jueves, 14 de junio de 2012

OLD WEIRD SHAKEY

La fábrica vuelve a abrir
La antología de Harry Smith es a un lugar al que hay que llegar como artista y como melómano, si eres como Neil un grande de Norteamérica, eso es igual que aprenderse los acordes básicos y la clave de Sol. 
La austeridad y el sufrimiento que están siempre presentes en el rock and roll vienen de unos tiempos en los que la recia moral luterana de los colonos se mezclaba con cantos de salvación, añoranza, promise lands, banjos, pecados y guitarras de blues. El flamenco de U.S.A. tiene muchos palos pero el que realmente apasiona, el más hondo es  uno que es transparente y que rige el criterio de selección  de Harry el compilador.
Lamentos de niños asesinados, fantasmas en el campo de algodón, animales con varias cabezas y manten que mi lápida permanezca brillante.
Neil y su loco caballo, esta vez,  han traido a ese género, las canciones que todas las generaciones de americanos han cantado desde parvulitos, aquellas que aparentemente podrían ser más de celebración que de purgar los blues, aquellos clásicos tan manidos de los que nadie esperaba semejante vuelta de tuerca.
Y han conseguido un disco digno de recopilar por Harry, un disco que tiene el título que merece y que no es para todos los públicos: si bien aquí no se pega el Explicit Lyrics, bien habría que poner una pegatina con Explicit Sound. Porque Neil Young & Crazy Horse son una fábrica de las de antes, de las que contamina pero produce, produce un sonido dificil de eliminar de tu subconsciente y desde ya hace tantos años que uno no conoce de tiempos sin sus imprescindibles humos. Son reales y eso les mantiene vivos.
Uno de los misterios sin resolver, como el de los agujeros negros, es como semejante catetismo instrumental, los golpes uniformes , los platillos, el bajo a piñón y una guitarra tan ruda pueden producir en nosotros una sensación más americana que el olor de un Malboro quemándose.
Dieron, como Oteiza,  con la esencia de una cultura ancestral y perenne, sacaron el hierro de sus estructuras y la dejaron de nuevo peligrosa. Sabían que el arte popular no conoce de sofisticación, es muy palurdo pero demasiado emocionante como para sustraerse a su erótica.
Su forma de interactuar ya es cásica, si no existiera habría que inventarla. Mientras Bruce con las Seeger Sessions sonaba a domingo en la congregación, estos catetos cantan y tocan como si estuvieran , entre semana, currando de sol a sol, sin cobrar un duro y cagándose en los muertos de su landlord de turno. Son peligrosos y a algunos pueden molestar.
Americana es de esas cosas como John Wesley Harding o los Handsome Family ( qué grupazo que ahora recupero con ganas) nacen del moralismo y de un espíritu de defensa del que nació una nación.
From the redwood forest....
Es lo que hay: tradición y vatios y unos coros fantásticos, no pidas más, no exijas menos.
Pero ante todo hay un fantasma que aulla en los huesos de Americana y es la intrincada guitarra del bueno de Shakey, que siempre hecha humo, que siempre contamina el corazón, que canta por el canal derecho salmos redentores. que es pura poesía. Si no existieran estos tipos habría que inventarlos. Americana no es un disco de versiones, si lo has leido, si lo has pensado, yo te digo que todo eso es mentira. Las covers son un pretexto para reabrir la fábrica y para grabar uno de los discos más funkys de 2012, le année extraordinarie.



7 comentarios:

  1. Este es un discazo, discazo menor si quieren los terrícolas, pero discazo al fin y al cabo. Y además ya confirmado que en realidad es un calentamiento al nuevo disco de Young con los Crazy horse esta vez con material original del abuelo. Saludos Joserra!

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  2. Si. neil se tira un pedo todos decimos ¡ joder que bueno !!!

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  3. no te sobra ni media letra. Lo que más me alucina es cómo diablos se puede sonar así en el siglo xxi, esto es puro 70's, anda que no vamos a echar de menos ni ná a los abuelos cuando no estén Rodri. Buenos días y un abrazo!!!

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  4. Peaso de entrada, desde la playa se pide nuevamente permiso para reproducir fielmente. Que bien lo cuentas Joserra un abrazo y esperamos que consigas pernocta para el Shakey fest

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  5. a mi me gusto mucho al principio, pero ahora me cansa un poco. De todas maneras, discazo tremendo. saludos,

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  6. Buen álbum y excelente crónica. Guardo como oro en paño el vinilo Rust never sleep, con los Crazy Horse, acústico y rock según la cara A o B. My, my, hey, hey.....

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Amo la música más que a todo.

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Todos los textos pertenecen a Joserra Rodrigo salvo citas y párrafos con su autor referenciado.