Together through Life |
Hoy marca el calendario el final de mes y me da una terrible pena, ha sido un poco como el Giro, un recorrido que echando la vista atrás se ha centrado en la etapa de Bob Dylan que me marcó la adolescencia y la primera juventud que es la más dura de pasar pero donde te quedan marcadas a fuego las cosas para siempre por mucho que te vayas limando.
Ha sido un placer no estar preocupado más que de hablar de His Bobness, podría estar toda la vida hablando de aquellas cosas a las que él, sin quererlo, te lleva de la mano y a las que te pone el freno. Señoras y señores, como dice Charo...sus canciones, el 90% me dan de comer en la mano y no está nada mal ese porcentaje con semejante carrerón.
En realidad, como me dicen en la radio, no hay día que no hable de Bob Dylan porque considero que me importa su arte pero si te importa su arte , te importa su persona, es decir, me place que disfrute aún de la carretera aunque me de igual toda la parafernalia, los datos, que toque para el Papa o que quisiera meter mano a Amaral en aquella gira en la que fue telonera. Me importa que siga siendo interesante, relevante, que opte al Nobel, que sonriera en el pasado Askena y que sea amigo de Augie Meyers o le rompa el corazón el sonido de la acordeón de David Hidalgo. Me gusta que diga en su último comunicado que todos podemos escribir un libro sobre él y que incluso alguno puede ser bueno, sus programas de radio , oirle hablar, probad para cocinar, una maravilla, no se te pega nada y te sale la bechamel.
No me considero un erudito de Dylan , para nada, hay gente en la fest que pensaría que me lo sé todo de él, hice un test no sé en qué página y , es cierto, que fallé pocas preguntas pero porque me interesa que siga vivo, no por otra cosa. También a mi me interesa seguir vivo y no podría vivir sin sus canciones. Es parte importante de mi, desde tonterias como el sonido de los botones de la camisa del Blood on the Tapes en la tapa de la guitarra a los arpegios de Langhorne en Mr. Tambourine Man.
Tiene dos formas de calificarse esta dulce enfermedad que unos la tacharan de locura y obsesión que en parte lo es y otros como dice anónimo e, lo calificaran como algo inevitable. Para mi Bob Dylan es inevitable. Como inevitable es que se me salten las lágrimas cuando veo a chavales que se enganchan a él , en un acto mucho más valiente y contracorriente que cuando lo hicimos los de la quinta Desire, entonces sonaba en la radio y en todas partes.
No voy a dejar de hablar nunca de él pero si me da cierta congoja que acabe mayo y además, estaré mayor, pero estaba muy a gusto aislado en su mundo que es el más interrelacionado con artistas, todos, absolutamente tiene algo de él porque lo cambió todo con ese golpe de batería, como dice Edu Ranedo, de Like a Rolling Stone.
Quiero comentar que el domingo bajando la Peña Ángulo donde todo parecía del color del Hobbiton quisó sonar el set acústico del Royal Albert Hall 66 y pensé muchas cosas, más sentí demasiado: que aparte de Hard Rain ( I love Hard Rain) ahí está su momento creador más apoteósico, como Miles con su trompeta, solo ante el foco, se trabajó la escasa hora más bella de voz-guitarra rítmica-armónica que puedas escuchar, estaba enchufado a una fuerza sobrenatural, a algo que sólo pude percibir en la Capilla Sixtina pensando en su pintor. ese proceso creativo in the making es EXTRAORDINARIO, aquello ya no es folk, aquello es BOB.
Decir que su armónica suena a la del afilador ya para mi es todo un piropo, i´m a big boy now pero ojo, la armónica es un instrumento muy cabrón, es muy básico en notas y si no lo tocas con el corazón suena frio. En ese milagro que sucedió en Manchester a pesar del título, la armónica me lleva por lo mejor de la vida, abre el horizonte en canal mientras una guitarra rítmica imponente ( Keith Richards siempre dice que es el mejor guitarrista acústico de la jodida Historia) da el apoyo a una voz que para mi es la voz que mejor nunca ha existido, o en realidad, un lamento de salvaje y delgado mercurio.
Trata de escuchar ese Just like a Woman y no sacar dicha conclusión. Pocos han logrado ese paso a otro lugar que es totalmente inexplicable, misterioso y , además, en tantas ocasiones.
Bob Dylan suena allí, en ese set acústico, a tocar en las puertas del cielo y si las sustancias lo favorecieron, benditas sean y bendito sea que no acabaran con él. Billie, Frank, Aretha, Ray, Sam...en esa liga.
¿Cómo se puede decir que el tipo canta mal? Mal cantan los que no deben cantar porque no saben o no transmiten y como dice Jesús, Bob está abonado a la expresividad, una expresividad zarapastrosa pero más real que todas las academias de canto. Su poder de seducción ha llegado a dominar sus broncos graves que es lo que le quedan en su voz actual, voz de cenicero cansado de haber quemado el mejor tabaco y eso se nota.
Es respetable que haya gente a la que le guste que le canten siempre la misma canción pero a mi me gusta que esa canción cada día sea diferente y en eso creo que hice una buena elección.
Todos los caminos conducen a Roma, en este caso, en este mayo, todos a Bob Dylan.
Él nació en primavera, en el mes de Mayo como Isis, justo cuando el campo está en su máximo esplendor de polinización y hace ya 70 años, así empezó el mes la Land ( la primera etiqueta que creo)
Happy Birthday y gracias a todos por colaborar, comentar y hacer el call and response tan necesario para continuar, espero que os haya gustado: get born, get blessed , be neverending , be Bob Dylan.
Por cierto, Enrique, Enrique Alcina, el gadita que tiene el buen gusto de juntar la Tacita con Bob y el R&Roll en ese precioso blog que es Rosas y Mosquitos pero de pluma delicada, un poeta, con ese verbo que sólo tienen en la Nueva Orleans de la peninsula ibérica, en la mítica Cádiz (I love Cádiz, la capital, el resto ya está invadido, sobre todo por vascos en verano), me ha dejado que transcriba su última entrada que me parece matemática, como a Bob la guitarra de Robbie. Pena de fanzine, han llegado las cosas tarde y es que no se puede con todo.
Seguimos festejando el cumpleaños del maestro. Anoche la 2 se animó a ofrecer Las Huellas de Dylan, el pintoresco documental que profundiza en el universo dylanita, linda manera de explicar lo inexplicable a través de artistas españoles bendecidos por la luz del juglar errante. Alguien dijo que Dylan es un cantante punk, o algo así. Entre otras muchas cosas, claro. Aquí aparece junto a la musa del rock neoyorquino, Patti Smith, poetisa visceral, a quien se conocen dos versiones rotundas y dispares de Dylan, "Dark eyes" y "Changing of the guards".
Tiene su gracia, en el documental de marras, la referencia acerca de la condición de mujeriego de Bob. La ministra de Cultura actual revela que fue invitada por Dylan durante la primera gira española del cantante, verano del 84. Ella, que ejerció de traductora y asistente personal, asegura que Dylan no trataba de flirtear, no, qué va, y otros testimonios confirman lo contrario. Tiene su gracia.
De todos modos, el puntazo iconoclasta que dibuja a unos admiradores fanáticos caminando en sentido inverso a la esencia del artista preocupa un poco. La obra de Dylan escapa, se escurre, se disuelve como un azucarillo. A veces maltratada por su propio autor, a veces despreciada por prejuicios simplones. Demasiado manoseada por tópicos añejos.
Rescato del olvido algún disco damnificado por el tiempo y la crítica. Shot of Love, cosecha del 81,que contiene la extraordinaria Heart of Mine, representa el típico trabajo urgente de Dylan, grabado en un par de tomas, como mucho, sin ánimo de trascender, plagado de lagunas y de monentos gloriosos, bajo una producción errática pero luminosa. Dicen que Dylan intentó entonces refundar su cancionero y abandonarse a un nuevo pop propio, otro estilo en su carrera. No lo consiguió, pero firmó un disco quizá secundario pero también único. Para calibrar mejor a Dylan conviene comparar sus álbumes con el resto de oferta musical en cada temporada concreta. Con Empire Burlesque, en el 85, Bob tal vez se dejó aconsejar malamente o quiso aprovechar la ola del sonido chirriante de los ochenta. Aun así, brinda una colección de canciones brillantes y sugerentes, baladas hermosas, algún guiño rítimico a la música negra.Por entonces, Dylan volvía a gozar del creciente respeto de la afición y los músicos, que en años posteriores lo situarían a la cabeza del santoral del rock, acaso el más influyente. Los dylanitas, que llevarán hasta los restos la pesada carga de la mala y la buena fama de su idolo, podrían señalar con el dedo a cientos de cantantes y grupos que han plagiado a Dylan sin el más mínimo recato.
Bob Dylan suena allí, en ese set acústico, a tocar en las puertas del cielo y si las sustancias lo favorecieron, benditas sean y bendito sea que no acabaran con él. Billie, Frank, Aretha, Ray, Sam...en esa liga.
¿Cómo se puede decir que el tipo canta mal? Mal cantan los que no deben cantar porque no saben o no transmiten y como dice Jesús, Bob está abonado a la expresividad, una expresividad zarapastrosa pero más real que todas las academias de canto. Su poder de seducción ha llegado a dominar sus broncos graves que es lo que le quedan en su voz actual, voz de cenicero cansado de haber quemado el mejor tabaco y eso se nota.
Es respetable que haya gente a la que le guste que le canten siempre la misma canción pero a mi me gusta que esa canción cada día sea diferente y en eso creo que hice una buena elección.
Todos los caminos conducen a Roma, en este caso, en este mayo, todos a Bob Dylan.
Él nació en primavera, en el mes de Mayo como Isis, justo cuando el campo está en su máximo esplendor de polinización y hace ya 70 años, así empezó el mes la Land ( la primera etiqueta que creo)
Happy Birthday y gracias a todos por colaborar, comentar y hacer el call and response tan necesario para continuar, espero que os haya gustado: get born, get blessed , be neverending , be Bob Dylan.
Por cierto, Enrique, Enrique Alcina, el gadita que tiene el buen gusto de juntar la Tacita con Bob y el R&Roll en ese precioso blog que es Rosas y Mosquitos pero de pluma delicada, un poeta, con ese verbo que sólo tienen en la Nueva Orleans de la peninsula ibérica, en la mítica Cádiz (I love Cádiz, la capital, el resto ya está invadido, sobre todo por vascos en verano), me ha dejado que transcriba su última entrada que me parece matemática, como a Bob la guitarra de Robbie. Pena de fanzine, han llegado las cosas tarde y es que no se puede con todo.
Querido Dylan
"admiradores fanáticos caminando en sentido inverso a la esencia del artista" qué precisión Enrique |
Seguimos festejando el cumpleaños del maestro. Anoche la 2 se animó a ofrecer Las Huellas de Dylan, el pintoresco documental que profundiza en el universo dylanita, linda manera de explicar lo inexplicable a través de artistas españoles bendecidos por la luz del juglar errante. Alguien dijo que Dylan es un cantante punk, o algo así. Entre otras muchas cosas, claro. Aquí aparece junto a la musa del rock neoyorquino, Patti Smith, poetisa visceral, a quien se conocen dos versiones rotundas y dispares de Dylan, "Dark eyes" y "Changing of the guards".
Tiene su gracia, en el documental de marras, la referencia acerca de la condición de mujeriego de Bob. La ministra de Cultura actual revela que fue invitada por Dylan durante la primera gira española del cantante, verano del 84. Ella, que ejerció de traductora y asistente personal, asegura que Dylan no trataba de flirtear, no, qué va, y otros testimonios confirman lo contrario. Tiene su gracia.
De todos modos, el puntazo iconoclasta que dibuja a unos admiradores fanáticos caminando en sentido inverso a la esencia del artista preocupa un poco. La obra de Dylan escapa, se escurre, se disuelve como un azucarillo. A veces maltratada por su propio autor, a veces despreciada por prejuicios simplones. Demasiado manoseada por tópicos añejos.
Rescato del olvido algún disco damnificado por el tiempo y la crítica. Shot of Love, cosecha del 81,que contiene la extraordinaria Heart of Mine, representa el típico trabajo urgente de Dylan, grabado en un par de tomas, como mucho, sin ánimo de trascender, plagado de lagunas y de monentos gloriosos, bajo una producción errática pero luminosa. Dicen que Dylan intentó entonces refundar su cancionero y abandonarse a un nuevo pop propio, otro estilo en su carrera. No lo consiguió, pero firmó un disco quizá secundario pero también único. Para calibrar mejor a Dylan conviene comparar sus álbumes con el resto de oferta musical en cada temporada concreta. Con Empire Burlesque, en el 85, Bob tal vez se dejó aconsejar malamente o quiso aprovechar la ola del sonido chirriante de los ochenta. Aun así, brinda una colección de canciones brillantes y sugerentes, baladas hermosas, algún guiño rítimico a la música negra.Por entonces, Dylan volvía a gozar del creciente respeto de la afición y los músicos, que en años posteriores lo situarían a la cabeza del santoral del rock, acaso el más influyente. Los dylanitas, que llevarán hasta los restos la pesada carga de la mala y la buena fama de su idolo, podrían señalar con el dedo a cientos de cantantes y grupos que han plagiado a Dylan sin el más mínimo recato.
Enrique Alcina
¿Quién dijo que Dylan es críptico, esquivo o que no comparte la verdad aunque sólo sea a medias? Esto está con subtitulos, pasen , vean y comprueben...puro hard rain.
Ha sido grande seguirte y volver a palpar el entusiasmo y la pasión...Que no se agoten!!! Apúntame un disquete de los FAKEBAND también al lote..Ya darás las instrucciones oportunas para el ingreso monetario...Abrazos!!!!
ResponderEliminarSe ha pasado el mes volando pero no nos pongamos tontorrones, diantre. En treinta días has hecho más por la obra de Dylan que decenas de "eruditos" cansinos y tienes que haber derramado unos cuantos lagrimones por los enganchamientos provocados.
ResponderEliminarAh, y sobre lo de saber o no saber cantar... eso es algo que también hago personal, sobre todo por el tal Keith Richards que nombras, que a mí me encanta su estilo, qué más dará que no cante "bien", como si hubiese un canon de siete u ocho cabezas.
Un auténtico placer no hay nada más que decir. Y si te da pena que se acabe mayo "What´s Going On" acaba de cumplir 40 añitos así que...a por el mes Marvin!!!! (es broma)
ResponderEliminarLo dicho, gracias por el diluvio dylaniano.
Joder Joserra, si tu no eres un erudito en Dylan quien coño lo es... Sabes mas que Lepe, aunque lo importante en la vida no es lo que sepas, es lo que sientas...
ResponderEliminarHe disfrutado como un enano leyéndote a ti y a tus invitados. Lástima que termine. Abrazos!!
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