miércoles, 20 de junio de 2012

TIME FADES AWAY - THE WHITE LINE FEVER

Nacido para ser analógico
The white line fever


Preguntaba el otro día alguien en el foro cual sería la razón por la que Shakey no da el visto bueno a publicar en formato digital el TFA. Neil es un talibán del sonido analógico, de los silencios y de que la música transpire; su sonido a crujido de maderas olor cohibas sigue admitiendo perfectamente ese cris cras grillo de mi viejo vinilo de 60 grm. (nos timaban a los chavales en este país de timadores, ahora nos enteramos pero nosotros, sin embargo, apartamos el grano de la aguja y fuimos capaces de escuchar)
Yo creo, sinceramente, que él se lo reserva de manera testimonial como si fuera un virrey y, también  por no jorobarme ya que el día que lo edite en cd/itunes/spoty/coñolalabernarda...un servidor echará una lágrima y le considerará un vil traidor.
Porque es su pequeño reducto y el nuestro, una aldea gala en forma de vinilo, inexpugnable, personal , tesoro mayor.
Al amigo Mansion le regalé una copia en cuanto lo ví en un mercadillo de second-hand, no se puede vivir sin él,  aunque no tengas plato.
Es parte de la fucked trilogy, esa terna desesperada y caótica que hace de la desesperación una cosa tan funky como lo que hicieron los Meters, sí, he dicho bien , los Meters de New Orleans, sin ser negros sonar tan funky como ellos. 
Como Kevin Rowland en los Dexys: con una voz, la que se tiene y punto, con un bagaje, el punk, trasladarse con todo el morro a hacer soul de la Stax. 
El funk no conoce de limitaciones pero casi todos están limitados para hacer funk y más aún en un género donde se rinde culto al virtuosismo como es el country rock.Pero Neil es un género en si mismo.
El groove de los Stray Gators, aunque estén aquí parciales, ese hedor a cuadra, cuero y rasca pulgas está presente en TFA más que en ninguno de sus discos. Es su esencia, TFA es salvaje, en Harvest todo se pulió gracias a unos cameos impresionantes.
La consideración de obra menor, por ser live, por ser maldito, por ser aquí te pillo aquí te grabo, con respecto a los otros dos, es una completa injusticia. Será un tema personal pero yo me quedo con TFA de los tres y hablamos de sus hermanos On the Beach y Tonight is the Night,  totalmente zumosol.
Y prefiero TFA por razones sentimentales, por ser el retrasado, el convaleciente, por  el orgullo de tenerle como presa del corazón desde hace tantos años y por acudir a él cuando quiero que me cobijen frente a la tormenta de una manera muy íntima.
Su portada, cabecera de ese Popgrama  que uno veía cariacontecido en la cutre TV de finales de los setenta, la tengo por mítica porque además me recuerda al concierto del propio Neil y los Crazy en el Pabellón de Deportes de La Casilla ( sí , le ví, un galón, aquello fue mágico, ese momento en que aunque se fue la luz, siguió con su Hey Hey, esa pianola y un Harvest con ella...primera fila, unforgetable)  La misma luz y esa preciosa foto de claro post-hippismo setentero.
Ese envoltorio cálido nos sugiere que no estamos ante un Live cualquiera sino ante un gemelo del Before the Flood repleto de pre-punkismo militante, el vómito es bello  y la contraportada con el camión en movimiento me hechizaba y me hechiza, ritmo de la noche, carretera y manta, the white line fever...todo en TFA es movimiento porque, amigos,  el tiempo se esfuma.
Lo original fue recopilar canciones jamás editadas y en formato directo, directo en el sentido más violento de la palabra, son puñales, te pueden hacer mucho daño, dependiendo de tu estado de ánimo.
TFA no es nada fácil, la metafísica es una asignatura dura pero toda vez uno la aprueba, conoce mejor el sentido de las cosas.
El postgrado en Neil lo constituyen trabajos como TFA o Le Noise, suponen esfuerzo pero reportan una mayor recompensa.
Creo que lo compré en alguna tienda de segunda mano, no tenia la mayoria de edad, de eso estoy seguro por lo que en la reclusión adolescente, practicada a ratos porque era lo que tocaba, me daba la mano  la dulce desemperanza de TFA.
Me encontraba identificado con esa nostalgia, ese resquemor y esas estructuras marcadas, para tontos, nada que ver con Steely Dan pero llenas de alma.
Hay ratos en los que la sensación es de corte de digestión pero luego llega el sudor frio y la mejoría tras haber vomitado hasta la primera papilla. TFA está perfectamente secuenciado en un toma y daca impresionante. Está en una categoría tan difernete en sonido y planteamiento al disco que se presentaba, el insuperable Harvest, que parece mentira que sea el mismo artista pero Neil es siempre igual aunque cambie el tono.
Comienza con la ultra funky Time fades away pero claro es que está Tim Drummond a las cuatro cuerdas o lo que es lo mismo Dios, un country-rock vals de lo mejor de toda su carrera donde Kenny Buttrey (Blonde on Blonde)  suena a 140 por hora, uno de los mejores baterias de la Historia y  Ben Keith, bendito sea, le hace las voces y su pedal steel y llega esa armónica de hojalata llena de dolor mientras que Jack Nitzsche toca el piano de saloon de una manera graciosa y genial... y te vas para arriba en sentimiento, esto es una gira señores, no los pasos y gestos calculados de las stars de ahora. Esto era peligroso, esto era a calzón bajado, esto era punk.
Lo bueno que tiene TFA es que intercala himnos de borrachera con letanias de plañideras y Journey Throught the Past, puro outtake de Harvest debido a la película, es ese gospel que sólo sabe componer el canadiense, épocas donde se dejaban para las incursiones en el cine de las rock stars perlas sublimes.
Me encantan las canciones un poco mareadas de Shakey,  Yonder Stands the Sinner es uno de los mejores ejemplos, riff y voz, actitud y funk , mucho funk. Auuuuuhhhh! y es el estado de la sexta cerveza dependiendo d elo que te aguante el cuerpo. Visceral, TFA es visceral.
L.A. es un southern rock pero con un cambio magistral, cuando dice L.A. city in the sky, city in the sun, escalofrios absolutos y Ben claro, Ben Keith que en realidad suena a esos escalofrios.
Don´t you wish that you could be here too , Don´t you wish that you could be here too. Me parece increible que no se hable de la rara belleza que desprende  TFA.
Por demasiado personal, omito Love in Mind de la que me adueñé para instalarla con carácter permanente en ese comando que da las ordenes a mi sistema emocional, de mi songbook , pero del starlux. No quiero ponerme a llorar, paso palabra.
Don´t be denied  con sus acordes colgados, desgarramantas y una especial interpretación sentida y aguda del jefe indio, resulta a estos oidos, actual, moderna, una biografia de su autor. Los ángeles Crosby y Nash aportan sus trinos y hasta parecen contagiarse del desastre pasando a sonar a borrachos de taberna. Un clásico.
Vuelta al piano y al despelote, The Bridge es maravillosa y da pudor escucharle porque Neil ante todo es dulce pero no empalagoso, es una mini cucharilla de azucar en el café. Ël en pelotas y tu idem de lienzo porque  consigue que no sepas si tú eres tú o eres él, cosa de magos: One day when you talk to me I saw myself again.
Last dance que es también magistral y funky como la mierda, remata una faena intensa y corta, con peligro y  cuernos afilados, taleguillas manchadas de sangre y drogas: return back where you to come from, así es TFA, terreno conocido, seguro, brillante, metafísica aprendida a base de darte de tortas.
Aunque lo vi, yo no pude firmar la petición de su edición en cd, hubiera sido traicionar todo este sentimiento, el de que el tiempo se esfuma, cada vez con mayor rapidez y es una pena no vivir eternamente pegado a esta oscura y sentida  obra maestra, es uno de los placeres más intensos que conozco, como dice His Bobness, detras de cada cosa bella hay un tipo de sufrimiento. TFA es un canto a la white line fever y lo que esta conlleva  y a que el tiempo se esfuma y tenemos que aprovecharlo, lo he decidido, me voy al Rust Fest.
Fourteen junkies
too weak to work
One sells diamonds
for what they're worth
Down on pain street,
disappointment lurks
Son, don't be home too late.
Try to get back by eight
Son, don't wait
till the break of day
'Cause you know
how time fades away.
Time fades away
You know how time fades away.

Shakey dijo que era su peor disco pero es como cuando nosotros vemos una foto y pensamos estamos horribles: no somos buenos jueces de nosotros mismos, las fotos están para ver las de los demás y TFA es Neil puro, su foto, cuanto más imperfecto más atractivo.

2 comentarios:

  1. Después de leer esto, este disco adquiere otra dimensión. Abrazo.

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  2. Cucha, Joserra, la próxima vez que veas ese disco me lo pillas, que no he tenido el gusto de escucharlo en mi vida. Tampoco voy a pedir que lo publiquen en CD, pero... joder, escucharlo. Haces bien yendo al Rust Fest, que al final sólo se arrepiente uno de las cosas que no ha hecho, y ese encuentro suena más mimosín y landfriendly que el concierto de Radiohead.
    Besos!

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Amo la música más que a todo.

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Todos los textos pertenecen a Joserra Rodrigo salvo citas y párrafos con su autor referenciado.