jueves, 3 de abril de 2014

THE WAR ON DRUGS - LOST IN THE DREAM ( SECRETLY CANADIAN -2014)

UNA EPOPEYA OCHENTERA
Voy a tratar de ser conciso, esto me ha llegado de un chivatazo y un arrebato de esos dulces que le dan al kamarada Lou The Rambler, al que no le pierdo el ojo porque existe entre nosotros una conexión transoceánica gracias a una sobrasada y a una camiseta.
Si bien conocía el nombre de la banda, The War On Drugs, ya que en ella militaba Kurt Vile cuyo disco del año pasado fue una gozada (si bien un poco largo y repetitivo en esquemas) y el anterior también me gustó y ambos compré (un sintoma de que me gustan), no imaginaba con este Lost In The Dream de su antigua banda , cosa semejante.
Esta claro que si el año pasado el disco de Mathew E White, Big Inner fue, en mi opinión, el acontecimiento sonoro del año que el próximo miércoles tendremos la suerte de disfrutar live en el Teatro Lara de Madrid como dos señores: anónimo e & me, éste lo será , para mi para 2014, porque está lleno de fuego y pasión de los que hace tiempo no escuchaba.

Si cito un batido de Suicide, el Bruce del Tunnel of Love, New Order, Dire Straits, los Fleetwood Mac de Tango in the Night, los Blue Nile, My Bloody Valentine, los World Party, Al Stewart del Time Passages, el Dylan del Series of Dreams o, mejor, de Lanois, Jackson Browne, Spiritualized o los mismisimos Deacon Blue on drugs, seguramente me mandaréis directamente a la mierda.
Haríais muy mal en hacerlo porque realmente La Guerra Drogada ha conseguido mezclar todo eso y mucho más con gracia, creando algo nuevo bajo el sol en este su tercer disco, un feeling un tanto desolador pero de efecto reparador, como en su momento lo hicieron Mercury Rev mezclando a The Band con Can o Arcade Fire en Funeral a Bowie con los Cure y la Orquesta del Ejército de Salvación.
Esta epopeya, ochentera en toda regla, vocalmente con ese punto desarrapado del compositor y lider Adam Granduciel,  que te dan ganas de abrazarle , esos uhh gritados de la Big Music del señor Mike Scott sobre una mogollonazo de capas de sintetizadores y efectos de eléctrica consiguen el efecto orgánico-orgásmico del sirimiri. Lost in a Dream no es más que un palacio de diez estancias , totalmente distintas  entre si pero con una decoración a tono de su arquitectura premeditada y llena de arte.
Como dando un portazo,  acaba cada canción para sumergirnos en el silencio de otro sueño, uno tras otro, series of dreams, y el fantasma de Lindsey Buckingham pasea por toda esta mansión, cuyo eco es atronador.
El disco , que para si hubiera querido hacer el Boss cuando andaba enamorado de meter corazón dentro de las notas de un sintetizador, eso es lo que es Lost in The Dream, y su escucha  acaba con todas las ganas de darle más oportunidades a los nuevos trabajos del dios de Nueva Jersey.
Dura una hora y de ese tiempo se requiere para degustarlo, para que te empape su humedad penetrante, estés sudando en la elíptica para recuperar tono anímico  o tirado en la alfombra de tu casa queriendo que la luz entre dentro de tus preguntas.

Comienza con un tema que para nada es representativo de la variedad del conjunto y que lo que pretende es generar la lluvia de la ciudad gris del norte, nocturna como si fuera del Hats de los Blue Nile de Glasgow, un ritmo marcado muy de las canciones firmadas por Stevie Nicks, ves desde tu ventana del imsomnio pasar tus historias en taxis con la luz verde, comienzas a entrenarte en la sinceridad abierta de ese trenzado de guitarras que directamente te aspira toda la atención. Under The Pressure establece los cimientos sobre los que se basa una estética muy determinada de sugerir amor, pedir ayuda desde el lado salvaje de la pasión desmedida, sin control, esa que produce la ruptura y el desamor.
Red Eyes nos recuerda que los Cure son un grupo crucial en la música de los ochenta y que , al final, el tiempo les coloca donde merecen y Lindsey oh Lindsey! Típico tema trotero sobre sintes y batería marcada con un uhh que , sinceramente, da escalofrios como los de This is the Sea. Himno,  no escuchado por un servidor desde la POM del Funeral de los Arcadianos muchachos.De esas bandas sonoras para conquistar Polonia de un asalto.
El bueno de Granduciel, nombre de personaje medieval, resulta como ese héroe romático y perdedor que quiere vencer todos los obstaculos posibles y lo consigue como en los cuentos, como en los sueños.
Los sonidos más orgánicos llegan de la mano de una especie de outtake del Oh Mercy de Mr Zimmerman, como un What Good Am I del siglo XXI que se llama, cómo no, Suffering. Sin embargo, es la voz lo que siempre lo cambia todo y lo hace personal, no podría describirla , ni compararla, ahora no me viene y eso es muy buena señal aunque sepas de las sustancias de las que está compuesta. Tampoco dista mucho de lo que hacen ahora Hiss Golden Messenger aunque estos en el lado más acústico de la Americana. En medio del sufrimiento tenemos el primer solo de eléctrica antológico, entre David Gilmour y Antonio Vega, escuchar para creer en su minimalista inmensidad.Tremenda canción, maravillosa tras sucesivas escuchas.Este disco es el contender a disco de 2014, no tengo ninguna duda. Y un saxo final tímido entre la electricidad y los acordes con eco de piano recuerdan como se transforma una melodía de buena a inolvidable.
Llega entonces la menina: An Ocean In Between The Waves, un moderno I´m The Ocean (Neil Young), de estas canciones que drogan con su propio crecimiento, como una espiral, como una batidora y con unos solos ANTOLÓGICOS de guitarra post-Mark Knopfler, el nuevo Sultans of Swing pero como si el líder de los Straits se hubiera hecho con el control de New Order. Con ésta es con la que pillé el pico de velocidad de la elíptica y donde me pareció el hermano pequeño y hippie de ese genio-sinatra llamado Paul Buchanan de los Blue Nile. El final es tan épico como cualquiera del Funeral, con eso está todo dicho.
A la contra que su ex-colega Kurt Vile,  la larga duración de los temas no resulta tediosa y además, mientras que a Kurt le observas como a Lou Reed, su lado druggy y canalla, a éste le quieres, le quieres mucho, se muestra en toda su debilidad y quieres ayudarle, ser su amigo.
Dissapearing tiene ese punto de cara B de single de Deacon Blue o, mejor, seamos más generosos de The Blue Nile (again) con esa batería de efecto retardado y esa armónica aterradora, que corrobora que los ochenta y primeros noventa es lo que ahora está de moda y a donde se mira porque fue una década prodigiosa, con millones de ideas nacidas desde las hombreras.
El precioso medio tiempo que es Eyes To The Wind , que me recuerda tanto a los Del Amitri como a Bob Seeger o a Jackson Brown está situado en la posición perfecta, con ese deje dylaniano vocal, un Year of The Cat para el nuevo milenio, soft rock con alma. Esplendorosa.Parece que estamos ante Sunhouse y su Crazy On The Weekend de nuevo. (Coco vas a flipar, antes ciego que sordo)
Un pasaje instrumental para ilustrar el ataque de pánico de encontrarse sólo es lo que representa The Haunting Idle con unos ecos que suenan a Le Noise y a las producciones de Dani Lanois , ese que juega con los espirtus de los estudios donde graba, también a los Floyd del Animals.
De hecho ésta enlaza seguida con el soberbio comienzo del Dancing In The Dark Revisited que es Burning, canción que cantó Lou para dar el aviso, incluso le toma prestadas más de una nota. Épica. Dreaaaminggg! cómo dice Dreaaaming! Candidata a canción del año con An Ocean Between The Waves, ex-aequo. Me sudan las manos.
Burning in your heart, románticismo, listen in the dark...dreaaaaminggggg! Todos! Y esos yeah yeah yeah y esos uhhhhhhh uhhhhhh! Buff. Sorpresas te da el rock and roll y cuando menos las esperas. Hay un trabajo de dos años dentro del estudio y se nota, nada de relleno.
La balada es Lost in The Dream , Nebraska y Time Out of Mind los tuvo bien cerca, llamarla hermosa es quedarse muy corto, rememora los tiempos en que Elliott Murphy era rey y Willie Nile no hacia el mismo disco en piloto automático y a tantas cosas buenas de los ochenta. Otro pilar de un disco que creo se va a convertir con el transcurso del tiempo en una obra maestra.Aún es pronto, el tiempo es un pedazo de cabrón.
In Reverse incita a un clima de despedida en sus casi ocho minutos de duración, diez canciones, una hora que pasa volada si te concentras, no es un disco para tomar un vermout. Parece que estamos paseando ante un campo de batalla quemado por la furia y el dolor y una voz que recita (ala Paul Kelly el australiano, ahora caigo al tono vocal que me recuerda Granduciel, toques pop dentro de la tradición hijo de Dylan) para, en un momento transformarse en una canción a corazón abierto, preciosa, como si fuera del Late In The Sky de Jackson Browne, otra referencia a tener en cuenta.
Cuando son tanto los nombres que aparecen pero , sin embargo, ha nacido algo nuevo bajo el sol, cuando te topas de bruces (jejeje) con algo fuera de lo previsible, cuando la única solución está en tu propia escucha, te dan ganas de mandar a la basura todo lo escrito pero decides no hacerlo sólo para que haya una persona que por caer aquí y aguantar la lectura,  se sienta como uno se siente escuchando Lost In The Dream y se siente , del verbo sentar, a escucharlo como merece. Perdido en un Sueño...hasta el título es perfecto.

Like a train in reverse down a dark road a eso es exactamente a lo que suena este maravilloso artefacto de passion rock. 

NOTA: la edición en vinilo es maravillosa y muy hermosa.

Gracias Lou, va por Usted.

7 comentarios:

  1. Qué te puedo decir Joserra, como no podía ser de otra manera, lo has clavado, leyendo lo que escribes parece que estás escuchando el disco, coño, con tanta referencia que a mí ni se me hubiera podido ocurrir por simple desconocimiento, al igual que la descripción llena de pasión roquera que haces del sentimiento y las sensaciones que trasmite la escucha de esta maravilla, que para mí ha sido como un bálsamo, un ejercicio de reconciliación con unos años a los que no siempre traté demasiado bien, como estar perdido en un sueño... Por poner algún nombre más, ya que estamos, ayer estaba escuchando An Ocean In Beetween The Waves y mi mujer entró en la habitación y nada más escucharla me dijo que le recordaba a Franco Batiatto... y es cierto, hasta eso tiene, y algo de Moon Martin... En las baladas me ha recordado también por momentos a Ryan Adams, quien creo que es el único en estos días que es capaz de realizar este tipo de preciosos temazos lentos y tiernos sin que lleguen a sonar cursis... Bueno mejor lo dejo aquí.
    Un fuerte abrazo my friend y gracias a ti.

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  2. Exacto Lou. Al final aunque Battiato y Blue Nile no se conocieran de nada, flotaba algo en el ambiente, algo sintético de base pero orgánico en el corazón. El poder de las horrorosas hombreras y del jodido txirimiri, todo vuelve! Tierno sin llegar a ser cursi, lo más difícil! Eso es amigo Lou, la sobrasada y la camiseta, todo está en los detalles. Un abrazo bien grande!

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  3. Pues si es verdad que acabas de descubrir a The War On Drugs, no dejes de escuchar su disco anterior, "Slave Ambient", una maravilla que suena como Arcade Fire dentro de una sauna:
    http://thesongswelove.wordpress.com/2013/05/12/come-to-the-city-the-war-on-drugs/

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  4. Yo no entendería que alguno te enviara a la mierda por los que citas, tete, en el cuarto párrafo creo que es. El disco tiene algo grande pero también tiene algo que me frena a la hora de apasionarme totalmente por él. Le voy a dar más oportunidades. Evidentemente me gusta, y lo sabes, por ese regustillo de lo ochentero que tanto me congratula, esos toques a lo Mike Scott o ese regustillo al Funeral de Arcade Fire. La canción que me atrapa profundamente es "Eyes To The Wind" como te dije por móvil. Pedalearé a su compás, a ver si así llego antes a la cima. Abrazo y grandioso post, en tu onda.

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  5. Como dicen por ahi arriva "Slave Ambient" es la pera, yo lo destroce, este lo he dao poca caña aún aunque "Eves To The Wind" es un temazo y te pilla a la primera.
    Abrazos.

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  6. Como dicen por ahi arriba, "Slave Ambient" es un discazo alucinante, yo lo destroce, este lo tengo poco machacado aun pero "Eyes To The Wind" es un tema que te pilla a la primera, gran post amigo.
    Abrazos.

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  7. Excelente post, y excelente álbum. Uno que me encataría que trascienda su generación y se convierta en un clásico, porque es TAN LINDO, TAN LINDO, que lo tienen que poder escuchar la gente que nos siga.
    Fascinante álbum.
    En marzo sospeché que este iba a ser mi álbum del año. Sí, con 9 meses por delante.
    Por ahora la cosa sigue igual.
    Yo también quiero abrazarlo a Adam.
    La canción que más me gusta es "Suffering".
    Slds

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Amo la música más que a todo.

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Todos los textos pertenecen a Joserra Rodrigo salvo citas y párrafos con su autor referenciado.