sábado, 14 de mayo de 2011

SALVADO EN TORONTO


I don´t believe in anybody but Jesus
Las minivacaciones que nos ha dado Blogger con su cierre técnico me han permitido ponerme a seleccionar vídeos de His Bobness para la fiesta del 25.
En plena faena recibí los comentarios de Ned Henry y ayer de Anónimo E, el primero pedía ayuda en el tema de cómo entender con bootlegs mejor la etapa cristiana-evangélica de Bob Dylan ya que la trilogía oficial de estudio es incompleta y el segundo decía que tenía un poco abandonados Saved y Shot of Love en comparación con Slow Train Coming, animándose a quitarles pronto el polvo.
Está claro que ambas sugerencias-deseos me vienen de cine para tratar de explicar como completar esta etapa que nunca me cansaré de reivindicar y que en realidad nace de los experimentos, musicalmente triunfales, del Far East 1978 Tour. Es ahí donde se convirtió en el performing artist que es, cambiando esquemas y setlist , generando canciones de canciones, estilos de estilos, su secreto, su valor lo que diferencia del resto. Odio a los bocachanclas que se quejan de que no conocen las canciones en sus directos,  que se queden en casa escuchando el disco, no te jode (perdón que me enciendo) Si quitas el espíritu del jazz del directo, apaga y vamonos.
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Slow Train Coming es un disco frío con una voz en llamas, las cosas como son, es el más pulcro y disciplinado que ha grabado en su vida pero claro, estaba Jerry Wexler ni más ni menos a la producción que es el Gaudí del Soul, el mago que en los estudios del sello Atlantic, ese que llevó a la música del Alma al cielo y a la perfección sonora para la eternidad.
Slow Train es un disco de sonido y groove, muy Muscle Shoals-Alabama porque está grabado allí pero más Hi-Memphis en su inalterable chi-ca-boom funk-gospel, recuerda a las grabaciones de O.V. Wright para el sello o al subsello The Gospel Truth de Stax y muchos temas al blues asoulado de gigantes como Albert King, Johnny Taylor o Pop Staples, ese imprescindible disco a tercias de Steve Crooper con el primero y el tercero en cuya portada sale el frasco de su potente brebaje.
Ejemplos: Gonna Change my Way of Thinking, When You gonna wake up o la propia Slow Train.
Las tres locomotoras de vapor aparte del Serve Somebody, ejercicios de estilo que miran a la cara a sus inspiradoras, ese es su grandioso mérito...playin´ the blues con estilo y con sermón iracundo, calimero, nadie me entiende pero Jesús es el camino...impresiona.
De las tres Slow Train es la que destaca y podría ser un tema del Exodus de Marley, es de esa categoría hermanos.Llega el tren, llega que llega y te pilló.
Luego tenemos la sección baladas: Precious Angel, I Believe in You y la estremecedora y gospel total When He Returns, una canción perfecta para su propio funeral, de llorar aunque no creas en nada.
Aquí llama la atención el punto pulcro que les da a las dos primeras , el toque crystal clear de Knopfler y que las hace, no sé cómo explicarlo bien...mejor me callo, ¿tramposas?
Está claro que se dejó llevar por la moda de la época en la elección de los miembros de la banda inglesa y eso es lo que le hace incompleto y a la vez, único al primero de la trilogía. Es una cuestión controvertida  pero hay que aceptarla y es como parte del enigma y el puzzle que es este hombre.
Hay veces que las cosas no son blanco y negro y mi relación con el sonido de Slow Train es menos orgánica que con esos discos de la Hi o la Atlantic a los que reverencia y cuando me lo paro a pensar es por el sonido de la guitarra de Mark y la falta de parches más gruesos en la bateria de Pick Whiters. La decisión de incluirles a ambos como maniobra comercial es redonda como soul, chunga.Y eso que Mark está contenido y sometido al dictado de las reglas Muscle Shoals, sin embargo en Precious Angel está un poco sugary , para mi gusto.
Si todo hubiera quedado en eso...pero ahí es donde radica el problema, en las giras que le siguieron y en los músicos que se seleccionaron para suplantar a los exitosos y ocupados muchachos ingleses del reciclado un poquito Cale+Dylan+Bruce de Portobello.
Hay de aquel que interprete que no trago a Dire Straits, de eso nada, yo estuve como muchos encandilado con su primer (fabuloso), segundo (entrañable) y tercer disco, después ya pasé de ellos lo que me dejó la radio, claro,  ya que uno no es de piedra y también quería disfrutar con su generación pero el tiempo es cabrón y lo deja todo en su sitio.
Con perspectiva es lo que pienso : que este disco con Jim Keltner a los tambores y Fred Tacket a la guitarra (los de la gira posterior) hubiera sido una obra maestra.
Es brillante su aportación, ojo y lo hacen muy bien los ingleses pero resultan demasiado limpios para creérselos. Ahora y ya con demasiados discos escuchados gracias a Slow Train no me cabe la menor duda pero ahí también está su valor, la o r i g i n a l i d a d  de la que el caprichoso Bob es dueño y señor sonando encima siempre a si mismo, a su propia zarrapastrosidad.
Me quedo con dos temas INMENSOS : uno su clásico Gotta Serve Somebody que suena potente y sublime en su toma oficial (aunque en la gira ganaría en bajos) y con otro menor como es Do right to me  baby por su rollo swampy con toques vudú y de J.J. Cale. Recordar que el disco salió cuando estaba uno en segundo de BUP y , a la vez que el Five del de Tulsa y aparte de catálogo Atlantic, sellos de soul tipo TK o Hi, Dylan estaba loco por Bob Marley y por lo que estaba haciendo el Cale (qué personaje más relevante)
Recuerdo el  escaparate de la tienda Beethoven de Bilbao con varias portadas de cartón de ambos discos allí colocadas de promoción, once upon a time...cuando se vendían discos y se ahorraban pagas para comprarlos.
Luego está la controversia: Man gave name to all the animals, hay peña que le parece ridícula por su ritmo y escala infantil pero seguro que si hubiera estado en el Survival del apóstol jamaicano , no pensarían lo mismo. ¿No tiene derecho a vacilar? Es una rara avis en su repertorio y es deliciosa, la defiendo, entre muchas cosas, porque ese piano eléctrico de Barry Beckett me pone a cien y el final colgado con la serpiente es más terrorifico que todo lo escrito por Stephen King.
Bromas de Javier Krahe aparte, aquí los proges viejunos que ahora son funcionarios o politicos o gilipollas, ellos tan hippies decían que esto era una puta mierda y ahora waka,waka ey ey colega y a los nietos en el coche Hanna Montana Mix pero están muertos, muertos y creen que Wilco es un champú anticaspa. Esos que proclaman que desde la trilogía mercurial Dylan no ha hecho nada bueno...sí sí y La Pantoja desde Marinero de Luces, anda no me jodas.
Corramos un estúpido velo, Man Gave Names mola, es swampy, es Golfo de Méjico, es seria, la escucho y veo los silencios de James Brown y clase, mucha clase, de ridícula nada.
Slow es 50% militancia evangélica a ritmo de blues-soul y el resto experimentos variados; el resultado sobresaliente, le falta calor quizás por la temática que no se te escapa de la cabeza y por lo dicho (la profesionalidad), aunque la verdad es que da tanta pena aquí, en su conversión beligerante como cuando se separó de su musa porque, no olvidemos, es un engañador. Además que le precedan BOTT, Desire, Hard Rain, Street Legal y At Budokan, una cadena de fisión nuclear, le hace parecer la estepa siberiana, también es cierto.
Luego llegó Saved, para que negar que fue un bajón ver que el predicador estaba erre que erre por convertirnos pero Saved es un tesorito y es un disco donde se inventó una cosa que llamo Heavy Gospel ( me llamó mucho la atención cuando Sir Paul Weller tituló a un disco Heavy Soul, pensé en ese estilo que Bob inventó en este disco)
Aquí ya no hay ingleses y se nota, portada repelente entonces pero ahora ingenua y kitch y canciones, mejores canciones que en el Slow, más naturales y melódicas.
Es corto y comienza con el escalofriante clásico Satisfied Mind (todos los muy grandes la han hecho) practicamente a pelo con las negritas pero las otras ocho son muy buenas y dos en concreto de sus p.o.m. Pressing On e In the Garden, clásicos del heavy gospel al instante, dignas de los tiempos de los Soul Stirrers de Sam Cooke. Tengo debilidad por ambas y por la ternura de Covenant Woman, un Just Like a Woman del Convento y la gloriosa harmónica y fraseo de What can I do for you, digna del serial Gemas del  Soul.
Are you ready es como el New Pony de Street Legal , adictiva, riffosa y desde luego que te dan ganas de volver al confesionario porque fijo que te condenas si no le haces caso al pesado de Bobby.
Saved y Solid Rock ganarían muchos enteros en directo, siendo explosiones de exorcismo practicadas con instrumentos eléctricos y la Iglesia Evangélica podría sentirse orgullosa de como estaba engordando el libro de partituras y sus arcas con el judio converso.
Las diferencias con el Slow, siendo Wexler el mismo, estaban en la autenticidad,  éste era un disco para los cajones especializados en gospel, nada programable en efe emes o en hoteles de costa como el primero, Saved es the real deal, es el catecismo y si te mola el gospel un must have.
Y el gospel estricto habla del Señor y mezclarlo con sexo sólo lo hace bien Al Green por lo tanto esto fue el Toro Salvaje de De Niro, tuvo que vivirlo para hacerlo creíble y a los resultados me remito.
Cuidadin con ningunear a Saved.
Las giras fueron APOTEÓSICAS, con sermones entre canciones , con comentarios surrealistas , proclamas "¿sabeís cual es mi heroe? ¿Bruce Springsteen, Michael Jackson ,Mel Gibson?...nah,nah ...y directo a tocar una de Jesús", con un par y  el público cambiado (los bocachanclas se quedaron en casa escuchando a los Cars)  pero sobre todo con una calidad de interpretación de matricula de honor.
De ahí que haya un disco pirata, bueno varios con diferentes nombres, que es la clave del asunto, su concierto en Toronto (siempre pongo velas para que sea el próximo Bootleg Series)
Pero es el vídeo "The Gospel Years" es donde alcanza el climax y el frenesí, será cutrón de imagen pero ahí está la explicación de todo.
El cd doble, en mi caso, pirata de Flashback World Productions del Live at Massey Hall de Toronto (20/Abril/1980) lleva por título The Born Again Music pero ese sólo representa la etapa sermonera donde su setlist lo componían sólo canciones conversas, luego hay mucho más, continuará...

Heavy Gospel, hot negritas y músicos sureños de primera...mañana be ready para la misa de 12, nunca ha tenido tanto sentido escuchar al predicador.
Por cierto, Dylan tiene una buena colección de música y se ve el homenaje.

4 comentarios:

  1. Joserra con entradas como estas sería mejor no decir nada y no dejar ningún comentario.
    De la trilogía cristiana sólo tengo el Slow, no encuentro por ninguna parte unos míseros CD´s del Saved y el Shot of Love.
    Respecto al primero me gusta que destaques When he Returns, es escalofriante, no sé, las últimas canciones de los discos de Dylan siempre tienen "algo".
    Un saludo.

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  2. JOSERRA adoro esta etapa. Y me gusta tanto a nivel musical como de letras. Te podrá gustar más o menos lo que dice, podrás estar más o menos de acuerdo con lo que dice, pero para mí Dylan demuestra algo que solo él puede hacer. Hable de lo que hable, sus letras son INSUPERABLES. De hecho creo que en estos tres discos se encuentran algunos de los temas más incendiarios de toda su carrera.

    Un abrazo.

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  3. Estoy con Cooper... y mira que tengo el disco, me lo compré; me gusta más 'Street Legal' pero éste es una maravilla también y es que no sabemos qué cojones aportar. Es un placer leerte conociendo el disco. Eso sí, me he descojonado con lo de los Cars. Ahí te has quedado tan agusto como en todo el resto del post, pero es que no te falta razón.

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  4. jajaja yo también me he reido con lo de los Cars vaya punto. Llego tarde Rodri, te doy las gracias por ayudarme a tapar los claroscuros que tengo, tenía con Bob. Ya estoy buscanto ese concierto en Toronto. Gracias, un abrazo!!

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Amo la música más que a todo.

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Todos los textos pertenecen a Joserra Rodrigo salvo citas y párrafos con su autor referenciado.