Bringing it all back home
Esta semana llega uno de los momentos más importantes de mi vida aunque pueda parecer otra exageración de las mías. Desde 2008, año en que decidí editar un blog de música llamado rockandrodri land (rock, country & soul, conciertos y canciones) me he dedicado casi todos los días-pocos habrá en los que no lo haya hecho- a compartir mi pasión con vosotros. No es tan hobby como pueda parecer sino una necesidad que se ha convertido en una ocupación diaria por una serie de circunstancias que no vienen al caso.
Varios lectores-amigos, algunos camaradas, me animaban a que escribiera un libro, reto que me parecía imposible ya que mis crónicas o relatos sobre música eran muy particulares y locales y no veía la forma de darle a todo eso el fundamento suficiente para publicarlo en papel. Todo eran párrafos producto de la escritura automática derivada del torbellino de una emoción en forma de disco, canción, concierto, vídeo u obituario de un músico al que amo, etc. Luego llegó esa red que nos engulló a casi todos llamada facebook donde la transmisión es más rápida pero también más perecedera y perdimos la sensación de profundidad y de estar con las zapatillas de casa. Eso era encantador y yo creo que se respira en todo el libro.
A pesar de ello y gracias a que creamos entre varios amigos un blog colectivo llamado Exile Magazine , sin cambiar mucho mi estilo, depuré más los textos ya que estoy con tipos a los que admiro profundamente y que escriben sobre rock and roll mucho mejor que yo. Eso siempre hace mejorar las cosas.
Empezamos siendo unos pocos los que compartimos una familia que aunque estuviera dispersa geográficamente, acabó creciendo y se muestra muy unida. El IV Rust Fest, el Último Vals de Frías y el A Dos Pasos del Blues al final no han sido más que reuniones de esa familia para rendir homenaje a nuestros músicos y bandas favoritas y han creado un vínculo de amistad muy difícil de romper y que está tan vivo que ayer mismo en el Cotton Club de Bilbao, en la actuación de Bantastic Fand, se podía respirar, era como estar en Frías.
Tomé la decisión hace ya tres años de tratar de componer un libro con todo el material que mereciera la pena para que no se quedaran en un mero histórico del blogspot todas esas epifanías y sucesos que he vivido a tope estos diez años pasados y que con una caída de la página se pueden esfumar para siempre.
Me he empleado en proyectos quijotescos y sueños en los que eran otros los que aportaban la gracia (las bandas queridas de mi corazón, sus discos , sus sueños a los que me invitaron a compartir y que tanto les agradezco) pero ahora tocaba dedicárselo a uno mismo como está siendo la experiencia de la Escuela Emocional del Rock de la que el libro es un poco derivada o viceversa. Ya uno nunca sabe.
Pero quiero que sepáis que no es un capricho, ni siquiera eso de mira “quiero publicar un libro porque un hijo ya he tenido y un árbol ya he plantado”. Esto es traerlo de todo de nuevo a casa y ahora se trata de ver ese libro en vuestras manos y recibir vuestra opinión tras leerlo y “escucharlo” y que os guste.
Es imprescindible que se escuchen las canciones y discos de los que en él se habla para que surta todo su efecto o sino ¿cómo se explica que una canción te pone el corazón de foamen? o ¿cómo un disco es una POM? o ¿que Hiss Golden Messenger suena a madera de roble americano?.
También comprobaré si todo este proceso de altruismo pasional muy intangible salvo cuando recibes tan afectuosos abrazos en un concierto de personas a las que no habías puesto cara, no ha caído en saco roto. Si tratar de contagiarles mi enfermedad, que es la vuestra, ha merecido la pena. En definitiva, si hay interés en el que quizás sea- tras ver lo bonito que ha quedado- algo que lo resume todo y que queda ahí para siempre como un viejo disco de country soul.
Utilizaré el sistema del crowdfunding y la edición porque dadas las características del autor (un alma libre) el libro- (con esa cover e ilustraciones divinas de Cayetana Álvarez a todo color y a doble página) y el hecho de que no tenga una banda o un artista concreto como protagonistas sino varios (he querido que estén representados todos aquellos a los que amo con locura, o bueno, casi todos) hacen apropiada la vía y que se disfrute del proyecto de principio a fin aunque suponga mucho más trabajo y sea imprescindible que lo compartáis. Eso si, comentaros que nada de esto es posible sin la ayuda de los amigos a los que agradezco su dedicación, apoyo y trabajo desinteresado. Ellos saben quienes son.
Tras 40 días y si se consigue el objetivo (os pido todo vuestro apoyo y os doy las gracias por anticipado), en un par de semanas Pasión No Es Palabra Cualquiera será una realidad. Llegará para finales de Noviembre justo antes de la Navidad que es el momento ideal para que este cuento de rock & soul salga a la luz y tenga su peso bajo nuestras manos.
Un abrazo muy grande landers. Aquí empezó todo y gracias a vosotros.
Hola Joserra, creo que no hemos coincidido en la blogosfera (o como se diga hoy en día). Yo abrí mi blog (javistone) un año antes que tú, y curiosamente ahora al cumplir diez años decidí hacer algo parecido. A mí nadie me animó a hacer nada, me animé yo solo, jeje... lucky you. Me parece una pasada tu proyecto, tio... Y sí, la pasión mueve montañas (sobre todo montañas de discos), de otra forma no nos meteríamos en estos jaleos, al menos para mí confeccionar mi "libro" ha sido toda una aventura que finaliza en una semana con una presentación por todo lo alto. Mucha suerte con tu crowfunding,fijo que lo consigues en un abrir y cerrar de ojos.
ResponderEliminarUn saludo.
"Sometimes when I look deep in your eyes, I swear I can see your soul ......" Por una razón con tres años recién cumplidos no puedo librarme del estribillo de "Sometimes", sin estar seguro de que ella sepa de su verdadero significado, siente cada una de las palabras y las canta con la pasión de quien lo tiene todo por descubrir sin saber si no será lo último. En tu caso no tuve que esperar a mirarte a los ojos, me bastó con leerte para saber que ahí dentro se vivía con esa misma pasión, la que ingenuamente nos creemos que ponen aquellos artistas a los que amamos y admiramos en cada una de sus estrofas, en cada una de sus actuaciones, en cada una de sus canciones. Pero no "algunas veces", siempre, siempre que te leo juro que puedo ver un trozo de tu alma y estoy seguro de que otros tantos habrás dejado en cada una de las páginas de un libro que me entregarás en Bilbao, aún no sé cuándo, pero sí cómo: con pasión.
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