lunes, 13 de abril de 2015

SUFJAN STEVENS - CARRIE & LOWELL


Si bien las melodías, los arreglos y el tono vocal es muy lineal, da igual, hay mucha belleza inexplicable. 
La luz del anochecer también es toda igual pero si miras al cielo te parece la suficiente para dibujar con cada uno de tus pensamientos, sentimientos, esperanzas y decepciones una nube direferente.



Me importa bien poco que los talibanes me llamen indie, moñas, poco roquero o amante de lo que a muchos resulta muy plasta por edad, hormonas y feromonas o prejuicios de corazón de piedra. Este disco es el que más me ha emocionado en lo que vamos de 2015.

Me gustaba el clásico Sufjan, el de Illinois , cómo no! pero tampoco me arrebataba, no había esa chispa de amor, de hecho él es etiquetado por primera vez en esta land. 

Su busqueda en los sonidos del expresionismo musical que queda bonito mirando los cuadros de los administrados por Abraham Lincoln, los que todavía conservaban el rastro colono, su historia cristianoide y su carácter esquivo, no acababan de hacerse del todo creibles para un servidor.

Fueron sus inmensas colaboraciones con los fadistas de Brooklyn-The National- los que me lo pusieron en otra dimensión y más,  cuando el pasado otoño le vi con ellos en escena.

Tiene un rollo que es muy suyo, está claro y aunque puedas observar trazos de Nick Drake o del más triste Paul Simon, Sufjan suena a Sufjan.

Le faltaba ponerse un poco en pelotas y firmar un disco ala el Electro Shock Blues de Eels que yo creo que ha conseguido, salvando distancias estilisticas, con éste brillante Carrie & Lowell.

Desde que lo escucho, desde hace tres semanas, con una frecuencia muy simbólica, me relaja, en un sentido Camino de Santiago interior, le escucho y me cuenta sus secretos de amigo fiel, se confiesa ante mi y me ha llevado a querer volver a compartir ese sentimiento con todos vosotros.

Si bien las melodías, los arreglos y el tono vocal es muy lineal ( también lo era Ben Watt en su debut en solitario, el querido North Marine Drive) da igual, hay mucha belleza, inexplicable. La luz del anochecer también es toda igual si miras al cielo pero te parece suficiente para dibujar con cada uno de tus pensamientos, sentimientos, esperanzas y decepciones una nube direferente.

El hecho de que nos cuente su niñez, típica americana como la de Boyhood, esa película que tanto me gustó y con la que lo relaciono, es digno de agradecimiento porque a uno le gusta escuchar verdad y frases con gusto y guión.

Su madre murió hace poco y eso mueve las entrañas a cualquiera aunque fuera alcohólica, quizás más por dicha razón que produjo el desencuentro inicial. Luego está la figura de un padrasto bueno y eso mola mucho, qué quereis que os diga, no todo te va a tocar malo en la vida.

De ahí que esté dedicado a ambos por su nombre de pila, Carrie & Lowell.

Me gusta pensar que este chaval ha creado un folclor moderno, algo realmente nuevo bajo el sol, que se salta la generación r&roll hacia atrás e incluso pasa del siglo XX para buscar un fantasma anterior y de ahí, disfrazarlo de Siglo XXI, como hicieron los Suicide en los setenta o los Radiohead en el cambio de siglo pero menos enrraizado en corriente tangible.

Como si fuera otro Elliott Smith, otro de nuestros boyhoods pero sin el ramalazo melódico de Lennon, su sonido es de campana tibetana, muy yoga (ahora estoy haciendo yoga y me viene muy bien aprender a respirar y controlar, bobadas aparte) muy mantra y podriamos considerarlo cerca de lo que hace Sun Kil Moon.

Americanos sensibles y europeos, estoy seguro que John Cale es fan.

En esta ocasión, el Señor Stevens ha dejado de lado el pintar un lienzo muy artístico para centrarse en destripar a posta su trauma, calmando su duelo tras una relación complicada con su madre. Le abandonó con un año, ostias pensadlo. Pero le han calmado los recuerdos buenos, de tres veranos con la nueva pareja de su madre y sus hermanastros, llenos de excursiones de domingo y cestas de sandwich.

El disco viene a decir eso de que madre no hay más que una, aunque sólo la hayas disfrutado tres veranos completos y los últimos días de su enfermedad, tratando de recuperar miradas, cariño imposible pero cierto, tratando de demostrarle que eres su hijo y que le quieres. El mismo caso o parecido de John Lennon. Mother...you got me but I never got youuuu! Todo muy Eels también.

Pero lo importante es lo que queda tras el relato, la conclusión dentro de todos esos arpegios tipo arpa que recuerdan a los sueños y esa voz tan dulce: salir adelante, vivir pese a todo.

Sientes el beso, el abrazo, el consuelo.

Death with Dignity, la primera canción, mi favorita, me produce escalofrios sobre todo cuando dice I got nothing to prove, I got nothing to prove. Tenemos que agradecer tanto...a pesar de todo.

Esos coros fantasmagóricos finales con alguna steel ululando...buff...precioso.

Y no penseis que el tono varía, para nada, todos los temas suenan desde la caoba de un viejo confesionario, no olvidemos la raiz cristiana del personaje pero nosotros también tenemos esa cultura incrustada, de la culpa y el pecado y le entendemos a la perfección.

Detalles como dejar caer un yogur de limón o un cenicero para llamar la atención de su amatxu, te deja hecho polvo en la maravillosa Eugene. Staple del nuevo folk, como el First Day of My Life de Bright Eyes, se componen canciones clásicas, sólo hay que encontrarlas.

The Only Thing, muy de su estilo pero sin la pompa de antes ni la estúpida eléctronica para convertir las cosas en moda, un grupo de nanas de tienda de comida orgánica pero uplifting del todo.

Dice mi amigo Javier Mateos que Sufjan ha venido para salvar el pop y desde luego, no se si lo salva pero desde luego que lo ha llenado de alma con esta profunda, soberbia y sentida confesión.

A las noches, me acurruco en la mullida humanidad de Carrie & Lowell y me ayuda a tener ilusión de ver lo que nos trae el nuevo día, si mi hijo se despierta a la hora y no hay bronca, si mi darling companion dirá adios al irse a trabajar de esa manera tan dulce en que lo hace siempre y si , de nuevo, por la noche  llamaré a mi ama para ver cómo está.


11 comentarios:

  1. Da igual lo que te llamen, las cosas se definen por su nombre y este disco es, a pesar de su linealidad, una auténtica delicia plagada de sentimiento.

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  2. Eso creo Sergio, gracias por compartir sentimiento.¿Quién se acuerda ahora del disco nuevo de Damien Rice?

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  3. Justo lo empecé a escuchar anoche, sólo las dos primeras canciones, pero ya me basó para sentir la emoción y estar deseando que aquí vuelva caer la noche para seguir con él... Sentimiento, belleza, emoción intensa...
    Por cierto, "Boyhood" me fascinó... Los que dicen que es lenta, que no pasa nada... no tienen ni puta idea de lo que es una obra de arte.
    Un abrazo.

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  4. Qué bonito escucharte Lou, Boyhood me pareció POM lo siento, me gustan las cosas que cuentan cosas sin comtarlas del todo. De esa manera. Un grandisimo abrazo y gracias por compartir y ser lander de oro.

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  5. Leches, he debido entrar en la web de Pitchfork en vez de en la Land jajaja. "¿Quién se acuerda ahora del disco nuevo de Damien Rice?" Pues los mismos que dirán que un solista no sacaba un disco así desde el Blue de JM o cualquier chorrada semejante. Llámame 'rockista' o lo que quieras pero yo es que es ver fotos del Stevens con sus viseras y sus gorritos y me dan ganas de estrangularle (lo que no significaría nada si fuese capaz de escuchar más de dos canciones suyas seguidas).
    Ya está, castígado sin entrar en la Land un mes ;-)

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    1. Jajajaja, agente,muy bueno, soy un moñas, yo escucho sus canciones y no miro su gorrita horrorosa porque si no...

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  6. Joserra tío,

    Hacía tiempo que no te seguía en la red y mira qué casualidad te marcas una entrada de las tuyas, desnudándote emocionalmente una vez más. ¡Olé tú! Aprovechas el estado de ánimo que genera este disco para soltarte. ¡Sí señor! ¡Muy emotivo!

    El disco me parece una maravilla. Y el que sea lineal, a mí particularmente, me encanta porque vas desde el principio hasta el final sin darte cuenta. Una transición perfecta.
    Mi favorita es "No Shade In The Shadow Of The Cross", pero insisto, esta entrega me encanta de principio a fin.

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    1. Emoción eso es lo que tiene este disco dear Luisma. Emoción que genera la inexplicable belleza de lo sencillo. Abrazo a todos los landers que habeis comentado!

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  7. Me lo busco Joserra, la verdad es que este año estoy dando mas tiempo a cada escucha nueva y se me están amontonando el material, este pinta genial asi que voy a ver si le doy cancha, ya contaremos.
    Abrazo.

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  8. Querido, escribes muy bonito. Y como siempre, logras transmitir amor por lo que escuchas. Gracias por compartirlo, a mí también me gustó este nuevo disco de S.S. Solo que estoy esperando que finalmente llegue el otoño a Buenos Aires para disfrutarlo mejor. Saludos!

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Amo la música más que a todo.

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Todos los textos pertenecen a Joserra Rodrigo salvo citas y párrafos con su autor referenciado.