viernes, 22 de noviembre de 2013

THE NATIONAL EN EL PALACIO VISTA ALEGRE-MADRID ( 20-N-2013): LA HOGUERA DEL IGLÚ


Noche de fados eléctricos neoyorkinos en el gélido barrio alto de Carabanchel 
Foto de Ana 
Mira que se les resitía el país...a pesar de su curioso pase con cincuenta espectadores en la sala Moby Dick de la capital allá por Alligator (lo recordaron ellos enseguida) y su participación en un Primavera en Barna. 
Por fín, con fundamento como dice Arguiñano y tras el impulso de las buenas críticas de su Trouble Will Find Me (no en este blog, por cierto, aunque he de tirar de archivo para comentar que es bonito arrepentirse con el consejo de un hijo y cada escucha y con la llegada del otoño me empezó a gustar cada vez más;  mi cabreo fue algo visceral y se centró en el primer olor a repetición de esquemas, lo que es cierto y en un vídeo demasiado indie para mis ojos; con lo que no se quedó nadie, así somos de fijarnos sólo en lo escandaloso,  es con lo que dije también: que era un disco notable porque estos tipos no saben hacer nada vulgar como dicen que lo han hecho ahora los Arcade Fire. Al grano Susanita.
Seguramente si no es por una invitación, que suponía tanto para mi amigo Dani como para mi, no creo que hubiera asistido porque ya les he visto dos veces y todavía estoy en fase de recuperación de un bajón-acelerón, hipocondria-pérdida de ocupación remunerada y sentir que cuando te vuelcas siempre hay una pequeña porción de desagradecimiento, la madre de la necedad que puede hacer mucho daño, sobre todo si hay una amistad de por medio.
Merece la pena hacer locuras por Dani y por la compañía , los musiqueros en el sentido amplio del término, como nos llama  mi madre. ( Ya estás de musiqueo? Pero cuando te vas a cansar hijo?)
Es por los amigos e historias paralelas que se viven con ese motivo, una entrada de papel, por lo que nunca olvidas los conciertos , más cuando son en un helador miércoles de Noviembre, entre semana y se deben hacer encajes de bolillos para escaparte.
Me apetecía reencontrarme con Carabanchel porque cerca de allí estuve cuatro meses de p$%& servicio militar y conocía algo el barrio porque en Metro-Oporto vivía mi tía y es un barrio barrio, auténtico, de ketama y lo ví igual pero mucho más triste  porque se nota la crisis que azota, lugar idoneo para escuchar una noche fados eléctricos y nostálgicos compuestos en el mundo todavía opulento en apariencia de los USA pero por ello no ausente de blues. 
En el centro de la ciudad los problemas son mucho menores que los que allí se viven dentro de cada ventanita de aluminio corredera versión doble para no dejar pasar el relente y apaciguar el rugido de los motores bajando y subiendo por General Ricardos.Ya quedaban pocos restos de basura pero imagino lo que ha tenido que ser, seguro que en el sur ha habido más basura acumulada que en el norte.
Madrid es una ciudad que la quiero mucho pese a su dureza y donde si vas de visita a conciertos o de fin de semana siempre te lo pasas bien, siempre aparte der preciosa.
A pesar de que The National hacen white collar blues, los blues de los ejecutivos, licenciados en paro, gente culta adicta al ansiolítico y a ahogarse en un vaso de agua, me pareció que el despreciado por todos Palacio de Conciertos de la vieja Plaza de Toros de Vista Alegre estaba preparado para que aquello sonara como debía y se formara la hoguera dentro de un iglú que es lo que pareció por la temperatura durante todo el concierto. Menudo frio pasamos...
Calor no sólo por la pasión puesta por The National y la mejora en espectaculo visual ( a veces me recordaron tanto a la Velvet ) sino por lo allí vivido por cada uno de nosotros. Dani y yo teníamos muchas ganas de hablar y fue estupendo, ver al trufero de Carlos Savoy hablando de lo tonta que es su alcaldesa y de Bowie te sube la moral y es un momento relaxing a cup of coffee de los de verdad. Y luego los cinco de Bilbao, mi amiga Amaia que vive en Madrid pero que es más de Bilbao que los triángulos del EME y se vino y la expedición con mi amigo Luisma, nationalero, casi de Bilbao jejeje,  que les veía por primera vez y mis dos sobrinas Mary y Ana, auténticas groupies de los autores de Boxer, un comando dispuesto a disfrutar de aquello como fuera después de haber pecado con esa salida de tiesto que es irse en mitad de semana con temporal en el norte a casi cuatrocientos kilómetros de tu casa a ver un concierto.
En fin, somos frikis y frikis seremos y en vez de comprarnos la espada luminosa de Dart Vadder o su careta o la peluca de la princesa Leia e ir a los estrenos del nuevo videojuego de la peli de Lucas,  hacemos esas cosas por los grupos a los que amamos.
El show era mi tercero de la banda ( que como les dije a ellos y me reconocieron es medio portuguesa, allí les quieren- saben inglés- y porque es recíproco, busca en el fado la explicación de todo) y os puedo decir que ahora están en su punto, era el momento: estoy seguro de que no van a hacer disco de regetón tecno chochi como dicen ha hecho Arcade, ni siquiera un disco tipo Monasterio de Silos como acabará sacando Bon Iver, ellos son como REM, mal que les pese a algunos que los desprecian y no es por comparar ya que REM tienen una carrera mucho más larga e importante y estos todavía la están desarrollando sino porque son también rock and roll como rock and roll fueron Joy Division. 
De ahí que indie, tal y como nos lo tomamos en este circulo infame de puristas que somos, con ese tono despectivo que lo tiene porque engloba a un tanto por cierto muy muy grande de grupos infumables...lo que se dice indie por mucho que lo diga wikipedia de The National , no lo son.
Si son favoritos de Bruce, persona melómana que siempre demuestra que es mucho más abierto que muchos de sus fans, no pueden ser indies, Bruce no es idiota, Bruce si no ve que un grupo tiene el fantasma del rock and roll venga por la vía que venga (V.U.?) se calla y punto pelota.
Ahora mismo es sin duda uno de los mejores grupos en directo del mundo mundial y son además gente educada , profesional y encantadora ( lo digo porque gracias a esa invitación de Dani pude estar con la banda unos momentos en el enano camerino y así me lo demostraron, recordando pasiones lusófilas mutuas con ellos, de la vez que tuvimos la suerte de encontrárnoslos en una panadería -cafetería de la costa vicentina en Rogil, ante un galaó antes de su pase en el festival del Sudoeste Alentejano y de la praia Bordeira donde siempre he fantaseado que compusieron Runaway.
Del verano al invierno, menudo contraste: allí en camiseta y con el atardecer vicentino más violeta que puedas imaginar y este miércoles dentro de un iglú. Pues os aseguro que da lo mismo, los fadistas de Brooklyn desprenden calor por donde quiera que vayan e hicieron un concierto sentido que hubiera sido de delirio en un teatro como nuestro Euskalduna o estando en primera fila.
Setlist: pasando un poco de sus dos primeros trabajos (error, alguna hubiera estado estupendo) y picando muy poco del espectacular tercero o cuarto (Cherry Tree el ep es como un disco)  Alligator, la suerte estuvo echada entre el nuevo ( lo presentaban) y la Violeta en alternancia o no.
Sigo en mis trece de que La Violeta (High Violet) se notaba cuando llegaba su aroma porque es su POM, donde el equilibrio o el balance ( palabra que mola mucho para describir el concierto) alcanzó su cota máxima.
Sin embargo, momentos como el I Need My Girl del Trouble fueron de llorar de emotivos con ese arpegio que arranca las notas menores del corazón urbano como si fuera una guitarra portuguesa de la Alfama. Ternura velvetiana.
Un grupo en el que su batería  ( me lo dijo Matt, el cantante que parecía un cantante de literatura de Oxford, muy elegante) se tuvo que ir al hotel de la misma al acabar porque estaba "muerto" de cansancio, reventado y es que lo da todo, él marca la diferencia. Algunos dirán que qué flojo no quedarse al charloteo after-show pero había que oir cómo tocó para entenderlo y sentir el frío que allí hacía y con qué precisión metronómica se lo toma: todos los tambores del ejercito de Napoleón en un los bazos de un tipo alto y desgarbado con rasgos del Lennon de Abbey Road. Bryan Davendorf is GOD, él suena como el latido de un corazón atormentado pero firme en su propósito de ver belleza en todos aquellos problemas que le rodean. Con un kit sencillo pero unas tripas de tambor que suenan a la voz de Dios tiene una pegada con alma, de hecho es el alma de The National, sin él, si que serían una banda indie más.
Su trueno se acopla tanto a esa voz llena de remordimientos, amor, aceras nocturnas y pesares de Matt Berminger con la ayuda de su hermano Scott al bajo ( es sensacional) y las mariposas revoloteantes de los trazados de guitarras de los gemelos Aaron y Bryce, los Dressner, auténticos artífices de las estructuras de sus canciones herederas del pop de guitarras ochentero post-punk ya que The National son un todo que no se explica sin cada pieza, como las grandes bandas de todos los tiemposs, no admite cambios.
Es por eso que mi Violeta en vinilo ( una de las ediciones más hermosas de los últimos tiempos, hasta el sagrado material es de color violeta), allí la lleve con el coñazo que es trasportar artilugios de esa guisa viajera pero no está completa hasta que consiga la firma del baterista, todas las dedicatorias en cada foto correspondiente del resto son tan amables por su parte...pero me la debes Bryan, espero que sea en Portugal porque eres el alma de tu grupo y un batería que a veces hace la voz solista, sin pretenderlo, discreto, sin chulería:  es el sonido de la lluvía, esa que cae en la ventana de tu habitación o en tu patio cuando estás tapado y en silencio en una noche desvelada.
Los efectos de luz , en la onda de los de sus amigos Bon Iver,  muy muy bonitos repartiendo fondos psicodélicos, celulares, desintegrantes con simples efectos de gotas de lluvia en el cristal en su canción inmensa: England y ramas ya invernales para ilustrar la apoteosica About Today del Cherry Tree ( para un servidor su canción del grupo) porque fue con la que les conocí ( reco del Uncut de aquel mes) y les empecé a querer. Ahí compusieron su mejor fado menor y fue un momento del concierto para contar a los nietos.Tonos violetas en las sombras y finales en los que el bombo te resuena en las entrañas, moviéndote el diafragma.
Los laberintos intricados del Boxer también estuvieron representados por Squalor Victoria cuya figura militar de tambores ya presagiaba los malos tiempos que nos están tocando pasar, tiempos tristes por eso The National por fin se han dignado a venir y aunque hubo bastante gente tampoco estaba a rebosar porque no está el horno ni para bollos como éste y la gente prefiere ahorrar para los insípidos festivales de verano. 
También la hermosa Slow Show y por supuesto Fake Empire, una de las obligadas con su coda de vientos estratosférica y es que The Boxer es cinco jotas como la Violeta o el Alligator, no les sobra ni un minuto.
Los dos músicos a los vientos ( se notó la falta de Padma Newson y su violín, al que suplían) le daban un aire biblíco de tormpetas de Jericho a todos los temas pero nada pretencioso, fino, preciso, precioso. Están en su mejor momento, no cabe duda.
Del nuevo disco a destacar las que ya me encantaron desde mi primera vacilada mal interpretada: I Should live in Salt y Hard To Find ( otro fado menor), Pink Rabbits algo menos enfocada para lo buena que es alternadas con la potencia de un Graceless con ese gracejo pop y ascendente que tiene. 
En directo nada que ver el Trouble, mucho mejor porque al batería se le escucha en primer plano no como en el disco donde parece que hay una cortina muy fina que lo impide.
Y el bis final para rematar las dos horas de concierto intenso y reconfortante incluyeron de perla el  Hard To Find , Mr November (siempre funciona), Terrible Love (con Matt recorriendo por segunda vez toda la arena totalmente arrebatado) y un a capela Vandelyle Crybaby Geeks de llorar, de agradecimiento y despedida hasta otra equivalente a la clásica formación agarrados de las cinturas.
A pesar de toda la complejidad d elos temas y cambios de registro, letras a cantar y carne en el asador que pone el rubio barbudo, la supuestamente frágil voz de Matt sono rotunda en todo momento, con más registros que antes, sin desafinación, como si Leonard Cohen hubiera querido jugar cuando era mozo con las notas altas y dejar su perenne voz de tuba y rabino en algunos instantes. A eso se le llama crecer , como cantante y todos como músicos y grupo rodado en la carretera.
En cuanto al sonido: me metieron previamente tanto miedo con el lugar que lo daba por perdido y me sorprendió. ¿No será que los grupos se dividen en buenos y malos , en profesionales o bandarras, en gente que se curra su sonido y otros no, en gente que sabe aprovechar el campo de batalla y no echa la culpa siempre al de la mesa por su propia incompetencia? Sonó de cojones para un recinto de esas caracteristicas, se distinguía todo y era todo un todo. Eso si no soy de palco vip, me hubiera encantado estar en primera fila viviendo aquello con toda la intensidad (como en Portugal ) pero me daba igual porque había otras historias paralelas, a veces más importantes, estar con los amigos,  aclarar cosas, regalar chapas, que te lleven a firmar discos, comer unas patatas bravas a las 2 de la mañana con esas cañas Patrimonio de la Humanidad de Madrid, conocer mejor a Jose Antonio en la cafetería de la azotea del Corte Inglés de Callao ya que en Frías casi no pude hablar con él, acordarse de los que no pudieron ir pero les hubiera encantado (Coco, Gari-Esti, Gontzal aka Benito, Luisja , mis amigas de Plasencia y mi hijo Jon, todos ellos nationaleros cinco jotas, algún día les veremos todos juntos ya veréis), de cuando cantaron Abel y de mi amigo Atalanta (su nombre, su canción, el westman les ama) , proyectar sueños, reirse de uno mismo y sus reacciones ante ese tipo de oportunidades con los artistas y los rotuladores de tinta indeleble,  darse cuenta que los artistas grandes son generosos y agradecidos, mucho más que muchos amateur que en su vida han juntado tres notas con soul; en definitiva, de tirar hacia adelante y salir del pozo porque hasta en los iglús se puede hacer una hoguera, sentir el calor y disfrutar y vivir,  que es de lo que al final se trata. A los nationaleros nos gusta la lluvía y el sol, el frio y el fuego pero sobre todo adoramos las canciones para aplicárnoslas como B.S.O. de la propia pelicula que nos hemos montado.

Venid A Bilbao, coño, ya os vale... que también tenemos Plaza de Toros y también se llama Vista Alegre.Os subo a Artxanda para que veaís la vista del Botxo, jejeje.

De nuevo gracias, Dani.


There's too much crying in the sound
I should know you better than that

El setlist cortesia del kamarada Jose A. Pereira y que en su su magnifico y poético blog A Song Within a Song ha cumplimenta su testifical. Kamaradas añadirlo a vuestra derecha o izquierda porque es un heart of gold.














8 comentarios:

  1. Te lo MERECÍAS y te lo DEBÍA. Y aunque el gusanillo de The National sigue muy lejos de mí, fue un verdadero placer compartir concierto contigo. Espero que sigan habiendo muchos más. Un abrazo amigo.

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  2. ¡¡¡¡Spanish Taper, TE QUIERO!!!!!!!!!! (HA COLGADO EL CONCIERTO ENTERO, AMIGOS, ID A ESA PÁGINA AHORA MISMO).

    Y, al bilbaíno, agradecerle la gran crónica. Suscribo todo (bueno, excepto el inmerecido puñetazo a Arcade Fire... Son más niños, de hecho son niños jugando a tocar instrumentos, pero ¡los niños también tienen mucho que decir!

    (No me conoces, don't worry, he llegado aquí por recomendación de mi amigo Aitor Díaz, pero ¡gracias!)

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    1. Dont let me be misundertood. Tengo los tres discos de ArcadevFire. Los originales. Les he visto dos veces. Me encantan. El nuevo no lo he escuchado. Hablo por referencias. No les he dado puńetazo pero me da pereza su cuarto disco, sin más. Funeral es POM.

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  3. Ja ja ja que bien lo pasamos ehhh. Conciertazo y mucha tela, gracias por la mención. Me voy a pinchar a Bowie a saco... qué tema te dedico?

    Un fuerte abrazo.

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  4. Greatt!!!!

    Gracias a ti, a María y a Ana por ponérmelo tan fácil !!!!!

    Firmado: un indie

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  5. Great!!!

    Gracias a ti, a Ana y a María, por ponérmelo tan fácil!!!!

    Firmado: un indie

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  6. Anoche, mientras miraba un Valladolid - Osasuna, le di dos pasadas a la Violeta. Tenías que haber sido predicador, mejor predicador en Louissiana que político en españa. No está mal, digo yo que será cuestión de familiarizarse con la estética sonora. Las melodías son buenas y de las letras ni idea, pero para mi y mi pírrico nivel de inglés es así con todo. Cuídate y un abrazo!

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Amo la música más que a todo.

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Todos los textos pertenecen a Joserra Rodrigo salvo citas y párrafos con su autor referenciado.