jueves, 13 de septiembre de 2018

To Kingdom Come



EL BECERRO DE ORO

You can tell right away that this is country music by its twang and its tenacity. But you know it's also rock, because it makes you want to move 

Richard Goldstein en la crítica a Music From Big Pink
New York Times, agosto de 1968.




Tras el insólito órdago a la grande de comenzar un disco por la emocionalmente devastadora Tears Of Rage- di que les daba igual porque tenían un artefacto de iguales quilates para el final- Music From Big Pink sigue con la canción del lote que les sitúa más en su época y les hace pisar de nuevo la tierra.

To Kingdom Come es prima hermana de algunas del Mr Fantasy de Traffic o del White Album de los Beatles; es decir, siendo puro sonido Hawks, de sótano y afilado acero de banda de carretera, el tratamiento de las voces juguetonas de Robbie ( si la canta él!) junto a Richard, le da un aire de psicodelia con regusto Earl Grey e incluso sin cruzar el charco a  Buffalo Springfield, Love o los Byrds (ojo al dato, de la influencia de estas tres bandas no se escapaban ni los ermitaños)

Por otro lado, la canción, de tres minutos y medio- es decir, en la medida- es también producto de la puesta en común previa del sótano donde destaca una vibrante guitarra de Robertson que no se sabe si es rítmica o solista porque prácticamente es el todo en el corte. Enrabietada, caprichosa, de fábula, To Kingdom Come es a su vez algo soulera: veo ecos de los éxitos de Sam & Dave (ese call and response histérico)  o de sus adorados Temptations (ese impulso y groove que les caracteriza.)

En la letra la sombra de Bobby es alargada en versos tan John Wesley Harding como:

Tarred and feathered, yeah, thistled and thorned
One or the other, he kindly warned
Now you look out the window, tell me what do you see
I see a golden calf ( becerro de oro) pointing back at me

Y es que por algo los roadies en la gira judas 66 le llamaban a Robbie "el hombre lapa".

Lo raro es que Steve Winwood no haya hecho una versión porque le pega. Tratad de poner su voz y su hammond en la melodía. Al fin y al cabo por eso a los Traffic siempre se les ha considerado los The Band ingleses. Ay los cantes de ida y vuelta USA-UK, motor del rock y el pop hecho arte!.

Aquí, en To Kingdom Come la interpretación de la música americana, o más bien del rock, que hacen los inquilinos de la Big Pink toca la yema de los dedos a la de los arrendatarios de Abbey Road. De hecho, circula una versión improvisada de los de Liverpool en las sesiones de Let It Be. Y eso, podéis llamadme romántico y tontorrón pero es tan bonito...



Robbie Robertson: Lead Vocal & Electric Guitar

Richard Manuel: Lead Vocal & Piano
Rick Danko: Bass
Levon Helm: Drums
Garth Hudson: Lowrey Organ


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Amo la música más que a todo.

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Todos los textos pertenecen a Joserra Rodrigo salvo citas y párrafos con su autor referenciado.