DORIS DUKE: LA CARMEN MAURA DEL "PERRO"

En la semana de la emoción Swamp Dogg, siguiendo el serial, llegamos al punto "Que he hecho yo para merecer esto"

Si Pedro el manchego tuvo en Carmen Maura a su musa para modelar el paradigma de la Gloría de barrio suburbial con tantos problemas como segundos de vida, Swamp Dogg contó con Doris Duke para expresar el dolor del puteo de género a una mujerona de armas tomar.

No en vano su opereta vital como artista hizo realidad el maltrato: no vió un puto duro de sus discos producidos por el virginiano,, tuvo que hacer giras impuestas para ver si se comían un colín y en resumen,  se sintió despreciada y perra como en las canciones a medida que le compuso su mentor.

Doris Duke editó dos discos imprescindibles ( y ambos, por fin, con reedición en vinilo, como fueron paridos) 

I´m a Loser la pom del deep soul, o el soul de las cornudas y A Legend In Her Own Time, secuela menos homogenea pero quizás con alguno de sus mejores temas. Después, vendrían un par de discos como el de la foto ya bien entrados los setenta y otro de disco-chochi prescindible y de rigor.

El simil con el manchego y la Maura no es descabellado, todos conocemos que muchas veces los artistas que trabajan con artistas, les exprimen (justo lo que no les gustaría que les hicieran a ellos)  y acaban a ostias, para muestra ese botón. Son los años y el transcurso del tiempo los que hacen sea un diamante esa frase mítica de Bob Dylan de que "detrás de cada cosa bella hay alguna clase de dolor"

Se trataba de un concepto y una visión del creador: Gloría en el genial largometraje de Almodovar requería que la que ponía la jeta no se lavara el pelo en días, el personaje del I´m a Loser de la Duke necesitaba de la tensión y la rebeldía de sentirse fea por dentro para resultar creible. La cosa funcionó perfecta.

Vamos a ver, eran canciones del tipo, me fui del pueblo sureño con 20 dolares a la ciudad pensando que me iba a comer el mundo con el fin de dejar la porca miseria y el paro y acabo puta de tres al cuarto en un barrio suburbial, conozco al maromo de mi vida pero me vuelve a destrozar, el muy cabrón, conviertiéndome en una sombra de lo que fui, neorrealismo. ¿A qué diva del soul le gusta cantar semejantes desgracias? Me refiero a que lo que cantaba Aretha,  comparado con esto, es puro Shakespeare.

Sim embargo, la compasión que desprende, el crecer desde las cenizas del alma herida hace que el feeling sea el right: hay como una sensación de superación, de poder, de determinación que corta la respiración durante todo el I´m a Loser.

Por mucho que Doris lo vea como algo en lo que no se reconoce, ella estuvo poseída por la musa (Swamp Dogg), fue como una operación de cambio de sexo sin cambiarse, hablaba por boca de un tipo que en su machismo sureño supo entrar en lo más profundo de las entrañas del sentimiento femenino y ella estaba cantándole las cuarenta a su manera, sin misericordia. Cornuda , apaleada pero un mujer con la que mejor no te cruzas en su camino porque lo tiene clarete.

Mañana Doris,  escucho al perraco en directo y me acordaré de ti  y ya se (me lo acaban de soplar) que para él eres una bicha por decirlo en suave pero sólo por tu inmensa y corta carrera mereces estar en el lado más querido de mi corazón, nunca me ha gustado más una canción que It Sure Was Fun, nunca habra un disco mejor del género que el I´m a Loser.
Como con las pipas Facundo, no dejéis éste mundo sin probar las penas de Doris Duke.



Esta reco ya gran reserva está dedicada a todas las mujeres del Soul que hiceron del género un arte.