Los reyes de Oriente me echaron el libro de editorial Milenio The Band - Historia y Música, escrito por el "casi quinto" y donostiarra Mikel Muñoz. Joder le tengo que conocer porque ha escrito una beautiful thing, le he enviado mensaje facebook pero nada de nada, igual no es el mismo.
Me ha parecido fantástico que se haya publicado en castellano algo tan entretenido y bien escrito sobre mi grupo del alma. Su prosa tiene muchos recursos para ser informático de formación, he currado con informáticos y ellos tienen muchos recursos pero no precisamente para juntar letras.
Mikel no se hace pajas mentales y va directo y a cuchillo a su pasión, nacida con el visionado de chaval del Último Vals en el cine de turno de la Bella Easo, yo en el Vistarama de Bilbao, todavía me acuerdo la cara de lelo que se me quedo.
Es no sólo recomendable sino necesario el libro y perfecto para el que quiera entrar directo a la cocina de los Santos de Woodstock e incluso para los que nos sabemos toda su vida y milagros. Muy interesante su última parte donde habla de los mosqueos y la movida anti Robbie.
Si que es cierto que en predilecciones y gustos sigue la línea ortodoxa, me refiero a que aunque dedica 205 páginas al grupo parece como si nunca diera el justo valor a lo grabado en estudio desde el segundo y para la mayoria , mítico brown album, el segundo, you know.
No es que le falte razón pero hay una cosa por la que sería capaz de iniciar una comunidad en la red social ad hoc y es la reivindiación de Stage Fright, para Mikel es menor a los dos primeros, para servidor es igual de bueno.
Entiendo que el grupo ya se volviera famoso, vicioso y empezaran las tortas pero ese disco tiene un nervio y un good time feeling que me apasiona, aparte de varios clásicos. Me remito a mi entrada encendida sobre el mismo.
Es algo con lo que no puedo y reconozco que es casi unánime con ese tercer disco: ya no fue lo mismo, ya no hay grandes sagas tipo Dixie Down, los temas de Manuel son peores,bla, bla, bla...todo mierda...no es cierto, es una p.o.m.
Luego ensalza el live Rock of Ages pero quizás no tanto como en esta casa que lo considera trascendental, esa fusión perfecta Toussaint-The Band que enriqueció y les llevó a lo más alto, a un lugar donde nunca, nunca volverían.El edén de una carretera que va de New Orleans a Ontario, una alternativa a la ruta 66.
Me gusta, sin embargo, que Mikel ponga en su sitio a fenómenos muy deseados y de suma calidad como el retorno reciente del baterista más increible que ha dado el rock americano pero que tampoco se ponga loco con ello porque no es ni por asomo como el legado sagrado del grupo.
Además me joroba bastante la tirria que le tiene el de Arkansas al hombre elegante de la banda, es decir, al del foulard granate.
Robertson es a la banda un elemento esencial como el tiempo ha demostrado porque es el que componía y que manía con confundir partitura e interpretación, cada cosa su mérito.Además me creo al guitarrista cuando dice que el animaba a componer a todos pero que se fueron deteriorando sus neuronas por las drogas y tiene muchas pruebas.
Además, el rollo más intelectual de Robbie aunque fuera haciendose fotos de trepa al fondo de Dylan o mezclándose por esa circunstancia con los poetas Beat o ir al cine de arte y ensayo a ver a Buñuel , le da un toque a la música del mejor grupo de la Historia de Norteamérica, más interesante, ambiguo e inmortal.
Las letras de Levon que no sus sugerentes cuentos sureños familiares, están llenas de cotton fields forever y no tendrían ni la mitad de interés por ser como las demás y aquí, se trata de diferenciarse para pasar a las enciclopedias.
Así que estoy harto de que si Robbie es altivo, gillipoyas y ladrón y que los otros tres santones, Hudson es aparte, el Wyatt de la banda, siempre a su bola, sean los buenos, los joplin o morrison, los de la aureola de auténticos.Lo son, pero también el novio de Scorcese, seré malo...
Las pelas si las pelas fueron las causantes pero nadie habla de la calidad de los últimos trabajos de The Band, así mejor cortar por lo sano y la reunificación , aunque tenga momentos, fue una cosa cutre y casi nadie acude a deleitarse a ese material de una sentada, seamos sinceros. Únicamente lo picoteamos.
The Band firmó una trilogía perfecta y un live de quitar el hipo y después cositas pero esa cosecha inicial tiene tanta barrica de roble canadiense en vena que nos inundará de sabores a nosotros y a nuestros tataranietos hasta que no lata corazón alguno en este planeta azul.
Mikel, majo, nos has hecho reflexionar de nuevo y lo has hecho muy, muy bien., enhorabuena.
P.D: y contesta que la podemos liar en la radio con un programa al efecto sobre el libro y nuestros amados cuatreros.
JOSERRA el libro de Mikel es una pasada, yo estoy disfrutándolo ahora.
ResponderEliminarY sí, Robbie es y siempre será el elemento esencial de la banda. Y para muestra un botón:
http://enlaplayadeneil.blogspot.com/2011/02/neil-young-acompana-robbie-robertson.html
Abrazos.
Ya te imaginas que me interesa el libro muchisimo, pero espero que sea mejor que el ultimo en castellano de Neil Young.Por lo que cuentas parece que vale la pena.A pesar de ello tengo mis dudas que me aporte algo nuevo, pero para eso tengo que hacerme con un ejemplar!
ResponderEliminarThanks
Me lo apunto. Gracias por la recomendación ;)
ResponderEliminarLo tengo ahí en la mesita esperando turno....Lo siento pero yo soy de Levon Helm, para mí el personaje básico de la banda por conocimientos musicales, por saber estar y por maestría.....
ResponderEliminarMe tengo que hacer con una copia ya!! Completamente de acuerdo con todo excepto en lo del Electric Dirt de Levon Helm; para mí ese sí es legado de The Band (cierto que no me paré en las letras, pero me parece un excelente disco de rock americano en la onda de la gran banda, aunque por supuesto bajo el filtro más campero de Helm). Aún así estoy con Robbie!!
ResponderEliminarEstá muy bien escrito, es entretenido, es del tipo biografia pero con toque y mucha coña, tiene personalidad, no descubre nada pero nos redescubre la pasión que no es poco y nos hace escuchar otra vez, relamerse.
ResponderEliminarYo más que de Robbie,Garth,Rick, Levon y Richard ,soy de The Band y The Band tiene cinco patas, un compositor principal y otros cojonudos, tres vocalistas ángeles y cinco músicos fabulosos. Cuando una pata ha fallado ya nada ha sido igual...
A Levon le adoro Edu pero ya le vale con el tema de meterse con Robertson: sus dos discos manan del legado de la mítica banda pero como dice Mikel están llenos de covers, muy buenos pero covers.
Básicos son los cinco...jajaja parecemos niñas del superpop ...jajaja...tiene gracia...somos irremediables fans.
Abrazos para todos!
Acabo de encontrar el libro en la página de Lenoir Ediciones. Me parece que va a caer por ahí ;)
ResponderEliminarMientras leo esto estoy escuchando "King Harvest" del Rock of Ages... A ver si me encuentro ese libro por las librerías de aquí. No soy mucho de libros, pero como las biografías de bandas/artistas y los Episodios Naciones de Galdós -para los que gustan del realismo es un pasote- son lo más habitual, esto entra dentro:)
ResponderEliminar¡Saludos!
Yo también fui de los que entró en el cine a ver The Last Waltz cuando la estrenaron con una idea sobre ellos ( "los tios que tocan con Dylan") y salió con otra muy distinta y la piel de gallina. Y además con la sensación agridulce de que había asistido a una fiesta cojonuda , pero solo al final de la misma ,que me había perdido lo mejor y que ya no habría más. Había que joderse pero también ponerse a buscar los ocho discos que habían sacado. Fan total. Juzgar cada disco que sacaron después de los tres primeros siempre en relación a estos tiene poco sentido , siempre saldrán malparados Y no es eso. Uno a uno sigo disfrutando con todos. Y no busquen miembros esenciales , todos los son. De hecho ninguno ha llegado a ese nivel en solitario. El odio a Robbie Robertson lo entiendo más como el "síndrome yoko ono". No soportamos que acabase con semejante bendición de grupo . Ni siquiera que no se quisiera reunir en los 90 con los demás. Un abrazo amigo.
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