DOS DISCURSOS DEL CORAZÓN MADE IN 1988

El placer de ver a dos artistas enormes emerger, como es el caso, es un delirio.
Si ese momento está grabado y concentrado en un álbum ya ni te cuento. Esto me sucede con los dos protagonistas de la entrada.
Ambos encontraron su forma de expresión en 1988 aunque tuvieran discos anteriores, ahí es donde "le salió la barba a él y las tetas a ella" como cantantes y compositores.
Los dos primeros discos de Lucinda Williams, los escucho y son como ver la foto de mi comunión: entrañables, ejercicios de estilo pero nada más, si acaso algún tema emocionante pero tremendamente inmaduro y de ejecución nerviosa. En los primeros de Greg Brown que comenzó su carrera con los ochenta, lo mismo. Con eso no digo que no sean escuchables y de hecho,ellos mismos han recuperado con éxito temas de los mismos en forma live, mejorando un montón los originales, al "Happy Woman Blues" de la Lu de Zaragoza me remito.
Pero esto es otra cosa: aquí ya podemos hablar de arte, arte.Y los dos son almas gemelas de distinto sexo y discos que van como el aceite con el vinagre.
Empezando por Greg, el "One more goodnight kiss" del granjero de Iowa es digno de estar en la lista de lo mejorcito de los songwriters "nacidos" en dicha década, ahora de actualidad en esta Land.
En su primer tema, el que da el título ya te das cuenta que es la leche: aquí se asimila el folk y el gospel a la perfección pero no tienes un referente anterior claro, de ahí el genio. Esto no suena a Dylan, ni siquiera a Van Morrison...esto suena ya a Greg Brown.
Y si me apuras tiene más de Ray Charles de lo que la portada y las pintas de chico Greenpeace o poteador de Hernani, pudieran sugerirte.Y hay un aromita Atlantic Records y eso eso para un servidor es como cuando entras a casa y toca tortillita de patata jugosa con cebollita (Xandra perdona, sólo mencionartelo te dará un ataque letal de morriña, lo siento...nada maja, al "smoked salmón" y las "chips and onions" que ya tienes la Guiness y ese Oporto que dices te quita los blues)
Y la segunda es de esas canciones para ambientar el blog de Fede, con sus rollos de amito de su casa, ahí con sus niños y toda la peluchería mirando el plato de pure para que coman.!Qué bueno!
Y es que, aparte de ser una delicia de melodía, trata de como Greg a sus niños les quitaba la fiebre con Aretha en el estéreo ( creo firmemente en el remedio, pruebalo Fede, resulta) Se titula "Say a little prayer" como la gema de la Queen of Soul.Es algo digno de Loudon Wainwright III, del que toma la ironia y la temática cotidiana padres-hijos, que da para mucho más de lo que creemos.
"Mississipi Moon" con su voz inconfundible y grave(no me recuerda a nadie aunque alguien trate de ver a Tom Waits está miope) es un ejerciio de estilo que servirá como modelo: esos lánguidos lamentos a la luz de la luna del midwest que te hacen aullar como lobo herido de amor.Atalanta, prueba a escucharlos en estos días soleados y donde corta el aire del Oeste en los que se nota que alarga la claridad.Esto es un botxo, you know.
Con "Cheapest things" y su aire mexicanito, te puedes imaginar de que va la cosa: de que aunque compres porque no te quedan otros huevos, las cosas más baratas, las de la marca blanca, eso no significa que el amor se igual de barato ( esto transportado a la familia rural de aquellos parajes desoladores) Pero todo te lo crees todo porque este hombre es coherente y nunca le verás en revistas de música ni en ceremonias de awards y demás saraos. Es un auténtico ácrata, un ocupa y héroe rural en su pueblo.Un update de las canciones de la depresión.Ya podría aquí alguien hacer algo parecido porque nos sobran los motivos...menos irse a Nashville a grabar y más canciones que reflejen lo que quiere la gente escuchar.
Canned Goods , otra de su setlist, impresionante. De verdad que es buena gente este hombre, como dice Anónimo E, un tipo de fiar.Esta va de la abuelita, los productos de la huerta y el sabor de lo que produce el verano (estoy mentalmente en Frias cuando la escucho) El piano adorna casi todas las canciones y ahora veo que además es "vainiquero". Esos temas también los trataban las madrileñas.
"Rooty toot toot for the Moon" es trotera y hillbilly y "Waiting down to Casey" sigue en la ruta blues mientras que "Our Little Town" es una oda a ese pueblo donde reina la belleza las 24 horas pero hay que ser muy duro para aguantarlo y Greg no sólo lo aguanta sino que hace poesia del muermo y lo defiende de su posible desaparición.Sostenibilidad pura y dura antes del uso hipócrita de la palabreja.Y ya lo dejo porque todas las canciones tienen verdad. Es esa primera maravilla que anuncia que después llegarán más.
Y nuestra Lu, la de Lake Charles, de la que conservo el olor de su abrazo en tierra maña (qué bien olía Dios y qué bien abraza)en su homónimo también lo consiguió: componer canciones redondas, perfectas, míticas y varias de ellas mis favoritas de siempre de su repertorio: Side of the Road, Changed the Locks,Passionate Kisses, Big Red Sun Blues, I just wanted to see you so bad y en los extras de la deluxe el Something about what happen when we talk, que es de quitar el hipo.Un disco que si no es por su sonido ochentas, un poco bajo, es de 10 y no tenía que haber esperado a esa nota hasta el Car Wheels pero se le perdona porque era imposible abstraerse a lo que imperaba en la época.
Aquí el encantamiento viene de no utilizar técnica alguna, de salir de la pole a corazón abierto y "partío" ...soy esta chicha sureña...¿me quieren un poco por favor?¿les interesan mis historias de mujeres solitarias que adoran el r&roll y a las que les arde todo por dentro aunque no les haga ni puto caso su maromo de turno?
Veamos temáticas y comprendamos a la Williams: la excitación de un encuentro deseado aunque luego resulte un fiasco, la chica currela de la small town con una vida gris que quiere un novio r&roll que le de marchita y comenzar una vida nueva-y que pide que la exciten; el lamento de la mujer engañada y que no se cree como bebiendo la misma marca de cerveza en el mismo bar ya nada es lo mismo con su chico; la intuición femenina y la ganas de ser atendida; los blues del gran cielo rojo que saben que el amor verdadero es mejor que el oro; el momentito guay de la relación en el que te abres como una rosa; el momento horrible en que quieres cambiar la cerradura de todo para que ese al que te habías abierto como una rosa ahora te deje en paz e incluso...genial...ganas de cambiar el nombre de tu ciudad; los besos apasionados que tienen termino y no vuelven aunque se reclaman; en otra nos dice que igual es demasiado triste pero no lo eres Lu, no; después nos recuerda que Nueva Orleans es "la ciudad que todo lo ha dicho" pero que simboliza los buenos tiempos y nos pone saudadosos de la Crescent City para pasar a esa cuneta de la carretera donde es necesario parar el coche para respirar por uno mismo y recuperar paisajes que se han olvidado por esa venda que es el amor ciego-inmensa Side of the Road y tocada en Bilbao por mi email previo a su ahora marido suplicándosela chavales...me debéis una caña; y para acabar el precio que se paga por no cuidar aquello más querido.
Todo lo clava, como un Dylan, poesía cotidiana, rimada, sentida, ser uno mismo y la muy cabrona, sin darse cuenta, siendo ella, compuso un tratado de amor de primer orden.Y no hablo de la parte musical porque ya me he cansado definitivamente y pido una mano pero decir que con uno,dos y tres acordes no se pueden componer melodías más atractivas y memorables. Ahí es cuando entiendo que la comparen con His Bobness.
Lo dicho, dos discursos del corazón imposibles de repetir y la piel de pollo se le pone a uno con estas cuatro de muestra.







Sweet memories...en Bilbao...quizás lo más emotivo de su setlist...