SEMANAS ASTRALES REVISITED

Las “semanas astrales” del León de Belfast

Van Morrison es un ser huraño, no se corta un pelo en decir que los Beatles eran una mierda y que la música actual es un vertedero de basura. Él que es un tipo prepotente tiene un reloj digital en el escenario, de números rojos para ser exactos, para que sus conciertos no rebasen la línea sagrada de los 90 minutos.
Lo ví en el Kursaal y cómo el muy gruñón lo miraba de reojo.
Es ese dinosaurio que lleva un par de décadas haciendo el mismo disco en el que un 40% de las veces resulta un clón soul de Ray Charles, un 20% el gemelo blues de John Lee Hooker, y un 30% un George Jones o un Charlie Rich vaquero.
El 10 % o “ratito de gloria” es lo que dedica a lo que realmente le es genuíno: el “celtic soul” ese soul irlandes que el se inventó en su obra maestra, aquel primer disco firmado como Van Morrison y que se tituló “Astral Weeks” el último año de los sesenta y que marcó la entrada en las carreras en solitario de muchos artistas en los setenta o , mejor dicho, la decada de los songwriters.
Esas “semanas astrales” en su concepto original y espontáneo están para el firmante junto a cosas como “Kind of Blue” (Miles Davis) o “Grace” (Jeff Buckley”) Son artefactos tan emocionantes que son eternos y te hacen creer directamente en la inmortalidad de sus autores. Mientras el hombre viva serán referente y se escucharan y se harán tesis doctorales sobre ellos.
El denominador común: dejar que el alma improvise y que la voz le represente, mientras los instrumentos matizan, acompañan ese sensación de querer comunicar algo demasiado profundo para entender en prosa o en verso pero sin un pentagrama.
Sólo por ese disco ya estará siempre en la gloria el irlandés.
Pues bueno, resulta que Van quiso el año pasado rendirse tributo a si mismo en el 40 aniversario de tan magno hito musical, interpretándolo en directo en el Hollywood Bowl californiano y señores, el resultado ha sido más que óptimo ya que con tan buena materia prima , muy mal tenía que hacerlo para cargárselo.
Por lo tanto representa para mi la reconciliación soñada, demostración de que este es el valor que aporta a la música Van Morrison , no la doscientas cuatro maneras de hacer blues, soul y gospel clásico (que ojo…lo hace muy bien, pero no me aporta nada o tanto)
Me emociona con “Sweet Thing” o “Vanlose Stairway” por poner dos canciones en épocas distintas.
En cuanto a las letras del disco decir que son bellísimas en su simplicidad , casi al modo de su compatriota Yeats, contemplativas con la naturaleza de la Isla Verde, mezcladas con misticismo de ferry, una especie de catecismo de vuelta a nacer, de los recuerdos de la niñez, de esa Madame George que en realidad es un hombre vestido de mujer y que fascina al chaval por su distinción del resto de mortales y su manera contracorriente de vivir, es hacer de calles “pijas” de la zona protestante de Belfast santuarios como en “Cypruss Avenue”, es el volcán del amor en “The way young lovers do”, es todo el disco, un viaje.
En las listas siempre aparece entre los diez primeros discos de la historia del Rock y es cierto, “Astral Weeks” no hay muchos, es único. Y sólo su autor puede volver a revivirlo y todavía ponernos los pelos como escarpias con esta especie de línea directa con lo divino. A él y a nosotros.

Sin duda , merece estar en la lista de la derecha como discos de 2009.

Ayer viendo en la poquísima tele decente, un documental de la BBC sobre Miguel Angel y los frescos de la Capilla Sixtina, recuperé las ganas de escuchar estos dos discos y la idea de la foto de Bob observando un "Greco".

Ya que el borde de Van no deja linkear nada de youtube demos la oportunidad a un desconocido, un tal Glen Hansard...que le pone webs...al menos