miércoles, 4 de enero de 2012

HISTORIA DE UNA OBRA MAESTRA:BLIND WILLIE McTELL

All the way from New Orleans to Jerusalem

Cuentan los cuentos que el bueno de Mark Knopfler se mosqueó un montón con Dylan por no incluirla en el set de Infidels, caprichos inexplicables del capitán, racanería para aumentar la leyenda, dejar a los discos cojos para no chulear de putoamismo continuado, todas las razones que ustedes quieran pero Blind Willie Mctell era mítica nada más componerse.
Para empezar, nos dijeron que era la cosa más increíble que His Bobness se había dejado fuera de un disco y lo es, muchos descartes de as porque lo mismo pienso de Cross The Green Mountain no hace tanto tiempo o de Sign on the Cross si hace mucho tiempo.
Canciones tan anchas, tan panorámicas que pueden perjudicar a las que les acompañan, las pueden llegar a acojonar y hacerlas tambalear. Imaginad Union Sundown tras esto.
La decisión antojadiza del rey quizás no fuera tan equivocada. Los pintores tienen sus series pero también el cuadro de su vida y , a veces, ni ellos mismos saben que lo tienen, lo guardan para que coja polvo y nos privan de algo muy grande.Bob es un auténtico especialista en putear de esa manera, los demás editan rarezas y no valen el canto de un duro comparadas.
Blind Willie McTell quiere sintetizar los mitos del sur, la gloria del blues, la ruta 66, el crossroads y al final, no sólo los destila sino que los supera  porque el jodido bardo es como Shakespeare, una poesía de amor sencilla la convierte con el dominio del lenguaje, la métrica, la rima  y el timing,  en el propio amor.
Blind Willie McTell es más Sur que el Sur, es más blues que el blues, es más mito que el mito.
El tema que se quedó  fuera de Infidels es El Gernika, tiene un montón de recovecos, de formas de verla, de miradas, de poder evocador, de luces y sombras. Y ahora, de manera curiosa, le encuentro tonos de Stairway to Heaven, un espíritu de compasión por la pequeñez que somos y lo grande que es todo lo que nos rodea o viceversa , quién sabe de qué se compone la grandeza si cuando desaparecen las personas que nos importan todo encoje.
Blind Willie McTell es solemne pero no empalaga, no es tramposa, es sincera y da gusto escucharla y leerla en vernacular, además se basa en Saint James Infirmary, una garantía en lo que se trata de una perfecta sucesión de acordes mayores y menores.
Desde el St James todo es blues
El caso es que uno tiene que estar muy cansado de las giras, los hoteles, el cambio de colchones si se llama Bob Dylan pero la carretera, es lo que tiene, inspira cosas como este diamante bruto que no salen tan fácil desde el sofá de tu casa.
El Hotel Saint James de Nueva Orleans, salir a fumar un cigarro en su balcón de hierro español y early in the morning the sun was shining...
Cuando coinciden versos sublimes con arpegios matemáticos, cuando el duende convierte a la plegaria en llanto, cuando se consigue digerir a la Billie del  Strange Fruit, es entonces cuando entiendes la epopeya del Dixie Down, todo el sufrimiento que hay detrás de esa música cautivadora de los doce compases.
Bob lo consiguió, dejar el lienzo definitivo para que, de vez en cuando, los mortales, lo admiremos.
Ya será para siempre un bluesman y no se le puede marginar por ser federal, por muchas razones pero entre ellas, la más grande, por Blind Willie McTell.
La elección es exquisita, no se inclina por Robert Johnson, demasiado obvio sino por una voz que paraliza la película (en Le Havre, film que recomiendo,  la escena en la que el crío africano pone el vinilo de Mctell es apoteósica, momento feels like home)
Got my mojo workin´
Statesboro Blues, Cotton Fields, Mother Africa, Ragtime, Georgia Sam he had a bloody nose, Sail Away...Suffering, todo viene a la cabeza, lo que tenemos, el rock and roll, se basa en su padre el  sufrimiento y nadie canta el blues como Blind Willie McTell...


See them big plantations burning
Hear the cracking of the whips
Smell that sweet magnolia blooming
See the ghosts of slavery ships
I can hear them tribes a-moaning
Hear that undertaker’s bell
Nobody can sing the blues
Like Blind Willie McTell


Obsérvese el a-moaning, genial o como meter lo máximo en el mínimo espacio.Una forma muy dylaniana:  a-gerundio-infinitivo.
Si Bob con The Band en la Big Pink redactaron el Nuevo Testamento partiendo del Viejo, del de la Weird America de Harry Smith, en Blind Willie McTell dio carpetazo definitivo a la Old Time Religion, no admite más interpretaciones, apóstoles o apostasias, la fe es única, verdadera y simple: seen the arrow on the doorpost  es algo parecido a don´t follow the leaders watch the parkin´meters.
gazing, gazing, siempre gazing

Últimamente hablamos del poder curativo de las canciones y creo, que Blind Willie Mctell es una canción histórica sobre esclavitud, sufrimiento y arte sureño pero también es un puro fado, en el sentido de destino, la condición humana que ha permitido el proceso porque dice: todos queremos parecernos a Dios pero la corrupción y la avaricia es toda lo semilla que hay, no nos queda, por tanto, ante la evidencia otra cosa que mirar a través de la ventana del Hotel Saint James y exclamar que nadie, nadie, canta el blues como Robert Allen Zimmerman.

 "Empecé a tocar esa canción en directo porque escuché a The Band interpretándola. Más bien era un demo, probablemente enseñando a los músicos cómo se debía hacer. Nunca fue completada, nunca estuve por ahí para completarla. No debía de haber alguna otra razón para descartarla del disco. Es como tomar una pintura de Monet o de Picasso, ir a sus casas y mirar una pintura a medio terminar y venderla a la gente que son seguidores de Picasso." En la wiki...¿será chulazo?


Como quizás sea la primera expresión del Dylan Maduro, rondaba los 43 años cuando le salió de su sombrero esta otra paloma, sirva la presente entrada para anunciar un especial sobre su etapa viejuna, rica como pocas, quizás la más plena en reflexiones más que en descubrimientos sonoros, en el fondo que en la forma: esa que va desde Time Out of Mind a Together Throught Life, en la que, sabiendo superado el Nuevo Testamento ha desarollado su propio sermón desde la montaña.


Las dos versiones, las dos caras de la moneda, las dos definitivas, Mick Taylor es Dios.
Ponemos la eléctrica para variar...
Infidels tiene I & I, Jokerman, License to Kill, Don´t fall Apart, Sweetheart like You...incluir ésta, con Foot to Pride, hubiera sido demasiada chulería.

5 comentarios:

  1. Recuerdo perfectamente la primera vez que la escuché. Al acabar me quedé de piedra pensando en la tremenda maravilla que había parido el genio malhumorado.No me canso jamás de escucharla. Maravilloso texto Joserra. Saludos.

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  2. Joserra , deja todo y ponte a escribir , quiero perderme del todo en estos textos tan especiales y que me llega tanto ( ¿generacional ? ; y quiero más ; en serio replantéatelo , saldremos ganando todos , te animo a que lo hagas ; más claro , agua.
    Un Fuerte Abrazo !

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  3. Chulería la tuya marcándote entradas como esta como si nada... Alucinante canción que desconocía por completo.
    Saludos.

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  4. La madre que te parió!
    Esta entrada no tiene desperdicio alguno. Y eso que dices que se avecina, esa etapa del Dylan maduro. Eso va a traer cola, ya verás. Y está claro que si hay una Religión, sabemos quién es el Dios. Y ese Dios toca ambos mandamientos. Amén Mentor, y eso que no estamos en la misa de doce.

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  5. Dios Dios Dios... menuda versión más genial del mítico temazo. Para mi entender, incluir Blind Willie hubiera puesto Infidels a la altura de Highway 66 ó Blonde on Blonde. Cosas de genios supongo.

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Amo la música más que a todo.

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Todos los textos pertenecen a Joserra Rodrigo salvo citas y párrafos con su autor referenciado.