LAURA CANTRELL - NO WAY THERE FROM HERE (2013)

John Peel no era idiota ni tampoco un ganapán. Que un tipo que tenía más discos que el kamarada Tsi Na Pah (cosa harto difícil) y pinchaba sin parar en la radio desde antes de los tiempos del punk ( me hace gracia, ahora me suena a tiempos del cuplé) dijera que el debut de éste ángel era el disco favorito de su vida, es un dato a tener en consideración.

Lo cierto es que The Trembling Kind fue un debut muy hermoso de una voz y una compositora tan dulce como Carole King pero con el rajo de las cantantes country clásicas y dentro de un visión pop nada alejada de los reyes: Tom Petty en modo Wildflowers y Lucinda Williams en estado princesa.

Siempre le he seguido, siempre le he sido fiel y siempre me han encantado sus discos, por otra parte, muy escuchados, por esa razón y a pesar de estar inmerso en la soul kitchen como dice anónimo e, no puedo dejar de lado para más adelante, su último trabajo, que para un servidor llega a la excelencia de sus dos primeros, el citado y el When The Roses Bloom Again.

No paró de encontrar en él un húmedo beso y ha sustituido a mi obsesión por los Hiss Golden Messenger para sentirme corretear con los ojos cerrados desde la cama antes de dormirme por las praderas del Medio Oeste, soñando con que sale de nuevo el sol en este invierno ya demasiado gris marengo por éste Norte inmisericorde.

No es descabellado,  tras dominar este ramillete de margaritas frescas, afirmar que es su Essence pues es tan grande su profundidad, su recorrido, sus tonos, su potencial que sabía que al salir a finales del año pasado, iba a tener su encuadre en mi propia road movie de 2014.

Desde el jingangleo de All The Girls Are Complicated, menuda maravilla pop chavales/as hasta la balada infinita que le da título. Pero ante todo está su voz, sus giros, su dulzura que te hace sentir que los pelillos de la nuca se levantan como un ejercito dispuesto a librar la batalla del amor verdadero.

Laurita es una amiga íntima que vive lejos , que manda de pascuas a ramos su ramo de margaritas frescas con un mensaje muy verdadero. Pero ya, de alguna manera, no me basta con eso,  tiene que haber contacto físico, aunque sea un abrazo y un par de besos de fan o de agradecimiento en un directo suyo  por llenar de estrellas mi noche.(Starry Skies, mi favorita del ramo)

Creo y no lo digo de manera exagerada o gratuita que nos ha entregado su mejor disco, incluso mejor que el de la John Peel fame, el afamado y roquero locutor-coleccionista inglés lo estará escuchando en el hilo musical del paraiso que es a donde en realidad pertenecen estos sonidos tan poco terrenales, puro espíritu. Laura, se te quiere...

Glass Armour es otro escalofrío de canción por solo escucharle los ing de los infinitivos o Driving  Down Your Street que es canela y su Lake Charles.

Estamos ante un acontecimiento que te hace apartar todo y cuyo partenaire masculino perfecto es Daniel Romano cuyo Come Cry With Me, recientemente descubierto gracias a los amigos musiqueros bilbainos, te hace pensar en un sueño confesable de disco de duetos entre ambos a la Gram-Emmylou. De ese pelo y esa categoría son las voces de ambos artistas.

Can´t Wait con sus aires country-rock troteros o las sombras que proyecta Washday Blues y ese himno final de Someday Sparrow, hacen de todo un conjunto delicadísimo y mira que es difícil de conseguir el 10 porque en eso Bonnie Raitt o la propia Lucinda son torres inexpugnables, en ese arte de juntar bellas palabras , con simples melodías y con feeling más la vocación de eternidad de todo lo que cantan.

Este disco ha llegado para quedarse, para hacer de B.S.O. de sucesos importantes , para subidas y bajadas en coche por la Peña Angulo a Frías esta primavera, para apreciar mucho más los soles humanos cercanos que te dan la vida, para dar leña al fuego y calentar la casa de la meseta y en definitiva,  como oxigeno necesario para que funcione el corazón.

Recomendable se queda corto, No Way There From Here de Laura Cantrell es necesario.