IN GLORIOUS MONO

Ya no saben lo que hacer para vender discos...es lo primero que piensas cuando con determinados grupos o artistas, existen doscientos millones de ediciones, remaster de los remaster, pristine sound de los sounds, escucha esto como el artista lo quiso, las demos de w.c. included y demás pegatinas y monsergas que te hacen, a veces, hasta soltar la carcajada de turno. Somos idiotas porque somos fans, los fans son idiotas, es inevitable.

Con los Kinks se están pasando, tenemos que pasar más por taquilla que unos tontos del haba porque les amamos pero...

Hay cosas justificadas y la Mono Box es una de ellas, son, sin lugar a la más mínima duda, las versiones definitivas de los discos clásicos de los nativos de ese barrio-paraíso londinense llamado Muswell Hill. (volveré, juro que volveré)

Y el all in glorious mono que reza la cajita pick-up, ella tan super mod,  bien vale creer en los magos de Oriente ya que me la encontré junto a mi zapato.

Al igual que con la labor de artesanía sonora realizada con los Beatles, sobre todo con las injustamente tratadas secciones de ritmo,  aquí se escucha el bajo galopante y preciso del gran Peter Quaife y los tambores de Avory y la experiencia se puede calificar de religiosa.

La mañana del día de reyes le dí al Arthur que pa que y señores, Arthur es una p.o.m. entre p.o.ms. 

La dinámica entre los cuatro, cinco si contamos con los maravillosos arreglos de cuerda y viento de  Lew Warburton es muy cercana al orgasmo continuado que produce escuchar como se debe el Magical Mystery Tour o el Odgen Nut´s Gone Flake.

Como hablé con Charo, aquí en casa, con todo el montón de discos agobiándonos para los locos like us la clave son las ediciones pero no sólo por las fotos y los cuadernitos satinados sino por el sonido, queremos vibrar con los graves y que los Kinks estén lo más cerca posible de nuestro bioritmo, que cuando les pinchemos en el equipo la vecina crea que hay un concierto en nuestro piso.

De ahí que aunque sea un child del stereo, reconozca que así, todo junto, sonando por los speakers , benditos equipos de música, le dan cien mi vueltas a los smarts, emepetreses y demás morralla porque para sonar grande hace falta un botón de volumen idem, unas cajas y madera, mucha madera.
Y no puedo mentir, esto es DEFINITIVO y deja a lo demás en otra liga: aquí los Kinks son un grupo 10 porque tenian muchos méritos para recibir la calificación máxima: canciones, líder carismático y genio a la pluma, estética, el chic de pasar del swinwing y el centro de Londres para recluirse en el edén del Norte de la Ciudad, invenciones ( escuchar el riff de You really o Where the good Times en glorious mono es querer gritar de gusto) pero les faltaba uno con esta caja solucionado: sonar en cd, perdonen la palabra, de puta madre. La excepción que confirma la regla The Kinks in Mono es imprescindible.
P.D: la cuidada presentación en reproducciones de los vinilos (ala Mono Box Dylan) y esas fotos tan increíbles que llevan dentro, a pesar de ser todo espectacular, no es nada, son tontadas comparadas con dar al power del ampli Yamaha, el play del Denon y que las cajas hablen del grupo UK de mis sueños, de mi tercera vía, de mis adorados, idolatrados, incombustibles, adorables, infravalorados, soberbios, subersivos KINKS, London´s  Ravest Group by Demand!

P.D: Mi hijo al ver el libretito dijo: aita pero si el de los Arctic es igual que Dave Davies, va igual...jajaja.Viva Dave! el Nacho Vega de los Kinks!