miércoles, 8 de junio de 2011

PEACE AT LAST:THE BLUE NILE


El Nilo pasa por Glasgow

Antes de entrar a valorar el nuevo trabajo de Bon Iver (Justin Vermon) me apetece hacer justicia torera y hablar sobre uno de los combos más extraordinarios que nos dieron los ochenta. Sí es cierto que estaban los Go-Betweens, los Smiths, los Rem pero...The Blue Nile hacían una música avanzada a su tiempo pero marginal porque ahora Bon Iver hace lo que ellos, con su tremenda personalidad pero calcando muchas de sus texturas.
Mal que les pese a muchos,  Bon Iver está en otra categoria, no pertenece a la familia esa del americana, es visceral como lo fueron Jeff Buckley o como John Martyn, con un discurso propio y unos medios técnicos adaptados. Y como ayer la primera escucha entre sueños de su nuevo trabajo me trajo estos nombres a la memoria, no puede pasar de ya mismo el que presente a los de Glasgow como merecen o por lo menos explique el significado que para mi encierran.
Pelín de wiki: allí se dice que son adult pop oriented y eso da alergia al instante, si es cierto que el tipo de emociones que interpretan no es para la chavalería pero los feelings no tienen edad porque hay chavales que volviendo de farra también ven destellos de diamantes en el pavimento mojado y por tanto, aunque encasillarlos con el acné ramoniano no les identifica, hay de todo en la viña del señor...
También dice que empezaron basándose en la electrónica para pasarse a un sonido más acústico...cierto pero no fue una traición, al contrario.
Paul Buchanan y Robert Bell, como casi siempre, son dos universitarios de Glasgow que aman la música y que en 1981 se ponen en el otro lado, a amasarla. Plena era post-punk joy divisiana y en los USA los Talking Heads y demás pero ellos querían demasiado sus viejos discos caseros de Sinatra y de Antonio Carlos Jobim. Sofisticados, eso es lo que son los dos escoceses y otro más , Paul Moore, el de los sintetizadores.
1984, 1989,1996 y 2004 son los años de sus cuatro únicas publicaciones, constando en el Guiness de los records como la banda menos coneja del planeta british pop sin rupturas/reuniones. Está claro, es necesario un colador para que queden las pepitas de oro.
Eso dice mucho de perfeccionismo, paranoia, autocrítica y fracasos, además de ese adult friendly oriented...que siempre les va a joder un poquito.
Es difícil glosarlos o ubicarlos porque su presentación en envoltorio industrial, muy sintético puede echar a muchos perezosos de lado pero voy a tratar de empezar el cuento por el final, The Blue Nile es gospel, gospel norteuropeo.Y de esa premisa para atrás de nuevo.
Siete temas de unos cinco minutos cada uno, una portada nocturna, un nombre de grupo sugerente y un título definitorio, a Walk across the Rooftops es con lo que nos encontramos allá por 1984. Un paseo por los tejados, eso es The Blue Nile, un paseo nocturno urbano y con las tejas mojadas, igual que el primer vocalista que te viene a la cabeza cuando escuchas el registro de Paul, La Voz, sí el señor Sinatra, suena a él, o lo más parecido en el pop y el rock.
Aunque las baterías , los ruidos y el fondo sean sincopados y tecno, con  ese tipo de voz, en contraste, le hace parecer a todo lo que se escucha una orquesta de cuerda...son tan extremadamente originales...Las bases son funky y no difieren demasiado de las de los Talking Heads pero aquí no hay nerviosismo, esto es sedación o mejor dicho, reflexión, reflexión con uno mismo.
Dos temas más tipo hits, muy de la época,  como son Stay o Tinseltown in the Rain son los que destacan y todavía , aunque es un discazo, les faltan varios hervores. Tiene una gema llamada Easter Parade, Sinatra haciendo Tom Waits pero en clave Europa, de estas que te arrancan las entrañas, ese contrate del hielo y el calor, ese ruido que hace el primero con el café.
Esa será una marca de la casa, en cada uno de sus cuatro discos en 20 años siempre habrá un tema así.
Es un debut que tuvo sus problemas y eso se nota pero es importante porque ya El Nilo Azul está encauzado, se le ve venir pero todavía con un cauce estrecho, de nacedero,  aunque el color de sus aguas seguirá siendo el mismo.
Cinco años es tiempo más que suficiente para poder pulir una primera obra que ya era de culto pero es que ellos no eran una propuesta comercial,  ni de canciones angelicales como Prefab Sprout, ellos eran gospel norteño que necesitaba de un estado de gracia en composición para hacerlo más digestivo y bonito.
Su momento llegó en 1992 con una obra maestra y uno de los diez discos de los ochenta, Hats donde las maquinas parecen seres vivos, enamoradas de lo que Marvin Gaye publicó antes del disparo del father, sexual healing...Rattlesnakes,This is the Sea, The Queen is dead, Steve McQueen , 16 Lovers Lane, Hats...
Y es que como San Marvin lo que en otros puede resultar frio y chochi, en los escoceses tiene la gracia y el valor de lo único.Luego los perroflautas de Deacon Blue les imitaron el concepto para forrarse, una vieja historia, como ahora la de Coldplay con Radiohead.
En la primera canción, Over the Hillside ya se ve que esto es de otro nivel,  te metes en su túnel como en What´s going on y no quieres salir de allí, atontado, dibujando en el vaho de tu propio aliento en la ventana, en el silencio de las 4 a.m., mirando al único coche que pasa cada hora por tu calle.
Te enfrentas a tus propios secretos del corazón, a tus miedos y deseos, es algo muy privado  escuhar a The Blue Nile. A mi amigo Larralde, por ejemplo, le dieron fuerzas necesarias en momentos demasiado delicados de salud y me pongo la medalla de firmar la receta. La música cura, no tengo la menor duda.
The Downtown Lights es su canción más famosa y no hay día de Navidad que volviendo de alguna de las dosmil cenas,  pase por el Corte Inglés iluminado, con la Gran Vía casi desierta y piense en el tema, esa belleza de las calles cuando son todo tuyas y tú con la bufanda eres el protagonista de tu propia opera.
Luego Let´s Go Out Tonight que es capitulo aparte, BELLÍSIMA hasta golpear, una de las grandes canciones de la noche, de una noche de corazones rotos, de decepciones, de recapitulaciones, de recuerdos que escuecen...¿la canción más triste jamás escrita? Con Tired Eyes de Neil Young y Famous Blue Raincoat del principe de Asturias puede que sea.Bueno y Soldier´s Things de Waits.
Devastadora: ese tipo de sugerencia de otra oportunidad que no va a funcionar, de irse todo al garete por no abrir el pico en el momento oportuno, el deterioro que producen los silencio o las palabras mal meditadas,  las últimas ascuas del amor, un canto agonizante al hemos sido unos idiotas...Alto voltaje, demasiado privado.
Su tempo de balada soul se asocia con Marvin Gaye junto a Frank, los dioses de este Nilo. Una de las mejores slow songs de todos los tiempos y me quedo corto.
Headlights on the Parade vuelve a donde lo dejaron los hits del primero pero hay más empaque y Paul se lo cree mucho más como príncipe del funk blanco. La quinta y la sexta, sólo hay 7 temas, de nuevo todo condensado, destilado, en barrica, vuelven a terrenos Tom Waits, los títulos lo dicen todo, estaciones vacias y 7 de la mañana, cuando todo suena diferente por el silencio.
El final con Saturday Night es memorable who do you love, who do yu really love , así comienza su plegaría que bien pudiera ser del Here My Dear de Gaye, ese nivel.La noche en vela más hermosa, eso es lo que es Hats, el disco nocturno por excelencia, ahí con Blue Valentines after all these years.
La crítica rendida y ahora siempre en las listas de los mejores pero entonces ninguneado.
Habría que esperar hasta 1996 para otro suministro de metadona y mientras tanto ellos entraban en la casa de Rickie Lee Jones o de Robbie Robertson. Peace at Last es mi favorito pero porque soy un soulboy, no por otra cosa y las guitarras acústicas aparecen en la mezcla: el gospel inicial que es Hapiness es sublime, su secuencia y sus coros finales, Happiness.Tender de Blur puede ser una prima hermana en superventas ( Blur es un grupazo Aitor y mucho más variado que los Cejas, lo cual no es excluyente es reivindicable)
Tomorrow Morning parece del Tunnel del Boss pero en mejor si cabe, aquí fuera lo sintético y te das cuenta lo grandes que son como compositores. Mosquea porque parece que todo va  a ser muy unplugged ya que Sentimental Man parece de Antonio Vega (guardan para mi mucha relación, seguro que le flipaban al madrileño los Blue Nile) pero es en la primera cara porque después vuelven al café con hielo, al funk correoso e incluso siniestro de Holy Love, sobre la 7, como siempre casi de penúltima,  la balada a los Randy Newman, otra d esus referencias, Family Life es también extraordinaria  y un canto al family man , a sus grandezas y miserias y siempre los coches y la noche...y una tortura que embriaga...
Esta vez son diez y el final como siempre perfecto, un Soon donde Al Green se nacionaliza escocés, reptante como la Hi pero británico, falsete ala Village Green, northern souls.
2004 es la última vez que llovió en el Nilo Azul porque con High se acaba el cuento  y esperemos se metan al estudio porque ya son demasiados años de sequia.
Siguieron en éste la ruta marcada por Peace at Last, es decir menos tecno trasero, menos hielo. Por un lado chapeau por otro ya se convierten en un grupo menos original, más maduro si cabe pero nunca hay traición, hay años y sabiduría y ya tienes una edad que debes dejar de cacharrear y las acústicas son lo más adecuado para el discurso. Robbie Robertson trata ahora de ser Blue Nile pero no...
Incluso hay un Because of Toledo que podría ser de Jackson Brown. Yo metí en el Best 2004 el She Saw the World por su brio funk y sus palmas finales, me encantan las palmas.
Está muy bien equilibrado y está el baladón, por supuesto, en esta ocasión el que le da el título.
Conclusión: el mundo de Blue Nile es un mundo aparte, que no funciona con sol, ni siquiera con luz ni gafas de sol, como mucho con la panza burro que nos ha caido en Bilbao estos días que casi parecen de Noviembre. Son nocturnos, con fundamento, con mucho bagaje, para emociones fuertes, básicos e intimissimi.Merecen la pena.

Nota: con esta introducción ya puedo ponerme al tema Bon Iver-Bon Iver porque creo que es un acontecimiento, como el pasado año la Violeta y quien espere un For Emma 2 lo tiene claro, que escuche primero a Blue Nile porque sino lo aparca a la primera de cambio.

Quien sólo vea el disfraz ochentas, con prejuicios, no sabe lo que se pierde...



Hooper es Blue Nile o Blue Nile es Hooper. Roy Buchanan dijo que una vez escuchó en un cab amarillo de NYC a las cuatro de la mañana What´s going on y que fue su epifanía musical más potente...pues anda que escuchar esto...pardiez pedazo de menina entre meninas Let´s go out tonight...

5 comentarios:

  1. Nunca me he parado a oirlos, los conocía sólo de oidas porque son de mis tiempos, pero te haré caso.

    Por cierto, que con Bon Iver (que me los presentó Paco) voy por delante tuya, ya he oido el segundo y... qué diablos, ya te darás cuenta por ti mismo.

    Abrazos!!

    Pd. He disfrutado el Bob-Fanzine como un enano, igual que lo estoy haciendo con la Fakeband.

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  2. No hay palabras para agradecerte que me pasaras el hats cuando más lo necesitaba. Ya sabes, la música no es triste o alegre. Es la gente. Para mi Blue Nile son la leche. Muy, muy buenos. Y de esas bandas que paraece que hacen música sólo para tí. Porque te encanta, y te emociona. Por cierto, para mi High es tan bueno como los otros, y si me apuras.....

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  3. ¡Por alusiones!

    Of course que Blur -Damon- es de lo mejor de los 90', pero para mí después de 'The Great Escape' cuando dejaron los "lalala's" y el pop inteligente pero guasón y sarcástico y se pusieron a experimentar... para gustos. No es por los Cejas, también me quedo con otros más.

    Nada que aportar al post, son unos desconocidos, aquí se viene a aprender.

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  4. Compré “Hats”, no me acuerdo cuando ni por qué. No estoy seguro de si había leído algo al respecto pero creo que el nombre del grupo tuvo algo que ver: sonaba bien eso de The Blue Nile, además eran escoceses y yo rezaba todas las noches con Mike Scott y Lloyd Cole. El caso es que sin estar muy seguro de lo que me iba a encontrar “Over the hillside” me dejó con la boca abierta, la volví a escuchar, esta vez con las luces apagadas, dejé correr el disco, la heroína debe producir un efecto semejante, pensé entonces. Lo sigo pensando ahora, “Hats” está en mi lista de los discos con los que quisiera naufragar.

    P.D. Hay otro grupo Guinness igual de prolífico: The Feelies.

    UN ABRAZO!

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  5. Que grupazo Joserra, igual otro día te da por dedicar un post a Talk Talk, sería una alegría.

    Por cierto, ya me ha llegado el pack de merchandising! Muchísimas gracias, flipante, me ha hecho muy feliz. Las litografias en perfecto estado. :)

    Un gran abrazo!

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Amo la música más que a todo.

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Todos los textos pertenecen a Joserra Rodrigo salvo citas y párrafos con su autor referenciado.