martes, 19 de enero de 2016

BURIED TREASURE: GEOFF MULDAUR - THE SECRET HANDSHAKE (1998)



Este espectacular disco siempre se me queda mirando fijamente a la cara y clama porque comparta con todos vosotros mi absoluta devoción por él.

Me ha dado tanto calor desde que lo compré hace 17 años que ya estaba tardando demasiado.

Hay que ver cómo pasa el tiempo, diecisiete años y el plástico reluce como si fuera nuevo y no será por no puesto. Si tengo un berrinche, él me da un beso, un abrazo y un café con pastas.

Este unsung hero de la escena blues-folk-jugband llamado Geoff Muldaur es... cómo explicarlo ...como un Dan Penn de la rama más folk del blues. Una leyenda.
Un tipo fino, elegante y con una voz preciosa y soulful.

Fueron claves sus discos setenteros con su esposa Maria Muldaur y su hermandad con Amos Garrett en proyectos con Bobby Charles, Bonnie Raitt, Jerry Garcia y demás luminarias de la música que importa y que no sabe de fronteras ni banderas entre géneros.
Y siempre que Geoff esté en algo metido, compra.

Tras muchos años de inactividad en cuanto a ediciones de álbumes se refiere, llegó a finales de los noventa esta gloria en la que figura una frase definitoria en su contraportada: American Music: Blues & Gospel para saber a que cajón meterla pero en realidad yo la incluiría en el de música celestial.

En este The Secret Handshake con la ayuda de Stephen Bruton o el propio Amos Garrett a la guitarras y una banda de rechupete se nos curra todo un tratado de lo etiquetado de quitar el hipo.

Tira de la tradición del blues acústico, del gospel clásico, de Leadbelly, de su amado Blind Lemon Jefferson, del soberbio Don Pullen, de Sleepy John Estes e incluso firma un par de composiciones de escalofrío y del mismo nivel que los clásicos como I Believe I´ll Go Back Home y Got To Find Blind Lemon.

Utiliza un falsete hermoso cuando es necesario, facilita con los silencios la sensación de eternidad de su minutaje, reinventa la tradición de una manera tan hermosa que lo comparas con el Unplugged de Clapton de la época y te parece que el Manolenta es una Heidi del Blues de hilo musical de dentista.

En fin, escuchar para valorar, insistir para querer porque es pura emoción blues pero nada ortodoxa, muy gospel y mezclada, cristalina como el agua del deshielo, despierta como la cara recién lavada.

Hay canciones como This World Is Not My Home, una staple de esos básicos recopilatorios de Folkway and Blues Records de los que tanto aprendieron en el Village, que me producen un cosquilleo en el corazón imposible de describir. Por ejemplo, cuando dice rompiéndose wicked world...en fin, no hay palabras, hace ya mucho que hay canciones de las de paren el Mundo que me bajo y mucho mejores de las que se hacen ahora.

Alberta con acordeón cajún como la haría Levon Helm o la pieza clave Got To Find Blind Lemon, carretera y manta más escoba buscando la tumba del viejo bluesman en West Texas para barrerla y mantenerla limpia.

El mágico vals gospel antes nombrado compuesto de su puño y letra I Believe I´ll Go Back Home que es ligero como lluvia del delta y que contiene un solo de Amos Garrett de llorar.

Luego cosas como el Chevrolet/Alice muy vudú y swampy, de Mardi Gras, al estilo de los Neville Brothers pero con ese toque jazzy de Pullen.Una joya, oigan.

Homenajes descarados a Mose Allison y su parsimonia sincopada en I Can´t See Your Face o blues fangoso y de pobre con Mistreated Mama, ala su arqueólogo y amigo Ry Cooder. 

Someday Baby, que Dylan hizo posteriormente en el Modern Times con todo el morro, copiando los compases e incluso la letra, en una cover perfecta y un final de disco con gospel de guitarra de palo ala Mississippi John Hurt como mandan los cánones.

Mirad, no sé muy bien como explicar qué es lo que tiene esta colección de diez perlas, la mayoría revisitadas bajo su perspectiva de white man que toca el blues con valentía y pasión y sólo se me ocurre acudir a la frase de Richard Thompson que dice eso de que sólo hay dos o tres rostros pálidos que cantan el blues y uno de ellos es Geoff Muldaur. Sobran cualquier otro tipo de calificativos y elogios, Richard es sabio.

Ahora ya, por fin y desde que tengo abierta esta Land, miraré tu portada y pensaré que aunque de una forma breve, ahogada por la admiración de escucharte mientras escribo, te he rendido el homenaje que mereces porque eres como tu nombre indica "El apretón de manos secreto"  entre todo lo que me gusta de la gran música norteamericana.

2 comentarios:

  1. pues lo escuche ayer, no lo conocía y me ha encantado. Si que conozco y tengo algún disco de Maria Muldaur, gran mujer. Voy a investigar mas.. por cierto, una chulada la foto de la cabecera.. Penn & Oldham, estos si que merecen un homenaje !!! un abrazo,

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  2. Entro para agradecerte no sólo este maravilloso Secret Handshake, sino el hecho del descubrimiento del músico en cuestión. Anoche ya tarde, antes de dormir, escuché el disco y luego fui a Spotify a curiosear y me encantó todo lo que oí, tiene incluso algunas cosas muy próximas a las primeras Juke Bands de primeros del XX. Así que gracias por Geoff y gracias también por Otis Clay y tu lista de favoritos del 15. Para mi es una referencia importante porque encajo mucho con tus gustos, lo sabes (soy ned). Abrazos Rodri, espero que estés todo bien y que te vaya como te mereces, estupendamente.

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Amo la música más que a todo.

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Todos los textos pertenecen a Joserra Rodrigo salvo citas y párrafos con su autor referenciado.