1942-2018 |
La hija del predicador ha dejado huérfana de madre a la música afroamericana, de padre lo estaba desde los años sesenta y yo te lloro como siempre lo he hecho, te lloro de felicidad, Aretha.
Una cinta Best Of manchada de café, un disco vinilo de la serie That´s Soul serie media, la casa de los Serrano Chamizo, siempre junto al Man and His Music de Sam Cooke, al Greatest Hits de Jackie Wilson y de los mismos recopilatorios pero del hermano Otis.
Esos fueron los cuatro pilares de nuestro amor por el Soul en un Bilbao que entonces era tan parecido a Detroit.
Tú eras el poco sol que iluminaba nuestras idas y venidas por el barrio de Indauchu. Tú voz se parece a la de mi ama, me das los consejos que necesito, me abrazas en los ratos de refugio frente a la tormenta y te necesito, a ratos a solas pero otros con mis amigos para celebrar que estamos vivos, clavas el sentimiento, do you know the feeling? Think Think!
Tú eres Muscle Shoals, tú eres el sur, el norte y todos los puntos cardinales, tú eres el sello Atlantic, el blues y el gospel, los cuales tuvieron un hijo que se llamó soul. Tú eres tus intros de piano imposibles de imitar, tan Iglesia que te hacen comulgar por los pasillos laterales auque estés sin confesar. La primera muñeca de mi hijo tuvo tu nombre. La compré en una tienda de chuches de la calle General Concha, era preciosa, como tú.
Te debo todo: el amar a los cantantes únicos, querer la música y las canciones, adorar la improvisación, la epifanía soultómica, el requiebro y el gozo, la verdad radiante de humildad.
La mejor cantante de todos los tiempos está en ya en casa, descansando con sus amigos, las leyendas del soul.
Aretha , te quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario