jueves, 19 de mayo de 2011

OH MERCY

Mercy on us , sufridores.
Una recompensa, así considero esta maravilla grabada en la Big Easy, la Crescent City, la tierra prometida, New Orleans.
Tantos palos recibidos por nuestra fe en el periodo gospel, tantas risas, tantos comentarios diciendo que ya no tenía nada que ofrecer, que estaba acabado, le dotaron a éste resurgir la condición de pura agua de mayo.
Un horroroso Down in the Groove (su unico disco totalmente infumable, no puedo con semejante mierda) le precedía y ya nos hizo dudar hasta a los creyentes, hard times en los primeros ochenta para los seguidores de Bob Dylan. Él vivía de puta madre como una hortera pop star, esa estética foulard and panamá hat de la que cariñosamente hablaba Two Heads Brain en su comentario, se había ido por el retrete, ahora Dylan llevaba americanas brillantes, dos tallas más grandes (qué puta manía, si era el principe, con sus modelos ceñidos)  y el cardado a lo bruja Lola, Dios hard times...come again no more.Yo antes comprandome levitas negras como las de 1984 en su primera gira por España y ahora ¿qué coño iba a comprar? y ¿donde? ¿en la sección de caballeros del Corte Inglés?
Dura y entrañable de revisitar porque hasta en eso es el mejor,  tiene una época hortera, Elvis Costello no la ha tenido y ya le hubiera gustado porque tener una época hortera sólo la tienen los dioses, Elvis, you know.
Sin embargo Lanois apareció, era la Virgen de esta curiosa portada bootleg. Por muchos denostado, transformó la música de los ochenta, la dió profundidad sin dejar de pertenecer a su tiempo y lo que hizo con los Neville Brothers fue una catarsis sónica. En realidad, volvió a la instrumentación orgánica y vintage pero con un halo de ingravided piu, piu, piu, con ecos que formaban incógnitas, con pedales que planteaban preguntas sin respuesta, adult friendly.
El horterilla del Zimmy escuchó el With God on Your Side de los Neville, se le cayerón los pantalones de cuero y tachuelas y volvió a creer en su fuerza como compositor porque hay que reconocer que es una de las mejores cover de todos los tiempos de su repertorio.



Una recuperación musical y de dignidad personal también es lo que supuso Oh Mercy, al Crónicas me remito, ese capítulo es tremendo, precioso, ese amor por la capital de Luisiana, una necesidad, porque si no es por Oh Mercy, hoy no estariamos celebrando todo esto, la época madura que se inicia con dicho disco es fundamental para defender su Nobel, su relevancía en el nuevo rockandroll  o mejor,  la consecución de un imposible triple sarto mortal, tres tandas de etapas MITOLÓGICAS;  porque este tío por una sóla cancion ya hubiera pasado a la Historia pero son tantas que no puedes respirar, te abruma.

Political World lo abría como otro tren de carga nocturno, infernal y actual...vivimos en un mundo politico que da asco, punto. When Teardrops Fall no se puede escuchar de día, es noctámbula como Sad Eyed Lady y es esa canción para un brindis, estamos vivos que más queremos...el saxo final es tan caluroso como una noche de julio en Madrid, sin aire acondicionado, durmiendo en una cama nido de tu tía con pernocta ( así lo escuchaba en mi walkman), se me pegaba todo, un puto infierno la mili y ese calor, una gozada el recuerdo de esta canción.
Broken todo está broken y sigue broken, y esa batería que me puede, Everything is Broken , otra que tendria  que ser el himno de la revolución necesaria, todo por los aires que ya está bien de tomarnos el pelo. Tiene una capacidad tremenda de indignarse tío Bob y de trasmitir esa rabía.Enfadado mola.
Pero Oh Mercy es variado y viene después un diamante como es Ring Them Bells que como demostró en Nara City-Japón con la orquesta es de sus top, top songs. Con reminiscencias de When He returns y la escuela del gospel pero más cósmica y menos sacristía, la escuchó y podría votar por ella como su número 1 y que te haga sentir eso, es mucho ( te pasa con demasiadas)

El milagro japonés:



La atmosfera de la producción es de quitarse el sombrero por lo que no extraña que le sigan grillos y la noche oscura y misteriosa de Nueva Orleans, la harmónica arranca de una manera aterradora en Man In the Long Black Coat, su Riders on the Storm, puro misterio, los pantanos se huelen, los mosquitos te acribillan, la muerte acecha. Probad a escucharla en una noche estrellada, en la meseta, sientes lo que con Knockin´, se abre el cielo en dos y flotas sin necesidad de fumar un petardo. El Cosmos, Dylan abarcó todo el Cosmos con Oh Mercy, atrapó, gracias a Danny, todas las particulas que flotaban por el aire del sur de Mark Twain, ahí estaba Car Wheels on a Gravel Road de Lucinda y el judio norteño captó la esencia dixie, tiene huevos.Siempre he pensado que si estuviera más de un día en Bilbao se hacía con el himno del Athletic.
La cara b se abre con una p.o.m. llamada Most of The Time que tiene más artificio Lanois, más U2 pero no por ello te distrae de escuchar ese recitado sincero sobre lo que es la crisis de ser mayor, de las dudas y el relativismo...otro trip increible, un viaje por el espacio interior con ritmo galáctico.
Oh Mercy bien vale un five stars, esto no se tambalea por ningun sitio, no tiene fisuras. Es más, What good am I? es una favorita personal y de Elliott Murphy, se lo pregunté porque la primera vez que le ví fue cuando este disco salió.
Pensad si no encajaría perfectamente en Blood on the Tracks, lo que pasa es que han pasado los años y es más autocritico, ya deja de ser el atormentado heroe romántico que le dejan, incomprendido, arrepentido, esto es reconocer finamente soy un motherfucker, un motherfucker con todas sus letras.
Demostró que estaba perdido pero su voz era recuperable en expresión, fue muy heavy la experiencia, era una crisis de los cuarenta un poco atrasada,  antes bastante tenía con el alcohol y las chaquetas brillantes. Los tempos de esta delicia que es Oh Mercy son sumamente lentos, hay tanto espacio para el silencio, para la reflexión. Es un disco de cigarrito, de post, post lo que sea.
Disease of Conceit la tocó en 1995 en su bolo de Bilbao, quizás la única vez en su neverending tour, ese día vivimos una fiesta, fue un día mágico y la canción, otra que contiene las verdades eternas de Masters of War en vertiente avaricia. Un piano , otra vez gospel, su piano suena así,  domina el número, noche y más noche, parece un programa de blues de emisora nocturna como el que luego él ha protagonizado en las ondas.
What was if you wanted , la más vudú, nos viene a decir que en Slow Train se hicieron cosas como para repetir y es con mucho, la más Neville, la más funk, correosa, sudorosa, la tiras y se pega en el techo. El lentro tren llega, siempre llega con Bob.
Cómo se disfruta Oh Mercy landers, cuando nos percatamos de su inmediata grandeza, crecimos uno o dos centímetros, ya nadie más, en su sano juicio, volvería a reirse de nosotros.
Las canciones finales Agente Cooper, llevas razón, siempre tienen un extra, suelen ser obras maestras encubiertas con saudade o morriña y Shooting Star lo es, una candidata a la reco de sus mejores love songs, otra de llorar, otro You gonna make me lonesome when you go o Buckets of Rain, tres trazos, una letra simple, un simil que en otro hubiera resultado ridículo. Solía mirar las estrellas en Frias escuchándola y siempre pensaba que de las tres cosas más importantes que me habían pasado en mi vida era enamorarme de su autor desde chaval y basar mi vida en la luz que transmiten sus estrellas fugaces, eso parecen sus canciones, independientemente de su duración. La boca abierta, como un niño, fenómenos que se escapan del entendimiento, destellos de los que sólo entiende el corazón.
Oh Mercy , para entendernos los melómanos, es su Astral Weeks.

Esta entrada quiero dedicarsela a Rafa Arce que viene desde Valladolid a la fiesta y que sé Oh Mercy significa mucho para él, nos conoceremos en persona Rafa, queda muy poco.

Sureños salid a mirar las estrellas que hoy en el norte hay más nubes: uno de sus puentes más bellos le pertenece:

Listen to the engine, listen to the bell
As the last fire truck from hell
Goes rolling by
All good people are praying
It’s the last temptation, the last account
The last time you might hear the sermon on the mount
The last radio is playing

Nobel ya! Aitor ya estamos haciendo una plataforma.


4 comentarios:

  1. Amo este disco, recuerdo que cuando salió aun no tenía nada de Dylan y solo conocía las antiguas canciones que más o menos ha oido todo el mundo, también recuerdo a todos los críticos comentar que era como la resurrección del mesías tras haberlo enterrado antes de tiempo (es curioso, por esa época hubo unas cuantas resurrecciones -Reed, Young...). Escuché Political World y me entusiasmó... pero aun no compré el Oh Mercy, simplemente decidí que ya era hora de comenzar con Dylan, pero con alguno de los discos que contribuyeron a convertirlo en un dios, y el elegido fue Blonde on Blonde. Y cuando pasado el tiempo finalmente me hice con Oh Mercy vi que de verdad era una obra maestra y que siendo muy de su tiempo podía mirar a la cara a muchas de las que había hecho antes.
    Abrazo

    Y sí, Nobel ya!!!

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  2. Amigo Joserra. Tengo el disco "Oh Mercy" en vinilo desde su aparición, pero observo que la portada difiere algo de la mia. El tema "Ring then bells es una maravilla", me ha gustado mucho la versión del video, sobre todo el mensaje de la letra que desconocía totalmente.
    Un buen post, como ya nos tienes acostumbrados. Saludos.

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  3. AMO este disco, contiene auténticos CLÁSICOS de Bob. Ahora bien nunca entenderé eso de Resurrección. ¿Resurrección de qué? Un disco malo "Down In The Groove", uno regular "Knocked Out Loaded", uno que a mí me gusta mucho "Empire Burlesque" y una OBRA SUPERIOR que nunca entenderé como nadie la reconoce como eso, un discazo de Dylan llamado "Infidels".

    Ya hubieran querido muchas una década de ese calibre.

    Un abrazo.

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  4. Gran resumen de lo que fue aquella época dylaniana, aunque yo del groove salvaría alguna canción como "Silvio", de hecho el "Koncked Out Loaded" tampoco me parece mucho mejor, y estoy de acuerdo con phillips81 en que el "Empire Burlesque" es un disco mucho más que aceptable; tal vez la producción de Arthur Baker se salga de madre en algunas canciones, pero muchos temas son de lo mejor que escribió Dylan en aquella década.

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Amo la música más que a todo.

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Todos los textos pertenecen a Joserra Rodrigo salvo citas y párrafos con su autor referenciado.