miércoles, 2 de mayo de 2012

FATHER & SONG

Who knows where the time goes, Loudon with his son Rufus
Les ha pasado alguna otra vez, padre e hijo coinciden en la publicación de un nuevo disco. Loudon Wainwright III y Rufus Wainwright.
Sabéis que son dos favoritos de la casa, en realidad toda la saga Wainwright-McGarrigle, la genética familiar lleva impresa la música como gen dominante, cantar, preservar la camada, la competencia feroz, tirarse los trastos, el cariño, la colaboración y , sobre todo el humor.
Padre e hijo no pueden ser tan diferentes y tan iguales, tan seguros de si mismos en su pose que no en el fondo de su ser, es un escudo ante sus fantasmas,sus inseguridades, se rompen cuando se confiesan sin pudor: Loudon es el pepito grillo de la su generación, a la que satiriza sin compasión, Rufus la necesidad de reafirmarse en un mundo machista en el que los true rockers no le aguantan pero tampoco lo hicieron con Elton John en los setenta y ahora mismo es un clásico.
El caso es que los dos discos se complementan ya que el haberlos visto juntos en la Opera House de Londres el pasado Julio, mano a mano, me hace entender mejor estos dos proyectos y el amor y admiración que ambos se profesan.

Empezamos por la arruga:

La bellísima portada, el título confesional y el buen rollo de verle en directo el pasado verano , me hacían poner  muchas esperanzas en este disco.
Aparte estaba el tema de La Arruga es Bella y de que Loudon tenía que incorporar uno de sus trabajos a la saga y a la guía. Pues aquí lo tenemos.
Esplendoroso él vuelve a su rollo, después de navegar por la tradición de las canciones de Charlie Pool y la Depresión. Hay que acudir al pasado para tomar fuerza. Además , la situación surrealista de ser abuelo junto con Leonard Cohen de su nieta Viva Kate, hija de Rufus y  por encargo, por un favor o  por amistad de Lorca Cohen, who knows, le han bajado esos humos del que fue proge pero no del todo tolerante con las decisiones de sus hijos: un reflejo del fracaso de su generación que quiso salvar el mundo desde la ironía, el sexo libre y el Village y mira ahora que presente nos han brindado. Eso les requema, por supuesto que él no tiene la culpa pero si esa actitud hedonista y de mirarse el ombligo de los nuevos dylanes.Sin embargo, como las buenas pelis de Allen qué atractiva resulta.
Sus reencuentros con sus hijos ya famosos, el fallecimiento  de su primera ex Kate McGarrigle,  que al final le ha traído tan gratos recuerdos de cuando compusieron tanta belleza y un reconocimiento tardío en el continente europeo, en UK ya era un crack, hacen que Loudon Wainwright III esté en el candelabro.
La justicia aunque tardía, algo siempre reconforta.
En 2001 sacó su Last Man on Earth que junto a History son sus dos OBRAS MAESTRAS, los que más tocan el corazón, los más personales y con dosis de emoción y humor casi letales lo que no quita para que sus clásicos setenteros sean uno de los repertorios más inteligentes y con letras más agudas que usted puede leer.Vamos, que también es de especial como el señor Zevon.
Más viejo que mi viejo. que es como se titula,  parte de dicha premisa para hablarnos de cosas de la common people, de tí y de mi, bueno más de los que pasan los 45, seamos sinceros: aunque ya no son crisis personales sino verdades de señor mayor dichas de la forma que a los años le dan la gana, 65 para ser exactos.
Utiliza los palos habituales, un pop funk correoso tipo Steely Dan, ya sabes la Tormenta de Hielo, el folk y el hillbilly, la balada acústica de acordes de parbulitos, el blues de coffee house, la canción teatrera para decirnos que el sexo es algo que recuerda, cuando tu te tumbabas y normalmente yo me ponía encima, con una expresión que le situa como primo hermano norteño de Randy Newman, no lo suficientemente encabronado y crápula como para ser Warren Zevon y los reencuentros con sus super dotados vástagos, los tiene a tríos. También invita al gran  Ramblin´ Jack Elliott y muchas cosas  más, todas bonitas, sencillas, preciosas.
La guinda es un tema con recitado de escalofrío ( como me gustan esos temas como el Coney Island de Van Morrison , me ponen en un mood especial) para dar entrada a un ya clásico junto a su hijo, el Príncipe de Montreal, Rufus.
Una de las canciones de 2012: The Days that We died. Tengo ganas de que me llegue el original que está en camino para hundirme en sus letras: se intuyen en mi parado inglés verdaderas como el hielo y el fuego.
Necesitamos elevarnos del suelo y luego bajar a la tierra con cosas como este espléndido, generoso, discreto y bello disco.Estoy seguro que me va  a acompañar siempre, es lo que tienen los clásicos songwriters, mirarás a los tuyos bajo sus estrofas, les querrás más, les comprenderás y tambiénn a ti y darás gracias por ser tan afortunado de haber dado con tu banda sonora. Otra arruga, otra bella arruga de la que estar orgulloso, amigo Loudon.

Sabor madera:




Alguien que trate de ver similitudes con su padre, sin aplicar el instinto y el amor por esta familia Trapp, va a concluir que nada tienen que ver. Con qué nos vienes Joserra...cómo te gusta mezclar.
Eso no es cierto, es hijo de su padre lo que pasa que enamorado de otra estética y otra ética.
Sin embargo Rufus siempre te dirá que él quiere hacer un disco como los de su madre y su padre , que él se siente un cantante folk atraído por el pop, el pop como vocablo a reivindicar , no como super pop.
Rufus en su Out of the Game ya está como su viejo en el History, ya es mayor, ya es padre, se va a casar y, sin embargo , es un bicho, inquieto y vicioso, excesivo compulsivo ( más Zevon) y tiene que saber ahora que es apretarse los machos.
Refugiado ya en el amor, en vez de en el Crystal Meth y con los palos que da la vida, lo de su madre y el cáncer fue muy duro, ahí no ya no valen apellidos ni clases, ni bohemia y ahora, se atreve a hacer letras de viejunos.
Soy fan , compré su disco debut,  el primero en esta Noble Villa, de eso estoy seguro y Power Records puede dar fe y fue algo como con Fakeband, dar la matraca hasta hacer adeptos al régimen. Ahora está en la cima. Sé de sobra que es con el artista que más difícil lo tengo, la true rockers attitude la tengo enfrente pero me importa un huevo. Es con diferencia,  el artista con más talento sobre unas tablas y sus canciones,  nadie puede componerlas como él lo hace porque, para empezar, no llega nadie a su nivel y es genuino. Aunque adopte a Bowie o a Steely Dann, es Rufus.
Es una de las cosas más hermosas que me han pasado en mi vida de continuo descubrimiento musical y no me voy a bajar del carro salvo que lo que saque sea una mierda.
No es el caso de este Out of The Game que como todos sus discos crece como las cebollas de la huerta, poco a poco, le hace falta más sol, como a Bilbao en este momento, cada uno encierra una historia y un puñado de canciones memorables, algunos son p.o.m. : los Want por ejemplo y ese primer disco que a mi me dice mucho como Poses. Release es un poco más cargante en arreglos pero tiene las canciones y el Requiem Lulu para su madre, es como disco para ratos de quererte cortar las venas, perfecto.
Este vuelve a la onda Want de la mano del productor de Amy, Mark Ronson, el cual ha dicho que ha sido un placer inmenso trabajar codo a codo con el divo canadiense pero que le ha enfocado sin quitarle algo que todos exclamamos: es Rufus, puro Rufus.
Y si el single y título del álbum es una canción candidata para el verano: graciosa, pegadiza, coral, de sentirse Heidi, tenemos de todo...hasta disco y del bueno en Bitter Tears porque cuando la canción es buena se sustenta en cualquier formato si está hecho con cuidado.Hasta en Jericho suena a The Band, no olvidemos que Levon ha tocado con él y Levon no tocaba con mamarrachos bitches.
Si añadimos que cuenta con una maravilla llamada Sometimes we need que dice cosas tan ciertas como:


Sometimes you need a stranger to talk to
Sometimes you need to go to the observatory
Sometimes a movie star’s eyes gets you through the love and the lies
y que se cierra con la canción a su madre que sólo ha podido componer después de marcharse al cielo y que es de carne de gallina  y se llama Candles, un equivalente a Dinner at Eight  pero, en este caso para mamá, pienso en alto: Rufus is a tit man,siempre enganchado a la teta de mámá y al humos de papá, siempre orgullosos de la estirpe a la que pertenece, siempre Rufus, siempre brillante y generoso. gracias por existir y sacar discos a los que acudes sin parar para ir tirando, no de esos que aparcas y que no salen en años de su caja. Pensadlo, están los miuras y el resto y Rufus es un miura, justo como su padre.

P.D.: qué suerte aquellos que le vais a ver en la Alhambra, Jardines de Generalife el viernes, es justo el enclave donde los Califas deben presentar sus nuevas canciones y donde belleza+belleza puede resultar vino de lilas.

Con su primo Teddy presentando lo nuevo, este 2012 está esplendoroso de buena música ya que d elo demás....mejor no comentar.

2 comentarios:

  1. Bueno, Rufus es un fenómeno y el hecho de poder verlos en un enclave mágico como es Granada le añade más chicha al asunto. Un abrazo, Mr Dylan.

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  2. Al padre no lo controlo, pero Rufus es VERDAD. A mí también me resbalan las etiquetas y lo que opinen los true rockers HOMÓFOBOS. Me llevaré puesto el dodotis y una caja de kleenex, Joserra, pero el viernes me doy uno de los gustazos de mi vida porque yo lo valgo. Ole!
    Besos!

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Amo la música más que a todo.

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Todos los textos pertenecen a Joserra Rodrigo salvo citas y párrafos con su autor referenciado.