Que Pete haya muerto es como para plantearse ese especial que tanto he deseado aunque sigamos con los Go-Betweens...Los Kinks , divinos Kinks, siempre Kinks, God Save Strawberry Jam and The Kinks.
Si el otro día me decantaba por One of must know como "mi canción Bob", de los Kinks es está.
Y el título le va como un guante.
La intro arpegiada isabelina, la voz del brit-pop sin discusión, dulcita dulcita de Ray y esos vientos de La Armada ( "England" de La Violeta los evoca descaradamente) en una primera sección.
El puente con esa sucesión de acordes bella a rabiar y ese clavicordio que marca época (Stones, Beatles...) hasta un "in your shangrilaaaaa" de carne de gallina, la segunda vuelta con los coros del hermano hasta ese riff rocker: shangrilllaaaa,shangrilaaa...y una explosión de instrumentos...!cómo está el bajo por cierto!..pun..pun...pummm y vuelta a la estrofa pero de otra manera, más arreglada, cumpliendo el ritual de los crescendos...y luego los acordes y la tercera sección...mod como ninguna...con sus lalallalalala las...y el final...apoteósico, como si entrara la reina madre en Westminster Abbey en coche de caballos...
5:20 minutos de Imperio...casi el mismo minutaje que Like a Rolling Stone.
¿Estamos ante el equivalente de la Pérfida Albion? Yes indeed! o por lo menos en algo tan importante como A day in the Life.
Maravilloso tema, como el himno arrollador Victoria o mi favorita eterna Days. Acompaño en sus sentimientos a mi gran amigo Kinkspain y que Pete descanse en paz tocando aquel emotivo bajo de Sunny afternoon.
ResponderEliminarGrandisimo tema!
ResponderEliminarPor cierto vas a ir a Kristoferson en Donostia?
Me encanta este tema, ya tuvo su post en viejo zapato marrón, allá por Diciembre de 2009. La canción es magnífica, con sus diferentes pasajes que la hacen tan rica. En fin... una pena la muerte de Pete Quaife, tan excelente bajista merece todos los honores. Un saludo
ResponderEliminarque grandes los Kinks
ResponderEliminarJusto hace ahora 44 junios, cuando la selección inglesa de fútbol acababa de proclamarse campeona del mundo, coronaba las listas británicas una canción en la que su autor retrataba como solo él ha hecho la actitud superficial y frívola de parte de la juventud londinense.
ResponderEliminarSunny Afternoon. La inolvidable línea descendente de bajo que daba paso a una de las más sublimes viñetas del britpop llevaba el inconfundible sello de Pete Quaife.
Le echaremos de menos en Kinkdom.
GSTK