domingo, 30 de diciembre de 2012

CLÁSICOS REVISITED: LUCINDA WILLIAMS-LUCINDA WILLIAMS (1988)

Estoy hasta los huevos. No se realmente en que extraña espiral me he metido pero me pasa siempre. Me comprometo y me quedo solo en el camino, me lo como todo sin llegar a nada. Mis "pequeños" Aitor Fuckin´ y Charo Rigby, cómo puedo echar tanto de menos el humo de sus blogs, están preocupados por mi y yo por no encontrar la verdad que encuentro en ellos.
A partir de los cuarenta mucha gente se amarga y se hace desconfiada, resabiada y estúpida.
Odio a los desconfiados, es algo con lo que no puedo, me pueden,  por eso cuando tengo un episodio de desagradecimiento manifiesto injustificado ante mis ojos, de falsedad,  me voy al Lucinda Williams-Lucinda Williams porque en él sólo encuentro confianza y verdad a la cara. La Lu  de Luisiana no vacila, es tan cierta que duele, igualita a la de Sevilla.
Ella no es una pro, nunca lo ha sido, es una amateur y al final se ha hecho al ama de la barraca, siendo ella misma.
Este disco dentro de su discografía maravillosa es especial y único, trufado de trufas, de partes de vida, de canciones para los restos.
Ella si te quiere ver, lo quiere hacer a rabiar (I just want to see you so bad)  y te cuenta como una pobre camarera de pueblo llamada Silvia está hasta los ovarios y se pira a la ciudad a disfrutar de la música y la vida porque como dijo ayer Kiko Veneno la flor de la noche es para el que la merece (The Night is too Long)
Es la reina del abandono en Abandoned, de que no se la dan con queso, las miradas delatan y los blues son universales mientras que en Big Red Sun se muestra de la escuela sencilla de John Prine, hacer poesía de lo que hablas a diario: 

true love to hold is worth everything
it´s worth more than gold on any diamond ring
but this little diamond and a heart that´s been broken
are all I got from you

Like a Rose inspirada en la Velvet es un amor o  el amor, abrirse como una rosa como lo hace Lu pero luego pasa que te abres tanto que abusan de ti y tienes unas tremendas ganas de cambiar cerraduras y tirar las llaves por el w.c. para que se joda el ser que te ha chupado toda la sangre (Change the Locks)
Los besos apasionados son para enmarcar y son un derecho a reclamar  (Passionate Kisses) o igual es que no los merezco porque soy demasiado  triste para ti (Am I too Blue) 
Ella es de pueblo e ir a la City of New Orleans es todo un acontecimiento (Crescent City) y su hermano sabe donde están los mejores garitos donde suena la acordeón zydeco y se comen po´ boys.
La descripción del momento en que quieres ser tú mismo y no depender de nadie para nada (Side of the Road) apartarte de la obsesión y ser libre ( un poco es lo que representa este grandioso disco, una republica de auto-confesiones), que las piernas sientan la hierba alta, raspando, despertar...fantasear con las vidas ajenas y su inútil comparación con las propias.(Side of the Road, o una de sus diez mejores composiciones y quizás mi favorita)
Todo esto es el precio que tienes que pagar (The Price You Pay) por descuidar a alguien a quien tenias que haber cuidado por haberse comprometido a ello, por tener que confiar en el compromiso.
Es la vida , es Lucinda Williams-Lucinda Williams, ella estaba hasta los huevos pero enamorada y lo soltó todo en forma de bellas canciones, eternas canciones, canciones de salvación. Aitor , Charo os quiero.


4 comentarios:

  1. Y siempre nos queda ella. Mentor, este post me hacía más falta a mí que incluso a ti, te lo prometo.
    Ha sido una preciosidad.Y sólo te puedo decir que te quiero con locura y que a esos desconfiados que les den a todos! y que les den bien! porque en ésta vida uno se tiene que arrimar a quien le de calor y cariño, hasta para comprar el pan.
    Llora junto con Lucinda y déjate llevar, no hay nada más bello y reconfortante que encontrar con quién desahogarse el corazón.

    P.D. Estoy entre bastidores reformando cosillas, el Beautiful Place necesita lavado de cara y estoy trabajando en ello, gracias por echarlo de menos.

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  2. No es un problema de los cuarenta: el mundo está lleno de desconfiados en la misma proporción que está lleno de hijos de puta. En la mayoría de los casos se trata del mismo individuo (el que piensa que harían con él lo que él haría con los demás), y, unos pocos, los menos, quienes están cansados de poner ambas mejillas y ya no están dispuestos a bajarse los pantalones por enésima vez. Pero a estos últimos les basta con un destello de confianza para volverse a desabrochar el cinturón. No es una cuestión de edad, conozco un millón de viejos de menos de treinta años y no es tu caso. Y… volverá a sonar una canción y nos olvidaremos del mundo a nuestro alrededor, miraremos a quienes nunca dejaron, ni dejarán, de estar a nuestro lado y descubriremos en ellos a eternos adolescentes que por siempre, confiados, seguirán creyendo en el rock, en el pop, o como cojones lo queramos llamar, nos enamoraremos de nuevo y el disco volverá a girar.
    No sé exactamente lo que puede ser, pero lo tienen en los ojos WILLIE NILE, MIKE SCOTT, CHUCK PROPHET o PATTI SMITH. Y nosotros lo hemos visto de cerca. Yo sigo pensando, aunque juego con la ventaja de que una persona me lo recuerda todos los días, que al final, la vida nos pone a todos en su sitio.
    FOREVER YOUNG Rodri!

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  3. no sé si seré yo el desconfiado, puede ser aunque ya sabes mi problema de autorreferenciarlo todo. En cualquier caso quiero recordarte lo que siempre te he dicho y ya hace algún tiempo que no te recuerdo. La Land es para este sucedáneo-aprendiz de bloguero en pañales que te escribe estas líneas,,, im-pres-cin-di-ble y, aunque a veces se eche en falta un comentario tuyo en el decibelio, quiero que sepas que no dejaré de leerte ni de comentar, aunque muchas veces tenga el ánimo por los suelos y no te deje un mensaje, pero siempre, cuando estoy mal, me reconforta leer los blogs amigos, entre ellos y muy especialmente este. Con todo mi cariño, tu amigo (espero), Ned!

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  4. Profunda reflexión, apreciado Joserra. Yo también he pensado más de una vez que hay gente a partir de los cuarenta que se hace desconfiada, resabiada y estúpida, y que pierde humildad y grandes valores que tenían algunos años atrás. Llevaba mucho, mucho, mucho tiempo sin escuchar la velvetiana "Like a rose" y ha sido un auténtico bálsamo. Un fuerte abrazo y los mejores deseos para el 2013.

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Amo la música más que a todo.

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Todos los textos pertenecen a Joserra Rodrigo salvo citas y párrafos con su autor referenciado.