foto Antonio VallejoEn ciudades como Donosti, en las que el mar forma parte de la misma, este está tan cerca que se refleja en las propias calles y hay sparkles-destellos en el ambiente. Con una frase semejante resumió Antony el hechizo que la joyita del cantábrico le produjo en su segunda visita en cuatro años.
A él también parece habersele acercado el océano desde su última visita, a la que asistí atónito a lo que se avecinaba de futuro. En la puesta en escena, en su aplomo y seguridad, en su complicidad con los ya sublimes Johnsons.
La espera y la performance de la intro tan excesivamente "NYC modern design" digna de una peli de las malas de Almodovar hacian presagiar tormenta, si de allí derivaba el desconcierto. Esa fina línea que si se traspasa puede arruinar algo realmente extraodinario.
Con todo eso en contra pero con entrega y fe, uno intuía algo irrepetible en la vida.
No se si era la disposición de los instrumentos, el recuerdo del mágico pero duro año 2005, la defensa a ultranza entre los colegas antonianos de su tercer trabajo pero allí estaba en la orilla a la espera de un tsunami emocional que me calara hondo y me moviera como un muñeco zarandeado por las fuerzas de la Naturaleza.
Desde el primer verso hasta el último, su trinar fue la del ave del paraiso como tanto me gusta describirlo...Laurie Anderson dijo también que todas las emociones del planeta se encuentran en su increíble voz. Y acertó con un pleno al quince.
Y comenzó la serenata, esa dulce serenata con los tempos intercambiados , con el repertorio estudiado para que aquello girara como una noria. Recuerdos a los más grandes: mucha Nina Simone at Town Hall, mucho Otis, mucho Madredeus, mucho Tom Waits, mucho Mark Almond, mucha Callas, mucha Joni, mucho Tim Hardin por mencionar unos cuantos. Nada que ver con todos ellos ya que su propuesta es d eesas cosas que se dan cada lustro como mínimo (la última Jeff Buckley) pero a la altura de todos ellos y con muchas horas de sufrimiento (Cam dixit) escuchando a todos esos artistas para escapar de ese submundo de la discriminación que tanto se presiente en su entrega.
Y los Johnsons, ay esos Johnsons...qué pedazo banda!
Son como Lambchop, la banda actual de Leonard Cohen, los Madredeus (otra vez!), los Bad Seeds y la banda de Tom Waits (también!) en un todo en uno. De ese pelaje...pero también únicos.
La iluminación como de obra de Lindsay Kemp: de la oscuridad al amanecer hasta el mediodía y vuelta a la noche (un ciclo solar)
La tela-decoración Antony cien por cien, bellísima. El sonido excelso desde fila 26, convirtiendo el Kursaal para el menda, en tierra santa.
Momentos de infarto: todos...momentos de escalofrio extremo, peligroso de parálisis permanente:"One Dove", "Today I´m a boy"(ese tema, por mis muertos que es un outtake de Nina at Piano!) y con broche de oro: "I fell in love with a dead boy" donde la experiencia fue como lo tuvo que ser en la Scala en tiempos de estreno de Puccini.(aqui la Callas fue la que salió del sombrero del mago)
El tramo final del tema , cuando en falsete canta eso de "I don´t know if he was a boy or a girl" un par de veces...juro por "Blonde on Blonde" que es lo más alucinante que he oido en un patio de butacas desde la tercera estrofa de "Boots of Spanish Leather" de Bobby en Vitoria. Cosas que no son de este Mundo, milagros de Fátima que suceden tres por vida.
Y aunque nos centremos en las lentas, los passion-soul de "Fitsful of love" o "Aeon" fueron "I´ve been loving you too long" y "Try a little tenderness" de Otis y "Shake that thing" un blues a la Simone-Waits (o una nueva forma de blues)
Y que decir de "Epilepsy is Dancing" o "Her eyes lies underneath the ground": sublimes. !Viva de "Crying Light" que es , de momento, el mejor disco que ha salido este año!
Y bueno el bis..."Starfish" delicioso arreglo y después para terminar, la mejor canción de lo que va de siglo,el "Hope there´s someone"
No cabe un segundo bis con ese final. Otro tema de regalo, cualquiera que fuera la canción, hubiera sido como la performance petarda del comienzo. Y no era cuestión de terminar esa sinfonía del nuevo mundo con un remate que no fueran las violentas notas de piano de su inigualable crescendo final.
Yo ya estoy comprando el marco para la fea entrada.
Querido Antonio , tú no eres histriónico, ni ambiguo, ni triste como dicen los que no te conocen (criticos ignorantes incluídos)
Los gorgoritos, los amaneramientos estúpidos y las tristezas están a la orden del día en este lugar llamado Tierra. Tú, por favor, sigue siendo nuestro "brujo" y a todos los infieles que les den.
Nota:
Un concierto de esta gira pide a gritos ser editado como la joyita del Cohen.
Antony como todos los dioses es mejor en directo que grabado. No se puede enlatar un corazón tan grande.
Mis abrazos a esa pequeña tribu de amigos del alma que asistieron: La Nanny, Cam, las dos Itziar, Antonio (sin y), Luisma, Maricarmen, María y Ana, Gari, Anabel,Iñaki y señora, Gontzal y señora. Por cierto "Benito" eres lo más, qué te pareció?...Y a los antonyanos que no estuvieron: Esti, Cristina y Jon.
Bueno tios qué os pareció?...a mojarse!
*"switch": comentó en el concierto que no él era cristiano, que él era brujo.
Amen. Y a lo que venga, ... también.
ResponderEliminarComo no queda nada por decir que no hayas dicho, salvo más alabanzas a los Johnsons y sus oportunos y difíciles silencios, y a la iluminación, -que era otro concierto velado-, solo nos queda hablar de sensaciones, y la mía, puestos a mojarse, desde el amparo chubasquero del anonimato, fue algo extraña. Mas que una explosión de emoción, sentí un colapso; un colapso que generó una especie de agujero negro que me iba absorviendo desde el entrañaje la poca energía que no se llevaba Antonio. Como si te vaciaran, o como si de pronto somatizaras en una obstrucción de bronquios ese sentimiento agazapado, reprimido pero recurrente, ( y más hoy, con la noticia del otro ángel Antonio que nos deja, y nos deja mucho) de haber estado tanto tiempo, y seguir,… perdiéndolo, … o tal vez fuera hambre.
ResponderEliminarEstaba escuchando en la oficina a la Antonia en su I'm a bird now (Un disco para mi gusto impresionante y espectacular y que en su momento (y en menor medida cada vez que lo revisito) me impactó (y me impacta) y como está tan denostado y apaleado por sabiondos y no tan sabiondos, quería saber tu opinión por curiosidad.
ResponderEliminarYo descubrí a este señor o lo que sea de rebote. Fui a ver un concierto de las Cocorosie en Barcelona, sala la Paloma, y allí estaba Antony como telonero (aunque luego de telonero, nada) cuando no lo conocía ni Cristo y era una especie de fantasma (por la vestimenta con sábana) transexual hipermaquillado.
(La Paloma, esa sala entrañable y preciosísima cerrada por nuestro querido Ayuntamiento, pero eso es otro tema)
Luego lo vi en el Kursaal de Donosti hace unos 6 años (festival de Jazz) y me gustó muchísimo, pero ya no me dejó tan extasiado como la primera vez. La verdad es que el gafapastismo de su audiencia no le ha venido muy bien, creo yo. O quizá no me ha venido bien a mí, quien sabe.
Bueno, a lo que voy.
Por esas fechas de La Paloma (hará 7 u 8 años) empezaba yo a salir con mi mujer. Esa fue nuestra segunda cita. En la primera la invité al concierto y ella no conocía a la Antonia ni a las Cocos.
Fue uno de los conciertos con los que más he flipado en mi vida. Lo de ver a Antony, desconocido entonces, cantar de esa manera, con esa sobradez, con esa emoción que llegaba. Buff...
No sé si sin el concierto ahora estaría con mi señora o no, y si tendría los dos nenes o no, pero ayudar, ayudó.
Joder, cómo me enrollo!
Un abrazo
(No sé qué coño tiene tu blog que al principio me parecía aturullado y desordenado, con esa forma emotiva y pasional de escribir que descoloca y que ahora me tiene enganchado).
Passion is no ordinary word