UNA CAUSA PERDIDA

Sign on the Cross

Nos apedrearon, se rieron de nosotros, eso es lo que hicieron los contraculturales viejunos en los primeros ochenta ante aquellos chavales indefensos que veíamos en la conversión al cristianismo del judío-neverending el perfecto método actor´s studio para componer un catálogo de maravilloso gospel. Siempre he pensado que el que te guste esa época es proporcional a lo que conozcas de la música negra, es decir si Muscle Shoals, Stax, Mahalia Jackson, Rance Allen son contraseñas de acceso para ti, tienes el camino despejado aunque más bien fue Slow Train Coming lo que nos permitió entrar en ese pozo sin fondo sagrado de la Soul Music, por lo menos ese fue mi caso y el de Javi.

Y ese es su mérito : como The River nos llevó a Motown, la trilogía evangélica a todo el southern soul, después de Elvis ningún rostro pálido había construido puente más hermoso de acceso a la black music.

Aquellos de las piedras eran los del grito de Judas , pronunciado Iudaaasss!, los de siempre, los tocapelotas, pero ni caso, como Desire no aburre, STC, Saved y Shot of Love tampoco y bien valen una buena parada y fonda,  así como las giras correspondientes desde la primera,  más férrea que la liturgia en Torreciudad hasta aquella , más relajada y con hits, en la que por minoría de edad, aunque tuviera sitio en el coche de nuestro hippie ilustrado Bolo, no puede asistir en Toulousse: los exámenes.

Me tendría que haber escapado porque Dylan y sus negras es lo más lindo que se pudo ver en la época junto a Marley y las suyas.Una riqueza musical e instrumental que jamás ha tenido, Jim Keltner era su batería, Tim Drummond su bajo y Barry Beckett tocapa el piano eléctrico, do ya know what I mean?

Desde la de Street Legal hasta la gira con los Heartbreakers, es decir siempre que ha habido coro gospel, los directos resultaron espectaculares, grandiosos, ricos e imaginativos, de ahí que sea increíble que no haya habido un rescate Columbia en condiciones para todo ese legado.O tienes los piratas o no te enteras de casi nada.

De Blood on the Tracks a esta causa perdida o no, quién sabe. Sin esta etapa crucial de su carrera el mapa queda incompleto como inacabado es su tratamiento en forma de publicaciones oficiales. Menos mal que los artistas negros le han hecho su homenaje porque ellos como los del flamenco saben cuando se toca un palo bien y este jodido le pega a todo bien.
Slow Train Coming fue un bombazo, un lento tren que llegó y escandalizó, punk after punk pero era la primera vez que Bob se basaba en una cosa llamada groove, él el funky lo había tenido desde que le parieron pero tenía que probar si tenía groove y vaya que si lo tenía.Además, sonando tan sofisticado como Steely Dan.
En está actuación para mí es tan revolucionario como en el 66, toma smoking , toma groove, toma arrolle, el tren llega y si te pilla en medio te destroza.A toda esa peña incluido Kristofferson, gran bob fan, le dejo K.O. Hablaba de Jesucristo pero tenía groove el muy cabrón y todos, todos tenemos que servir a alguién, eso te lo deja bien clarito. Pedazo de tema, pedazo de show.
A Dylan ya no le interesaban las canciones, le interesaba el sonido, el mensaje, el sermón y la música soul y con ritmo de tren, fuera O.V. Wright fuera J.J. Cale o su tocayo Robert Marley, al que por cierto se le echa mucho en falta.