miércoles, 26 de agosto de 2015

ARTHUR ALEXANDER- THE WARNER BROS. ALBUM -1972




Demasiado tiempo deseando hincarle el diente en siete años de blog. Este es mi disco favorito de todos los tiempos o , más preciso, al que me unen mayores lazos emocionales. Es ese lp y cd -lo tengo en sus tres versiones posibles- que llevarías al más bonito de los viajes o mejor dicho, la foto musical en la que te reflejas y confiesas.

Vale que están los monumentales Astral Weeks , What´s Going On, Court & Spark o Blood on the Tracks, ¿quién los puede ocultar de su ser? pero hay algo en este humilde y sincero disco del gran Arthur Alexander, perdido en el cajón oculto de los años setenta que resulta único y, además, directamente ligado a un momento de mi vida de una felicidad gigante.Es menos compartido, más secreto y aquellos que lo aman son de mi círculo íntimo.

Recuerdo que lo pillé en la Librería Universal de Bilbao, en los primeros noventa, en una reedición del mítico sello ACE.

Fue un verano de escapadas a la playa de Laida y Laga, ubicadas en el sobrecogedor paraje natural del Urdaibai junto a Gernika.

Puede que fuera 1991 o 1992 ya que fue el año del Príncipe de las Mareas, la película, de la que sólo recuerdo que trabajaba Nick Nolte y la Streisand - era además la directora- y que era más un telefilm con pretensiones de psicodrama, de esos lacrimógenos pero a  mi sólo se me quedaron en la memoria los planos del delta y las marismas justo al final de los créditos.

Volviendo al atardecer de un día de pleno sol por la carretera de Kanala, siempre hay un momento en que, si miras a la izquierda, por sus curvas y te pilla la bajamar, te encuentras con un espectáculo semejante , aunque a pequeña escala, esto es Bizkaia txikia.

Como yo conducía fue sólo un segundo lo que pude mirar a la izquierda. Los esteros lilas, toda vez el sol se había escondido tras Sukarrieta y escuchar este disco y  inmediatamente notar como si mi corazón fuera una botella de espumoso barato donde todo se agitara dentro de mi y explotaran millones de burbujas de bienestar. Iba con mi darling companion, no necesitaba más y había mucho proyecto.

Foto Gorane Urresti
Hay en éste-su disco de la Warner-es así como se le llama- del autor de You Better Move On y Anna, algo que me atrevería a llamar esencia de un género en si mismo: el country soul mimosín.  Y no añado el adjetivo de manera gratuita e ingeniosa o en su sentido empalagoso sino con el más cierto de los cariños que unas canciones, unas letras, una interpretación y unos músicos te pueden ofrecer. La cercanía que ofrece es alucinante.

Se produce dicha grabación en un momento de "plenitud hacia la decadencia" del sonido Muscle Shoals de Alabama, cuando ya estaba de moda el songwriterismo radical impuesto por los aciertos de los genios del Laurel Canyon ( Carole y James, Neil y CSN y demás luminarias que cambiaron el rumbo de las canciones con guitarras de palo, así como en negro, el bueno de Bill Whiters)

Y mira por donde que Arthur con un ramito de sublimes composiciones, algunas repescadas de su cancionero de los sesenta, se juntó con quien tenía que juntarse y grabó una absoluta obra maestra como sin quererlo, como un beso en la nuca que notas suave pero te cambia la vida.


Al sentirse libre ya de producir éxitos para la radio y sin un puto real,  with a little help from his friends-como siempre le ha pasado a este genio-que ha tenido que hacer de todo para sobrevivir a pesar de su importancia en la Historia del Rock & Soul, se lo planteó de striptease emocional, cantando como nunca y cuidando al máximo eso que llamamos en esta casa el soul is the answer.

Añadió en algunos de sus temas cuerdas- ay los arreglos de cuerda, me pueden, son un poco como el llanto tras la emoción contenida- y el set es variado abarcando todos los puntos de la circunferencia de la noria de la pasión sureña: desde el arrepentimiento soberano de Rainbow Road escrita para él por Dios, digo Dan Penn y el gran Donnie Fritts-sin duda en mi podium de la soul ballad con Dark End Of The Street y I,ve Been Loving You Too Long- hasta la alegría gozosa y eterna del clásico que inmortalizó Elvis, Burning Love.

El caso es que entre ambas hay slow sweet songs favoritas, dignas del Blood On The Tracks,  como In the Middle Of It All o Down The Backroads ( la del momentazo de felicidad estática en Urdaibai) o It Hurts To Want It So Bad , o la sublime Come Along With Me.

A veces pienso que es el disco que hubiera firmado Otis de haber grabado en Abbey Road en 1970.
No sé,  parece que digo tonterías de lo que me enamora pero repito, es mi favorito.
Si uno de los que me lee lo descubre,  me doy por satisfecho.
Me ha hecho y me hace mucho bien, constituye buena parte de mis raíces, aquello en lo que creo.

La temática del amor ante todo, el don´t mind the circumstances, superar los errores del pasado porque siempre que exista amistad se puede, es algo que en esta colección de canciones enormes te da una fuerza DESCOMUNAL porque lo sientes tuyo.La ternura de la inimitable forma de cantar de Arthur Alexander -sólo practicada en la actualidad de maravilla como discípulo blue eyed por Jeb Loy Nichols- te hace sentirte en la más plena intimidad compartida.
Y es su sonido, la forma de tocar como si todos estuvieron en el momento justo de enamoramiento irresistible. Glups, paro que me emociono.

Es un disco con el que me casé para siempre, mi otra darling companion, mi princesa de las mareas.




5 comentarios:

  1. Esto respondiste a mi primer comentario en La Land , allá por 2009 comentando tú rendición a este disco : "Con Anónimmo E ha pasado ,creo, el proceso de ida y vuelta: yo a él con "Rainbow Road" de Arthur Alexander y él a mi con el IN A BAD MOON de Geraint Watkins.
    No tengo palabras por darme semejante pista."
    tengo que reconocer que aún siendo devoto ciego de Geraint , creo que salí ganando con el trueque. Me parece a mí que "Arthur Alexander" juega en las ligas mundiales de álbumes soul codeándose con los "Curtis", "Otis Blue" , "What's goin on" sin que le saquen ningún color . Canciones en la clave de la vida (otro inquilino del olimpo) las de este disco del que solo me queda asentir a tus post (este y aquél de 2009 que nos puso , fortuna/azar , en contacto ). Inmenso , natural y terrenal , desconocido criminalmente , cobijo de la tormenta , de esos discos que cuando apagas la luz siguen brillando en la balda. Muchos detalles como las cuerdas y castañuelas de Rainbow Road (su canción por encima de las que le hicieron famoso en los 60) , Reggie Young échandole un pulso a Steve Cropper , las canciones de Dennis Linde ( dicen que Elvis grabó Burning Love tras oir la versión de Arthur), la melancólica esperanza de "In the middle of it all" y así on and on. Como ya he dicho creo que salí ganando con el trueque y esto ha devengado en estos años unos intereses a tu favor que habrá que devolver en forma de cañas , viandas y buenos momentos como los que hemos pasado estos cinco años desde aquel día a la sombra de Rainbow Road. Abrazo ,Joserra.

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  2. no se si es el mejor disco de laa historia pues hay muchos mejores discos de la historia según mi dia eso si este tiene el honor de ser considerado para ello

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  3. Un disco enorme de un verdadero talento.
    Gracias por recordarlo. Abrazo.

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Amo la música más que a todo.

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Todos los textos pertenecen a Joserra Rodrigo salvo citas y párrafos con su autor referenciado.