sábado, 17 de marzo de 2012

DAMIEN JURADO-WORKING TITLES


Desde que apareció en escena compré sus discos y me encanta, lo que pasa es que hubo una época en la que se puso muy deprimente y me aparté de él.
Quiso el destino que compartiera cartel con Josh Rouse en Donosti hace algo menos de dos años y me encantó que así fuera porque había pasado muchas noches con Rehearsals for Departure allá por 1999 ( su segundo disco) Después llegaron a mi balda Ghost of David y el nebraskero  Where shall you take me también los compré, después le perdí la pista.
En el concierto de Donosti me maravilló: sólo con su guitarra y efectos a lo John Martyn, su referencia setentera, consiguió una intimidad , un imán que sólo consiguen los grandes. De hecho me quedé más con esa catarsis de emoción que con un Josh Ruse soleado pero un poco Georgie Dann con sus Valencias y Maeses. Si me viene tanto a la cabeza Damien en aquel bolo, que por cierto ayer estuvo en Donosti pero no pude ir, será por algo.
Estoy totalmente cautivo de su nuevo disco, a Ned se que este artista le encanta, sirva de homenaje a ese corazón de oro que es y pienso pillarme el Saint Barlett porque se me pasó y allí ya estaba como en el nuevo a la producción el gran Richard Swift que es un tipo con mucho que ofrecer y cuyos discos son soberbios, como los de Nilsson, pequeñas sinfonias pop.
Es curioso ahora como M Ward o Bon Iver salen en las revistas y aumentan sus caches hasta poner las entradas, el segundo a millón,  pero Damien fue un precursor del sonido,  sobre todo del segundo.
Hay que ser justos y reivindicar carreras de hormiga, poco a poco, dándonos cosas buenas grano a grano. Este hombre lleva ya un montón de ediciones pero me da que Maraqopa es una especie de cima.
Estoy enganchado a ese disco pero necesito tiempo para hacer la reseña que merece.Me limito, de momento, a recomendarlo. Este primer trimestre ha empezado muy fuerte, con mucho e interesante.
De momento,  me basta con colgar este maravilloso tema en el que le hacen las backing vocals ni más ni menos que The Head & the Heart ese grupo de Seattle que me descubrió el de la tienda Rough Trade de Notting Hill. Dios les cria y ellos se juntan.



1 comentario:

  1. Aún no me he sumergido en Maraqopa, pero Saint Bartlett me pareció espléndido. Cada disco tiene su engarce con un momento y unas circunstancias, y las de Saint Bartlett las tengo muy presentes.
    Ayer tampoco pude estar en Donosti, pero ya me contarán unos amigos, con los que el fin de semana que viene veré a Jonathan Richman en Zarautz.

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Amo la música más que a todo.

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Todos los textos pertenecen a Joserra Rodrigo salvo citas y párrafos con su autor referenciado.