jueves, 17 de noviembre de 2011

BURIED TREASURE : HIMSELF - ANDY WHITE

pincha y levita

1989  suena chungo... a querer y no poder, no había tantos songwriters interesantes como ahora.
Haberlos los había y siempre los habrá pero no como setas tras la lluvia en los senderos. También es que tenemos acceso a todo y a nada. Antes eran conquistas y este disco ( que espero que un Jesús o un Anónimo E lo compartan) fue un flechazo en el centro del corazón.
Uno andaba muy irish por entonces, acabando la puta carrera y colgado de los Waterboys y de Van Morrison. A su vez, soñaba con visitar la Isla Verde, hubo que esperar a acabar el puto servicio militar y allí nos fuimos como dos héroes del bocata de smoked salmon a plantar la primera tienda paraguas de la sección deportes Corte Inglés, colgando bragas y calzoncillos de una cuerda interna en la húmeda Connemara.
Patético pero irrepetible, romántico y jóven pero acabos rotos pronto, nacimos con espíritus de viejos, siempre nos gustaron los colchones mullidos.
Ese regusto irish impregnó nuestras vidas, nuestros gustos, nuestras Guinness y los discos. Astral Weeks se convirtió en nuestra biblia de bolsillo, eramos tan estúpidamente felices viendo los ferrys pasar pensando que eran los de Sweet Thing, dando vueltas en Spiddal sin encontrar al final la casa donde se grabó Fisherman Blues, que pronto cantamos el Camino Soria , de vuelta a casa.
Escucho Freeze-out dylaniana como pocas y se me dibuja una sonrisa por los tiempos pasados ya gloriosos, nos reiamos sin parar, nos conformabamos con poco, empezaba nuestra vida independiente, eran los días de vino y rosas.
Y llegó este disco, discreto, de un chaval de Belfast y clavó todos aquellos sentimientos, bajando a la tierra las referencias celestes de nuestros ídolos, atreviéndose a entonar  un Desalotion Row de andar por casa.
Fue tan bonito, tan bonito lo que llenó este disco que os suplico que le peguéis una escucha y me contésis que os dice ahora.
Si esta maravilla sale hoy estariamos con Mercury Prizes y en portadas o listas pero ya hay muchos para repartirse el pastel. Entonces, estaba Andy White. Ël, los bocadillos de salmón y las calles de Clifden. Ahora sólo quedan los aros de crema del oro líquido irlandés en el vaso y de sorberlo en todos sus surcos.Estoy ausente, agobiado, morriñero¿se nota?


1 comentario:

  1. El aire irish, dosificado, siempre sienta bien.
    A lo que iva, mal se tienen que poner las cosas para que el dia 3-12 uno que conozco no se de una vuelta por Bilbo....

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Amo la música más que a todo.

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Todos los textos pertenecen a Joserra Rodrigo salvo citas y párrafos con su autor referenciado.