lunes, 11 de octubre de 2010

MENINAS REVISITED: DON´T GIVE UP ON ME-SOLOMON BURKE


No se trata de oportunismo sino de justicia.Solomon Burke es uno de los doce apóstoles de la Soul Music por lo que su adiós es algo que impide meterse con la crónica del concierto de Damien Jurado/ Josh Rouse del viernes o contar la expectación con la que vivo presenciar esta noche el show de Mick Farris y su banda en el Antzoki, pienso que esto último es algo que me va a hacer recordar más al gordo de la voz de terciopelo y lo veo como una circunstancia mágica, seguro que el de Tennesse se hace un tema del Bishop...Los dientes largos me los han puesto Paula y Rockland con sus crónicas del bolo de Gijón.
Pero así como a Farris le he conocido vía el Cava, Solomon es un amigo desde tiempo inmemorial cuando en las ferias del disco bilbainas atacaba aquellos puestos que tenían vinilo con el mágico sello Atlantic Records pero con caretos negros en sus portadas, aquellos de la serie That´s Soul de cuando en España el Soul era la música de las discotecas de Benidorm...
Allí siempre caía un tema del predicador fuera Cry to Me, Down in the Valley, Just Out of Reach o el Everybody needs somebody o rarezas como la maravillosa Stupidity.
Luego las recos, luego sus discos, luego Proud Mary, luego el disco producido por Swamp Dogg, etc, etc.
He pasado por la taquilla Solomon porque lo sentía un deber y un placer, soul freak que es uno.
Como comentó por esta casa hace poco un Kamarada, el soul me hace sentir algo que el resto de músicas no consigue.
Pero yo aquí como Umbral he venido a hablar de "mi disco" y ese no es otro que el protagonista de la entrada que reune demasiados méritos y trofeos. En primer lugar, ser un comeback en condiciones proporcionales al tamaño de la figura; después, marcar un estándar en la producción de discos (¿ la obra maestra a los controles de Joe Henry? o como se debe tratar el material de primera sin intrusismos) y , una tercera: permitir que afloren composiciones de los mejores songwriters de nuestra capillita en un repertorio delicioso, de chuparse los dedos.Desmigando...
Ya saben ustedes lo que me parece la canción que le da título, UNA OBRA MAESTRA que también reúne varias condiciones irrepetibles: es de mi compositor de balada soul favorito y uno de mis mitos de los cinco dedos con Dylan o Elliott Murphy, es la mejor interpretación del Obispo y mira que tiene momentos de desmayo en su carrera y suena a gloría con los detalles del mago Henry. El final , el ultimo Don´t give up on me, casi sin instrumentos, es de dejarte muerto.Para mi, de su actuación primera de Donosti a la que acudí,  el mejor momento.Me tuvieron que aplicar el desfibrilador.
Luego la del León de Belfast, el Fast Train que la borda, recordando que el huraño irlandés es un soul man como la copa de un pino, genuino, brillante, personal.
Y con Dan Penn y Van Morrison en el menú ya tendríamos suficiente pero esto no acaba señores.
Esta misa, es una misa todo el álbum ya que Solomon es ante todo gospel, es todo menos un coñazo como las de verdad y no quieres salir de la Iglesia ni a tiros.
Y es que el The Other Side of the Coin me hace querer comulgar esa hostía llamada written by Nick Lowe, singer Solomon Burke porque me reclino, rezo y encuentro la paz. Soberbia canción que luego su autor recuperaría para darnos doble dosis de éxtasis.
Bobby Dylan cómo no iba a estar en el setlist....si compuso un ramillete de gospels inconmensurable en aquella época en que nos tiraban piedras a los que le defendíamos con Slow train y Saved. Ahora esos cabrones se han apuntado al carro pero tienen las manos manchadas.(ejemplo Diego A. Manrique)
Stepchild es de esos temas que claman un bootleg series de la época cristiana de estudio y de directo como Dios y La Santa Iglesia Gospel mandan aunque sólo sea por una compensación histórica a los apedreados.
Puro gospel a lo Wexler production, inconmensurable.
Costello no va a ser menos porque el tío lo hace todo bien, todo lo que tenga notas musicales y The Judgment es ya un clásico del gospel.
Brian Wilson aporta Soul Searching un downtown soul precioso que podría estar en el Cabretta de Mink De Ville, soul guapeado, hammond a tope y la voz más potente y sugerente que nunca.
Tom Waits aporta una belleza llamada Diamond in Your Mind porque Tom Waits creo el gospel descacharrado de borracho de plaza.Escucho y me emociono. Solomon se adapta al pentagrama del de Pomona como si fuera su pareja de toda la vida, increíble la naturalidad en la faena y como se lo lleva a su muletazo.Un orgullo para todos los compositores, se las arrebata todas con la fuerza de un Vitorino.
Fresh and Blood la pone el productor y uno de nuestros recientes héroes...y lleva su característico y peculiar sonido, reflexivo, mutante, jazzy...Beluga del Volga del que Coco trata de consumir a diario.
None of Us are free de Mann,  Russell , Weil...está tratada como si fuera un outtake de Slow Train Coming, volved a escucharla, con el orgullo que ello conlleva.Los músicos y coristas (Blind Boys of Alabama) marcando el goove
Otro Morrison sublime Only a Dream y un final espectacular con Sit this one Out cierra el disco de gospel-soul  mejor de todos los tiempos. Ni más, ni menos. Han pasado ocho años y ya ha estado el tiempo suficiente en barrica pero ahora, escuchándolo mientras su responsable toca a las puertas del cielo, ahora más que nunca, no siento que digo una de mis características exageraciones.San Pedro majo, deja entrar sin revisar su c.v. al Bishop, que no os vais a arrepentir, ha hecho más por la Iglesia que todos los canónigos.

SUBLIME ES EL ADJETIVO QUE ESTO MERECE.

2 comentarios:

  1. Gran disco, aun lo pincho frecuentemente,ademas tuvios la suerte de poder verlo sobre un escenario.Una gran perdida!
    un saludo

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  2. No conozco su carrera y este es el único disco que tengo suyo... gloria bendita. Lástima su perdida. Hoy lo pondré. (muy bueno lo de Dylan y su gospel)
    Un saludo

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Amo la música más que a todo.

Amo la música más que a todo.
Todos los textos pertenecen a Joserra Rodrigo salvo citas y párrafos con su autor referenciado.