sábado, 27 de octubre de 2012

DISCOS CREPUSCULARES 1: THE THIRD-SISTER LOVERS- BIG STAR ( 1974)

The Third es viento
En realidad podría considerarse las Basement Tapes de los setenta, el disco blanco de los Beatles o el Banana Album de la V.U., el tercer disco de la Gran Estrella de Memphis, que no lo salió en fecha pero que no caducó, es ese tipo de movimiento sísmico que sin pretenderlo cambia el paisaje.
No hay disco que haya influido tanto en los grupos cuyas carreras ahora seguimos con tanta avidez, los buenos, por cierto  y sin embargo, es francamente desolador.
El gran album crepuscular de todos los tiempos nos cuenta la historia de un grupo en desintegración, en cuadro y casi se puede afirmar que es un trabajo en solitario de Alex Chilton: un personaje básico en el pop-rock que viene de la escuela soul pero sin ortodoxias, rupturista, sacándole toda la tragedia a los Estados Unidos de América asimilando a los mejores grupos de los sesenta: a la vanguardia tanto UK como USA.
Se metieron en los estudios Ardent con Jim Dickinson que pasaba por allí y eso fue una suerte porque este hombre tiene el Sur y el toque necesario para transformar unas maquetas en arte perenne.
Y fueron probando y grabando fantasmas y angustias vitales como Lou en Berlin y consiguieron sonar a  Yankee Hotel Foxtrot en 1974.
Sin embargo, también se acercaron al despelote de Pink Moon o de la segunda cara del On the Beach y grabaron varios clásicos para el american songbook: Holocaust es como Halleluja, que se lo cuenten al ángel Buckley.
Me gusta recrearme en sus ecos , sus sonidos, Dickinson también estuvo después en Time Out of Mind, Sister Lovers que es como se iba llamar aquella estrecha formación residual es puro Love Sick.
Los Replacements y derivados, el grunge cuando se pone umplugged, todo el nuevo rock americano firmó una hipoteca de por vida con Sister Lovers, sin leer la letra pequeña. 
Es un viento, Sister Lovers es un viento, un viento nada idiota que impregna el rock moderno y casi,  ni se edita.
Eso hace que sean las Basement de los setenta como Big Star el grupo mádito de dicha década y el mejor de América, tres álbunes, tres p.o.m. Además representan tan bien esos años...
Aparte de Nick Drake cuyo estilo era más arpegiado, no hay nada más triste que el rasgeo acústico de Big Star: cómo grababan las acústica , qué pedazo eco, que romanticismos tan brutal.
For You es especial, como si Honeybus y Love se dieran el más tierno abrazo con el espíritu de John Cale. Sonaban tan británicos pero tan americanos, todo en uno, los eternos cantes de ida y vuelta.
La experimentación sónica de Downs explica las llamadas canciones raras de Wilco, su llamada deconstrucción ya la habían hecho antes otros, era recuperación.
Pero también hay riffs eternos como en Thank You Friends para que Teenage Fanclub, unos escoceses,  compusieran belleza de por vida.
Take Care la traduces y parece de Vainica, haced la prueba, es tan bonita y esa forma de cantar de Alex como si estuviera con la depresión más infinita.
Aunque Jesus Christ sonara a hit y sea p.o.m. es la única que sigue en la línea del primer y segundo disco.
El Femme Fatale es un acto de fe y sinceridad, la Velvet marcó el rumbo de estas grabaciones y Steve Crooper está tocando, juntando bellas tradiciones, norte-sur. Ahora los grupos tratan de ocultar de donde maman pero no cuela, entonces la inocencia imperaba.
Kanga Roo con ese arreglo de acordes abiertos y muy Zeppeliano es otra p.o.m. y se podría hacer un curso sólo para explicar esos arreglos impresionantes. Es una menina en un disco plagado de ideas y melodías memorables como Big Black Car o Dream Lover.
Y luego, queda el dolor, el mood de todo el Third Album y también las demos de la imprescindible box set con la que dí la barrila sin parar llamada Keep an Eye Of the Sky que todo amante del rock debiera poseer y escuchar. Qué misterio tan grande que fue Big Star, qué grandes y qué pequeños y poco conocidos fueron.
Muchas creaciones crepusculares, surgidas del momento en el que todo parece irse a la mierda y nacidas del sufrimiento, la insatisfacción y el amor sin corresponder se convierten en oro para nuestro disfrute. Third/Sister Lovers es de esas cosas que se nos escapa, están por encima de categoría, son viento, las notamos, nos alivian , nos cortan , nos hielan, nos preocupan pero no podemos descifrar de que lugar vienen.


3 comentarios:

  1. "Los Replacement y derivados, el grunge cuando se pone umplugged, todo el nuevo rock americano firmó una hipoteca de por vida con Sister Lovers, sin leer la letra pequeña"...lo has clavado; no era/es Paul Westerberg un Alex Chilton del medio oeste? Poner Third/SL por la noche, con cascos, con los ojos cerrados y dejar que te pellizque al alma..."la segunda cara del On The beach"...

    Un abrazo, Joserra.

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  2. Por la noche, con cascos, así se escucha Sister Lovers, hurgando en las preocupaciones y en las soluciones.Agente gracias por la exacta precisión de la forma en la que hay que escucharlo.

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  3. Amén a todo. Un disco exquisito a pesar de que en los últimos tiempos he leído alguna injusta crítica a mi juicio. Saludos.

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Amo la música más que a todo.

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Todos los textos pertenecen a Joserra Rodrigo salvo citas y párrafos con su autor referenciado.