nyro..., además del encuentro con el ansiado cordón entre Liverpool y Big Pink..., estos son palabras mayores, connotaciones biblícas. ¿Tanto merece este Juan Simón del desierto?...
    Abrazos,
    JdG

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  2. Siento llegar tarde al post , pero no puedo dejar pasar y decir que adoro este pequeño gran disco. Pequeño porque básicamente quedó como una nota a pié de página , una especie de entretenimiento del tipo que producía a The Band , y que fue recibido con bastante indiferencia ó incluso acritud cuando apareció. Sí parece que el bueno de John se lo tomo como una especie de pasatiempo , sin pretensión alguna salvo dar salida a unas canciones que tenia , ni rubor porque sonasen , como tú dices , a una mezcla casi imposible de Randy Newman (mucho mas, Simon tocaba el piano) con The Band (menos) con toques Nilsson-Kinks . Resultado , estupendas canciones , cero originalidad. Y a mí me encanta . Como me encantan otros igual de pequeños , pero que son un poco la salsa de esta historia del r&r. Discos como los "Link Wray" , "Bobby Charles", John Phillips , Emitt Rhodes , Bobby Whithlock ó Bergen White entre muchos. Caminos secundarios perfectos . Volviendo al bueno de John Simon, un tipo que produjo los primeros dos de The Band , el Songs of Leonard Cohen (producción perfecta donde las haya) y participó en esa otra maravilla que es el Bookends de S&G, debía saber lo que se hacía . Menudo curriculum. Da la impresión que era más de dejar hacer y retocar que de pretender apropiarse de los discos . Sabio tipo. La rentré de esta Land renovada no se podia hacer de cualquier manera , el "John Simon album" no es cualquier cosa , y tú Joserra le has sacado lustre a la plata y brilla como se merece. Un abrazo amigo.

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Amo la música más que a todo.

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Todos los textos pertenecen a Joserra Rodrigo salvo citas y párrafos con su autor referenciado.