BEING THERE - WILCO

Esto es una reprimenda. Mi Bobby Jean, Javi y un servidor siempre estábamos a la zaga de un descubrimiento musical que nos dejara ojopláticos y sin aliento desde nuestras conquistas gloriosas  de adolescencia: Dylan, Amália, las Supremes o Sam Cooke...

Aunque yo he sido siempre más histérica que él a la hora de meterme por vena jornada completa de r&roll y soul, hay que reconocer que yo seria Colón pero mi amigo era Vasco de Gama, sin embargo se fue enfriando con la pasión y justo coincidió con la época de las primeras tarifas de internet. Comenzó a bajarse desde los salmos de  comunión de Bruce Springsteen hasta la filmografía de Monica Randall para jamás escucharlos y verla pero, eso y el trabajo y su forma de ser racheada, mató definitivamente su interés como navegante.

El último país en el que puso su bandera se llamó Wilco y su pedido a un almacén de discos donde recomendaban el disco protagonista de la entrada, le hizo pronunciar nuestra fase fetiche al efecto: te vas a cagar Joserra (se entiende que de gusto)

Para empezar creo recordar que fue uno de los primeros cds al que se le dio un aire de vinilo con la portadita desplegable de cartón (eso molaba en plena era de reino del cd en plastic case) y después el que se citaran nuestros héroes como influencias era sumamente excitante, aparte del mástil misterioso de una epiphone marcando un raro mi menor.

En 1996 todavía no había salido Time Out of Mind, ni Ok Computer, ni Deserter´s Songs y andabamos un poco faltos de pelotazos U.S.A. porque era el pleno reinado del brit-pop.

Recuerdo Being There como una obsesión, era entrar en él y encontrarse en el jardín del Eden. Ahora somos más mayores y más perros y Yankee Hotel Foxtrot para muchos supuso un cambio: yo soy de los que piensan que se re-inventaron para bien o mejor dicho para ser únicos y reconocibles mientras a Javi le dejaron de interesar y con ellos lo que no sean los discos de Bob y de Bruce que últimamente compra como la lotería de navidad del equipo del chaval , esa en la que juegas dos euros y pagas 10 y que es puro compromiso y nostalgia.

No te lo tomes a mal aunque ya "no soportes la música" no puedes borrar el pasado y tú me descubriste a Wilco.

Lo que me sorprende es que no dieras al stop en la primera canción porque Misunderstood es demasiado velvetiana para tu cuerpo serrano pero, menos mal,  tuviste paciencia y seguiste.

Este tema inicial sorprende porque ya vemos que aparte de al primer y único grupo de Lou Reed, ahora con la perspectiva de unos muchos cientos de discos más,, esto suena al Sisters Lovers de Big Star,  totalmente.

La primera vez que escuché la voz de Jeff fue aquí y en un pis pas se incorporó al catálogo de cuerdas vocales que yo llamo de ángeles porque transmiten algo más, algo misterioso que sólo puede aprenderse en el cielo.Deja tras de si un halo de vaho en el cristal, una humedad de beso sentido y se siente poseida a tercias por el Dylan de Basement Tapes, el John Lennon del primal scream y un mix de Alex Chilton/Chris Bell. Nunca me ha sonado como dicen a Gram Parsons, de eso nada, esto es rock and roll.

Misundestood es cierto que ahora en su setlist y con las tablas ganadas resulta grandiosa. Luego viene Far, far away que es una delicia marca de la casa, un vals harvest  digno de Shakey y que suena a esa hora de madrugada en que se grabó Blonde on Blonde, legañas blues.

Monday es un r&roll stoniano que enseguida me hizo pensar en un nuevo Exile dado que es doble y es que Wilco siempre han roto el hielo de grupo más profundo cascándose un pequeño o grande roncanrrolito de por medio.Aqui los vientos rinden puro homenaje a  Bobby Keys y la panda de gualtrapas de Nellcoté.

Cubata de soul y rock and roll y el Rodri se muere de gustazo.

Pero fue la cuarta Outtasite (outta mind) la que me tuvo preso, comprándome incluso el cd single porque allí era cara b el Thirteen de Big Star.( mi manera de entrar en el mejor grupo maldito de los setenta) 

Es un tema que junta Exile con el White Album porque tiene el bravado de Revolution y la cerdería de Tumbling Dice y ese balance decidme ¿quién puede hacerlo mejo?

.Un riff pletórico de guitarra hace que pronuncie con el puño en alto eso que tanto le gusta a Luisma de  : !Wilco, Wilco!

¿Alguien se acuerda ya de que es uno de los temas mejores de los chicagüenses?

Con Forget the Flowers entramos en terrenos Big Pink, basement feeling, la cosa va de los dobles míticos y el uso del banjo siempre es bien recibido aunque te etiqueten de americana y aunque toques la marsellesa.

Salto a Big Star, de nuevo en Red-eyed and blue y con el repaso veo que la magia de este grupo puntero en la Historia ya estaba encerrada en esos fraseos y esos arreglos más meláncolicos que todo el archivo de fados del Museo de Lisboa. Y aunque el grupo es estupendo lo que les hace diferentes en Being There es Jeff, siempre Jeff, clase a montones.Es el Robbie Roberstson de Wilco porque todos le odiamos un poco porque muchos le ponen de difícil y de que barre pa casa pero ambos son los putos amos de la barraca, uno con su fular granate ( Anónimo E dixit) y éste con sus migrañas y su aire de niño pijo de suburbio malote.

Los méritos claros y el chocolate espeso.

I got you (at the end of the Century) devuelve olores de power-pop de Rapsberries y ondas Replacements aunque ahora ves que sonaban a lonja mucho más, lo cual lo hace disfrutable, fresco y nada empalagoso, cervecero y de no comerse la cabeza demasiado como con lo que hacen ahora.

Del primer cd me enamoró What´s the world got in store porque hay fenómenos inexplicables como ese incluido en el Balanise Dancer de Chuck Prophet titulado Who am I foolin´.

Por cierto, llamemos colegas al californiano y a los de Chicago porque transmiten la misma pasión por los clásicos y por lo que tocan, la misma que Paul Weller por su amado soul y el british rythm & blues...siempre se dejan la piel y hasta la carne, difícil que vayan en auto-pilot ( aunque Wilco The Album es lo que tiene para haberlo dejado apartado)

Hotel Arizona se menea en pantanos de Florida, es decir del Rubio y sus Rompecorazones , clavicordio incluido para rematar la primera rodaja con Say You Miss Me, un medio tiempo como sólo saben hacerlo ellos, soberbio.

La impresión tras el primer cd es que estaba escuchando un grupo legendario y con más futuro que el que vio John Hammond cuando escuchó cantar a la joven Aretha.

¿Cansaría otra sentada con nueve temas más?

Pues no porque Sunken Treasure que fue el tema con el que comenzaron el setlist en mi botxo del alma fue el comienzo de uno de los conciertos más acojonantes que he escuchado en mi vida, de hecho a Larralde le comenté nada más que lo acabaron: Me puedo morir, he visto lo más parecido al momento Judas-Royal Albert Hall que uno puede imaginar.

Jeff se fumó en el camerino las cenizas de Mr Imagine y se hizo una transfusión de sangre congelada del judio de Duluth circa 1966. Fue ESPECTACULAR. Venga coño, algún testigo del Euskalduna que me lo refrende, no me hagáis quedar de exagerado.

Una armónica, un rasgueo y una voz nacida de las visiones de Johanna que conquistan mi mente: I´m so outta tune with you...El ruidísmo poético a desarrollar en su trilogia apoteósica ya asomaba el morro al final del corte.

Someday Soon le gustaba a Javi porque sonaba a esos temas con Happy Traum del Greatest Hits V. II de Dylan que tanto apreciamos y esos hammonds: un sonido que los Jayhawks también nos devolvieron con mucha ganancia.Y es que Wilco aquí,  no andaba muy  lejos de los otros genios del país del norte.

El reprise de Outta Mind es lo mismo que los Fab hicieron con Revolution, una gran melodía admite más de un arreglo.

Someone´s else song es lo más folky del álbum pero joder qué bonita suena después de mucho tiempo sin escucharla, es más una sea-shanty que podría estar en el nuevo de los Decemberists o en uno de Mike Scott: brumosa y marinera.

Kingpin es muy Lo and Behold, es decir Basement tapes de nuevo pero engrasada con la nueva formación gana enteros, un clásico todavía emparentado con el gen de Uncle Tupelo.

El poder de la ensoñación de garito de carretera maloliente está es Was I in your dreams? pianos y steels enamorados que se besan y se abrazan.

Why would you wanna live? es un poco lo que vendrá después con dosis de pop rabioso en Summerteeth y ya sabemos mucho de arquitectura wilco con esos estribillos, puentes y desarrollos instrumentales marca de la casa, bonitos bonitos.

Mi favorita de la segunda rodaja es The Lonely 1 , razones: las canciones que tratan sobre el impacto del rock and roll en la vida de una persona me maravillan porque son la banda sonora de mi vida, si en la intro hay violines más, soy de arreglos de cuerdas. Esto es una oración y ahora mismo lo creáis o no, se me cae la lágrima y pienso joder otro sueño roto, otra intentona más seria de vivir de esto que se va al garete porque  he descartado, de momento, parte de mi proyecto.(I just understand i´m just a fan, como dice la letra)

El rock and roll tiene finales siempre emocionantes aunque sean de amores y sueños rotos, como los fadistas nos regodeamos en la tristeza, nos tangled up in blue: I play the ones from yesterday, I play your song just to hear you say, you are the lonely one.

Dreamer of My Dreams cierra de manera tabernera para decirnos que esto es un grupo pasándoselo bien y tenemos  unas ganas tremendas de volver a empezar. Como setlist se deja escuchar de maravilla y el balance lo convierte en uno de los dobles elegidos para la gloria. Como lo han superado en innovación y en remate sus creadores nos olvidamos de Being There, luego llegó Summeteeth que es otra joya pero muy diferente, pero en este ambicioso trabajo yo caí rendido a sus pies como Javi. Algunos les fuimos fieles y a otros le pareció ruido lo que hicieron después y les dejaron de interesar, unos seguimos descubriendo y otros han decidido dejar de descubrir.

Es la vida y ego te absolvo my friend porque no sabes cuanto me regalaste descubriéndome a este grupo con nombre de detergente.

Ahora Being There suena más delgado pero su carga emocional está toda ahí.