sábado, 16 de febrero de 2013

BIG INNER - MATTHEW E. WHITE (2013)

***** Clásico Instantáneo  Land 2013
Si en una crítica relacionan a un artista con Randy Newman aunque no se parezca nada, compra.
Eso pienso desde que piqué con el primer disco de Rufus Wainwright ( otro clásico lander donde los haya) apostando por una artista que, ahora, se ha convertido en portada de suplemento del país semanal.
Matthew E. White no se sabe de donde ha salido aunque debe ser productor y se le ha facilitado un estudio , una orquesta, un coro para hacer algo único. Ha aprovechado la oportunidad como si fuera la última y ha resultado aparecer del espacio exterior, de la nada, saliendo de la atmósfera para recalar en la tierra y demostrar que hay que tener fé en que siempre habrá algo nuevo que te sorprenderá.
Mirad, el pasado año 2012 fue el de la arruga pero se echaba de menos algo nuevo bajo el sol, algo con lo que ilusionarse ya que , los Alabama Shakes o Kiwanuka representan a aquellos alumnos aventajados del rescate de un sonido, con su peculiaridad  vale pero no totalmente genuina.
Tampoco es que Matthew descubra la pólvora pero se atreve con una cosa muy difícl, componer una sinfonía sureña: como lo pudo ser Is a Woman o Nixon de Lambchop o esa pom de Cat Power llamada The Greatest.
Disco del mes de enero en Uncut, una revista que pocas veces se equivoca, por lo menos a largo plazo,  aunque si es cierto que valora siempre por alto y uno, que se fia mucho de su línea editorial, no tiene ninguna duda de atender a sus sugerencias. 
Es cierto que me lo tomé con ciertas reservas por el excesivo entusiasmo que ahora se tiene con las cosas un poco diferentes, estamos en plena crisis, son como un soplo de aire fresco frente al Bandwagonesque World en el que vivivimos, donde vienes los Black Keys a tocar y se peta y a este hombre más le vale no visitarnos porque ahora no se comería un colín. En fin, que os voy a contar que no sepáis...a Bon Iver tampoco les conocia nadie y ahora son trendy. ( por cierto, colegas)
El caso es que no es que me haya metido a fondo con Big Inner es que Big Inner se ha metido a fondo conmigo y me ha rescatado de ese stuck in the seventies que me tenía agarrotado cuando a mi me ha gustado siempre descubrir cosas nuevas y tirar hacia adelante mirando siempre hacia atrás en clave de rock y soul.
Por eso, quiero comentaros que Big Inner es el disco de 2013, es decir, por el que se van a medir el resto. El año pasado salió muy pronto el de Prophet y mira , casi tuvimos consenso de podium e incluso de oro en diciembre.
Esto es otro rollo pero igual de completo. Ocho canciones largas pero no en exceso pero es más What´s Going On o Astral Weeks, es decir una isla, una isla que se desprendió del continente de esos discos de Nilsson con cuerdas, el primero de Neil Young con Jack Nietzche o el de Randy Newman creates something new under the sun. Debilidades personales, droga dura, narcolepsía clásica mezclada con lo que te puede sugerir un Screamadelica o el Deserter´s Song.
Imaginemos a Allen Toussaint en una session un poco druggy con la Family Stone o a los The Band del Music From The Big Pink  atreviéndose con el repertorio de Spiritualized (por cierto, su disco del año pasado es PRECIOSO y muy muy Big Pink, recordemos que Big Pink era una psicodelía única y aunque estuviera basada en la Old Time Music)
Está es una aproximación a lo que nos vamos a encontrar aquí. 
Bill Callahan también puede ser un referente o desde luego , si te va uno, te va a ir  el otro, me apuesto una caña con pincho.
Bueno esto parece una reseña al uso de una novedad pero no hermanos, Big Inner es EXCEPCIONAL. Un punto y aparte.
Te lo pones y comienzas un viaje como me pasó con el segundo de Bon Iver, lo que pasa es que esto es una versión sureña, con calor, alejada de los vientos esteparios del medio oesto que azotaron la cabaña de Justin. Norte y Sur, dos polos necesarios.
Big Inner tiene mucha second-line de New Orleans, toneladas del Southern Nights de Toussaint tamizadas con un sentimiento actualizado del viejo drama de la dixie land. Hace tiempo que no oía un disco con una base tan gorda, thick que es más fino decirlo en inglés y más onomatopéyico. Su voz es más de la escuela velvetiana, muy interesante diferente, propia y es lo que le da la plena exclusivad y autoría del invento aparte de un juego con las intensidades y las multi-melodías que componen este laberinto cuyos destinos son todos buenos.
Desde el ultra funk y Toussaint ( otra vez el genio de NOLA) Big Love que bien podría estar en la joya de Sir Mac Rebennack del año pasado  hasta ese comienzo sublime de One of these Days que se te pegará al subconsciente y no te dejara dormir por las noches: maravilloso tema con el que comenzar dando un puñetazo de grandeza en una mesa de roble americano restaurada. 
Una Odisea 2001 por esa sensación de ingravidez total que tiene y por poseer todos los resortes de una máquina que se va engrasando sobre si misma y funciona como un tren lento con muchas vistas: one of these days, one of these day, one of these days...y los coros y los himnos y Lo que el Viento se Llevo. One of these Days la propongo desde ya como canción de 2013 y así me ahorro diez meses de espera. Tiene tanta, tanta calidad que me enganchó de donde te tienen que enganchar los discos, con el primer tema secuestrarte durante unos días.
Si quieres, en la primera escucha te fijas en su voz de susurro , en otra en los vientos y en otra en los violines para en la cuarta, atisbar los cambios y homenajes y desps,  todo el conjunto: es un remolino emocional, una epopeya que te lleva al huerto pero que requiere varias escuchas.
Una batería Levon bajo el agua inicia esa rosa que es Will you Love me , una canción de amor heredera de Marie de Randy: y sí , aquí puedes imaginar a Lou Reed cantando con los mencionados, con arreglos de Curtis Mayfield, quien también baja de los cielos. Todas las estampas de mis santos favoritos se dan cita en este altar.
Gone Away es otro melocotonazo, baladón digno de otro de los discos que resuenan en sus esquinas, el de Bobby Charles, el de la ribera del río y el perro. Laid back sound , ese que tanto le gustaba al gran Ian Dury (llego a decir que era su favorito de todos los tiempos)
Laid back sound de cámara más que de establo, con toques gospel pero con todos los meandros interesantes de la Historía gigantesca de eso que llamamos Rock and Roll hecho en el Sur,  que tiene un hilo invisible que nadie sabe lo que es pero que existe. Call and response + guitar licks, un gótico sureño sofisticado. Una pasada.
Steady face mama directamente de los Kinks juguetones y opereteros setentones: estamos ante otra perla salvaje y funky como la mierda. ¿Pero de donde coño ha salido esta nueva estrella? Todos los sabemos de que constelación pero ha mutado en algo diferente como el meteorito ruso, se deja escuchar su estruendo.
Pocos han conseguido, haciendo homenajes directos o indirectos a músicos tan grandes,  sonar tan personales. 
Hot Toddies me hace llorar con su arreglo algo barroco digno de Bill Fay y de B.S.O. de final infeliz y me recuerda a aquello que hacía el bueno de Vic Chesnutt, es decir, el Sur.
También dice Matthew que le gusta Caetano Veloso y Jorge Ben lo cual le honra pero Hot Toddies es como el Opus 40 de Mercury Rev, de ese pelaje. Señores no exagero, esta es una POM como la copa de un pino.
Luego este hijo del Sail Away del nuevo milenio, se transforma por arte de magia, tras un corte preciso, en un semi-instrumental psico-funk muy original y Blaxpoitation ala Primal Scream o incluso con saxos de King Crimson (muy buena idea)
Brazos la más larga del lote, casi diez minutos, es puro Impressions del Choice of Colours mezclados con el Good Ol´ Boys de Randy Newman (de nuevo el maestro del Sur) y el vudú de los pantanos de Luisiana , otro medio tiempo con un cambio radical, sucio y heavy gospel como pasaba en el Exile de Sus Satánicas.
Big Inner una colección de cristal de bohemia como si la banda del American Gothic de David Ackles hubiera sido Love,  como si Joe South militara en una Velvet sureña y de pueblo y como si Matt Johnson  de The The se fuera a Muscle Shoals a grabar la segunda parte de Soul Mining.
Todo ello con el espíritu de su amado jazz. Además, sus textos dicen que son excelentes: ya se sabe,  ese binomio eterno sur-religión, culpabilidad y pecado, ese que conocemos directamente de siempre desde Lucinda a REM; o por otro tipo con el mismo surname,  excelente, al que recuerda Matthew pero en orquestado, Jim White.
Habrá que traducirlas del libreto, entonces todo se amplificará, seguro,  cuando se sepa lo que nos cuenta el bueno de Matthew E. White que nos ha hecho un favor publicando Big Inner, esta pequeña sinfonía, cuando teniamos perdida la esperanza de un nuevo nombre con el que ampliar la W de la balda.
Escuchar para creer. Oler para reconocer. Aspirar todo su groove para ensanchar el espíritu y relajarse, eso que tanto necesitamos. Un meteorito.
Hermano del disco infravalorado del año pasado de Dylan Leblanc pero éste mucho más centrado, certero y disfrutable del tirón. Sur , puro sur.
Mi consejo: si os gustan estas referencias, apartad todo lo que se acumula en este año que viene de aupa porque ha llegado el tiempo de construir el arca, recoger un ejemplar de cada especie que más nos gusta e iniciar una nueva travesía, ha llegado la era de  Big Inner.


7 comentarios:

  1. Muy de acuerdo con todo , excelente revisión de este magnífico disco. El vídeo de "Will You Love Me" también lo inserté ayer en mi blog en inglés.
    rock-zounds.blogspot.com
    Ahora inserto rockrodriland en blogs recomendados y asi poder seguir más de cerca . Un saludo.
    rock-zounds

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  2. esta reseña si le hace justicia al disco, de mayor quiero reseñar como tú Rodri y no estoy siendo irónico ni sarcástico. Lo llevo oyendo un par de semanas, le seguí la pista desde que pusiste el primer corte debajo de tu portada. Es lo que tú dices, podría ser perféctamente la canción del año, o al menos de lo que llevamos de año. Es muy buen disco, es heterogéneo y si, algo que yo no mencioné es ese aire New Orleans que desprende en sus surcos.

    estupendo disco el que se ha sacado Matthew. Cualquier otra cosa no importa demasiado. Buenos días.

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  3. Un meteorito que nadie esperaba y que llega desde sur con lo mejor de cada palo . El sabor dominante es el de un gumbo de la Louisiana con esos vientos que le deben mucho mas a las brass bands que a los de la stax y ese funk siempre elegante y contenido como si Toussaint estuviera detrás . Pero los bajos son dub jamaicanos con cientos de notas impulsando las canciones y dándole ese groove tan particular que tiene el disco. Esas que tu citas son sus influencias y unas mixtapes que ofrece en su web lo aclaran todo. La primera vez que lo oí , y babeé, tuve que seguir con el Good Old Boys de Mr. Newman y quizás por ese susurro de voz y porque me parece que comparten muchas intenciones , me ví rescatando el Storyville de Robertson . Muy bueno el sr White , y muy bueno que salgan discos que aligeren el traquetreo de este viejo tren que es el r&r . Nos vemos en la Night Parade Joserra, sección creyentes con fé intacta. Un abrazo

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  4. Un meteorito que nadie esperaba y que llega desde sur con lo mejor de cada palo . El sabor dominante es el de un gumbo de la Louisiana con esos vientos que le deben mucho mas a las brass bands que a los de la stax y ese funk siempre elegante y contenido como si Toussaint estuviera detrás . Pero los bajos son dub jamaicanos con cientos de notas impulsando las canciones y dándole ese groove tan particular que tiene el disco. Esas que tu citas son sus influencias y unas mixtapes que ofrece en su web lo aclaran todo. La primera vez que lo oí , y babeé, tuve que seguir con el Good Old Boys de Mr. Newman y quizás por ese susurro de voz y porque me parece que comparten muchas intenciones , me ví rescatando el Storyville de Robertson . Muy bueno el sr White , y muy bueno que salgan discos que aligeren el traquetreo de este viejo tren que es el r&r . Nos vemos en la Night Parade Joserra, sección creyentes con fé intacta. Un abrazo

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  5. Me pongo a ello. A propósito, qué bonito el Virginia de The National. Ellos lo tienen, hasta las obras menores tienen ese algo inexplicable que hace grande a los grandes.

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  6. Esas referencias a Joe South y a Matt Johnson las acabo de ver. Apunto bien apuntado esto. Gracias con abrazo.

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  7. Poco a poco va ganando terreno en mi Isla... Sin pausa y a fuego lento me va encandilando, creo que irá ganando con el tiempo, con las escuchas y será el disco que a final de año dirás: "coño, si no pongo esto en el podium a quién coño pongo? Y de donde ha salido? pues ni idea, dicen que de pequeño ya tocaba su soul de cámara por las tabernas de Júpiter y Saturno pero son habladurías.... desde luego su música y su pintaza son impresionantes. Saludos!!!

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Amo la música más que a todo.

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Todos los textos pertenecen a Joserra Rodrigo salvo citas y párrafos con su autor referenciado.