Ya sabes que para mí “Love’s been discontinued” fue uno de los mejores álbumes del año pasado (mi barra lateral me delata y el recopilatorio de 2009 también). Además hasta el título es tan cierto como nuestras vidas. Recuerdo verlo en Santana 27 de escudero de lujo de otro grande con quien ha compartido créditos en más de un proyecto a lo largo de sus vidas: Steve Wynn. Estuvieron fantásticos, son muy grandes, y escucharlo a las teclas y a la guitarra fue como un regalo del cielo. Una pena no haberlos podido ver en el recién multado entonces Cafe Antzokia, porque en Santana improvisaron y, mientras un DJ pinchaba salsa o algo así en la sala principal, nos metieron en el comedor, con muy mal sonido y un escenario muy bajo (que para los que no tomamos suficiente leche de pequeños) fue una tortura, a unir a los “rockeros” de turno, a los que van a los conciertos a hablar de la crisis (vestidos para la ocasión eso sí). Esa misma semana murió Lux interior y tuvo su merecido homenaje por parte de Steve Wynn, ya en los bises.
Otro claro ejemplo de como el entorno puede afectar a la percepción de un concierto. Podría haber sido memorable y se quedó en un placer, y un honor. Me quedó como una espina clavada, a estos dos les tengo que ver en otras condiciones.
Ya sabes que para mí “Love’s been discontinued” fue uno de los mejores álbumes del año pasado (mi barra lateral me delata y el recopilatorio de 2009 también). Además hasta el título es tan cierto como nuestras vidas.
ResponderEliminarRecuerdo verlo en Santana 27 de escudero de lujo de otro grande con quien ha compartido créditos en más de un proyecto a lo largo de sus vidas: Steve Wynn. Estuvieron fantásticos, son muy grandes, y escucharlo a las teclas y a la guitarra fue como un regalo del cielo. Una pena no haberlos podido ver en el recién multado entonces Cafe Antzokia, porque en Santana improvisaron y, mientras un DJ pinchaba salsa o algo así en la sala principal, nos metieron en el comedor, con muy mal sonido y un escenario muy bajo (que para los que no tomamos suficiente leche de pequeños) fue una tortura, a unir a los “rockeros” de turno, a los que van a los conciertos a hablar de la crisis (vestidos para la ocasión eso sí).
Esa misma semana murió Lux interior y tuvo su merecido homenaje por parte de Steve Wynn, ya en los bises.
Otro claro ejemplo de como el entorno puede afectar a la percepción de un concierto. Podría haber sido memorable y se quedó en un placer, y un honor. Me quedó como una espina clavada, a estos dos les tengo que ver en otras condiciones.
Gran músico al que sigo desde los tiempos de GREEN ON REED. Saludos.
ResponderEliminardespues del comentario (típico en calidad y extensión) de nuestro Coco tan sólo puedo decir acerca de tu entrada una cosa: MAGISTRAL
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